Piezas arqueológicas robadas en Bolivia y Perú, y luego recuperadas, fueron presentadas ayer por el ministro de Culturas, Marko Machicao; el cónsul de Perú, Egorov Ramírez, y efectivos de Inteligencia en una conferencia de prensa en Santa Cruz.
Un textil, dos collares, un pectoral, una máscara, un ornamento calado, una estatuilla, un cuchillo ritual, un par de boleadoras, tres monedas de oro y siete monedas de plata fueron halladas en propiedad de un ciudadano peruano hace dos semanas.
Las piezas fueron sometidas a un examen que confirmó su originen prehispánico en un 90%, informó la oficina del Ministerio de Culturas en Santa Cruz.
Las piezas arqueológicas están relacionadas con la cultura Chimú del Perú (1000-1200), de la Costa Norte, Paracas (700 a C– 200 d C), la Costa Centro Sur y culturas andinas prehispánicas con base en Bolivia.
Las tres monedas de oro y las siete de plata son correspondientes al Virreinato del Río de La Plata y a Bolivia y Perú. El botín consta en total de 19 piezas, incluidas las arqueológicas y las monedas.
En cuanto a los detalles de cada pieza. El textil o tejido (40 x 60 cm) del Perú, es de color negro con flecos multicolores, probablemente fue extraído de una tumba. La pieza tiene manchas de fluidos humanos.
Uno de los collares tiene cuentas semipreciosas de lapislázuli, conchas, hueso y material inorgánico. La pieza proviene de Bolivia. El segundo collar tiene figuras muy comunes en los Andes.
También se presentó un pectoral elaborado en cobre antiguo. Estaría relacionado con la Cultura Chimú de la costa norte del Perú (1000-1200). Otro elemento de la misma cultura es una máscara elaborada en cobre antiguo y procede del Perú. Se sospecha que ambas piezas fueron extraídas de una misma tumba.
Otro objeto ceremonial hallado es un ornamento metálico procedente Perú, que muestra una figura central de una deidad, autoridad o héroe precolombino.
Asimismo se mostró una estatuilla elaborada en madera que presenta un ornamento de cobre en la cabeza, que asemeja un hacha de borde redondeado. La estatuilla sería de 1000 a 1200. Finalmente está un cuchillo ceremonial o tumi, elaborado en cobre, y lo acompaña un cetro de hierro que podría ser falso.
Ambos países coordinarán la repatriación de objetos con las instituciones competentes y la Policía a través de Interpol.