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El disco de corte autobiográfico de ‘Emily’ Spalding

Durante la versión 53 de los premios Grammy, Esperanza Spalding se hizo acreedora del premio a Mejor Artista Nuevo entre contendientes de la talla de Drake, Florence + The Machine, Justin Bieber y Mumford & Sons. Este insólito resultado le valió un inmediato salto a la palestra musical mundial. Quienes aún no la habían descubierto se enterarían del sólido trabajo de una multiinstrumentalista que toca desde los cinco años y graba profesionalmente desde 2006.

Catalogar el trabajo de Spalding dentro de un género musical no es suficiente para describir la cantidad de influencias, tanto estilísticas como instrumentales, que su música posee. El eclecticismo de géneros colisionando a lo largo de su trabajo confirma la singularidad de un trabajo musical que encuentra hilo conductor en la afinidad estructural hacia el pop, virtud que resulta en una propuesta amigable al oído.

A diferencia de su anterior trabajo (Radio Music Society, 2012), Emily’s D+Evolution posee pasajes mucho más osados musicalmente. Intrincados arreglos, disonancias y signaturas impares juegan a favor de un sonido minuciosamente controlado y exquisito, producto, en parte, del excepcional personal encargado de ejecutar cada instrumento y claro, de la virtuosa Esperanza en el bajo y vocales.

Líricamente se configura un álbum concepto en tanto a lo largo de 12 canciones se narra la historia de Emily (segundo nombre de Spalding) desde una óptica juvenil y crucialmente definitoria. Experiencias, pensamientos, anhelos y frustraciones caracterizan los humores que las letras, la música y la interpretación transmiten de manera magistral. Para ello echan mano de recursos musicales atípicos. En ese ejercicio convergen el groove jazzero de una línea de bajo con la ferocidad de guitarras roqueras sobre una rítmica compleja. De igual manera una cuasi marcha militar ofrece la alternancia necesaria a un coro soul contrastado por puentes y verso en clave de funk. Algunos poemas leídos sobre un frenético bop, este disco tiene de todo en la correcta medida.

La música de los últimos 10 años viene caracterizada por una superación espontánea de los parámetros que fijó la industria hace más de 50 años. Ya no hablamos de géneros, puesto que las fronteras son cada vez más difusas y ahora son recursos que un músico puede aprovechar. Esperanza y todo su trabajo son una muestra de esta etapa postsiglo XX en la que las ideas se van renovando bebiendo de diferentes vertientes.