‘All I Need’, el brit-pop de Foxes
En su segundo trabajo, la talentosa Louisa Rose Allen, conocida por su pseudónimo de escenario Foxes, entrega una refrescante explosión de pop elegante y hábilmente producido.
En su segundo trabajo, la talentosa Louisa Rose Allen, conocida por su pseudónimo de escenario Foxes, entrega una refrescante explosión de pop elegante y hábilmente producido. Después de un moderado éxito con su primer trabajo (Glorious, 2014), Foxes explora experiencias juveniles dándoles forma bajo intensas melodías diseñadas para las pistas de baile y de seguro para anotar más de un éxito radial.
Situando su sonido a la par de contemporáneas como Ellie Goulding, Marina And The Diamonds o incluso Carly Rae Jepsen, la música de Foxes no se pierde en edulcorar su emocionalidad, su expresividad trasciende y es la característica que la diferencia entre sus contendientes, constituyendo así la columna vertebral de este álbum que transita sin problemas desde el sonido despreocupado de los temas dance hasta melodías potentes que exigen al límite su capacidad de moverse dentro su amplio registro vocal.
Así van apareciendo conmovedores momentos de dramática belleza que van matizando un trabajo sonoro que evoca movimiento a distintas velocidades, en parte gracias a colaboraciones en letras de Dan Smith de Bastille y Dan Wilson de Semisonic, entre otros. La producción a cargo de Rick Nowels y Jesse Shatkin no hace más que confirmar el extenso currículum de este dúo que cuenta en su haber destacables trabajos con Adele, Sia, P!nk y Katy Perry. En esta ocasión el dúo de creativos asegura un par de hits de autoría propia (Wicked Love, On My Way) como huella de su sensibilidad pop y su genialidad para concebir música perfecta para la voz y humor de esta artista y este álbum. Son 12 canciones (16 en la versión extendida) que transcurren en menos de una hora y que detallan una especie de diario emocional, a diferencia del anterior trabajo que marcaba una distancia con lo personal y por tanto posee un sonido diferente. En ese sentido las canciones requieren mucha mayor interpretación vocal y menos relleno en producción, inclusive podrían interpretarse de manera acústica sin perder un ápice de dinámica.
Los sencillos hasta ahora publicados ilustran, de alguna manera, la tendencia pop en sus diferentes tónicas confluyentes en este trabajo. Desde el euro-dance de los 80 al estilo de Lady Gaga de Body Talk, pasando por el sonido más actual de Better Love y Amazing. Sin embargo este disco contiene también éxitos potenciales de corte íntimo como On My Way, Devil Side o Wicked Love. Son ejemplos del vasto catálogo que esta veinteañera es capaz de entregar en uno de los trabajos más destacables del pop británico de 2016.