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Tiranosaurios, enormes solo al final de su existencia

Los tiranosaurios alcanzaron su enorme envergadura “muy al final de la historia evolutiva del grupo”, mientras que sus finos sentidos e inteligencia aparecieron antes, según un estudio basado en el análisis de restos del Timurlengia euotica.

Los restos de una nueva especie de dinosaurio del tamaño de un caballo, encontrados en el desierto Kyzyl-Kum (norte de Uzbekistán), proporcionaron datos claves sobre cómo una familia de dinosaurios de pequeño tamaño evolucionó durante millones de años hasta convertirse en gigantes.

Hasta ahora, poco se sabía de cómo los tiranosaurios, entre ellos el rex se convirtieron en los depredadores gigantes e inteligentes que dominaron la Tierra hace unos 66 millones de años. Un equipo de paleontólogos liderado por investigadores de la Universidad de Edimburgo estudió una colección de fósiles de tiranosaurios encontrados en el norte de Uzbekistán. Se trataba de una nueva especie a la que se bautizó como Timurlengia euotica, que vivió hace unos 90 millones de años.

Con ese hallazgo se llena un vacío de 20 millones de años en los registros de los fósiles de tiranosaurio, además de facilitar datos esenciales para saber cómo evolucionó esa familia animal. El cráneo de la nueva especie es más pequeño que el del Tiranosaurio Rex, lo que indica que no llegó a alcanzar la enorme talla de éste.

Timurlengia tenía aproximadamente el tamaño de un caballo, largas patas y podía llegar a pesar unos 250 kilos. Según el cráneo estudiado, el dinosaurio contaba con dientes afilados y debía ser un corredor veloz.

El primer tiranosaurio vivió hace unos 170 millones de años y era solo un poco más grande que un humano, pero al final del periodo Cretácico —unos 1.000 millones de años más tarde— había evolucionado hacia animales como el Tiranosaurio Rex o el Albertosaurus, que podían pesar más de siete toneladas.