‘Una estética del encierro’
Una estética del encierro acerca de una perspectiva del cine boliviano del crítico cinematográfico Sebastián Morales E., en el que nos invita a pensar lo que miramos y que nos mira para estimular la discusión sobre la forma fílmica que puede llegar a ser una forma de pensamiento.
Mañana, lunes 21 de marzo, con motivo de celebrar el Día del Cine Boliviano, en honor al padre Luis Espinal Camps, asesinado por el régimen militar en 1980, en instalaciones de la facultad de Humanidades de la UMSA se presentará Una estética del encierro acerca de una perspectiva del cine boliviano del crítico cinematográfico Sebastián Morales E., en el que nos invita a pensar lo que miramos y que nos mira para estimular la discusión sobre la forma fílmica que puede llegar a ser una forma de pensamiento.
Si el cine es una forma de pensamiento o no, es una relación que Morales viene investigando desde hace tiempo, si bien existe cierto consenso sobre esto en el caso boliviano la discusión sigue migrando hacia otras latitudes algo más superficiales, sin embargo, el autor en todo el texto dignifica al cine en tanto realización de ideas, de estructuras donde habita un pensamiento complejo y articulado. De esta manera, Sebastián transita entre la explicación didáctica y la conjetura filosófica, pues ensaya, con cierta timidez, esbozos para una ontología del cine, tema que al autor le apasiona desmesuradamente.
Las herramientas teórico-metodológicas con las que realiza su andamiaje forman un corpus teórico particular de la teoría del cine. En este sentido, de manera muy grata, no toma prestadas ni metodológica ni conceptualmente elementos subsidiarios de la literatura o la antropología, como suele hacerse, sino que reconoce en Rohmer la base de su construcción interpretativa y con estos elementos confecciona una perspectiva del cine boliviano que decanta en una estética, la estética del encierro. De este despliegue —entre espacio, tiempo, campo, montaje, movimiento y plano— reconoce un objeto que parecía inaprensible y escurridizo: el cine boliviano, por supuesto que limitado.
Libro autogestionado, independiente como algunas de las películas analizadas, es un digno regalo para la comunidad cinematográfica del país este 21 de marzo.
Realidad. El problema de lo representable/irrepresentable en Una estética del encierro emerge y desaparece como interrogante no explicitada hacia los cineastas, lectores, espectadores e incluso a la teoría misma puesto que, ¿qué es lo real ? Lo real, lo visible, representable y lo pensable son objetos de fascinación tanto por el cine y la filosofía, y Una estética… ofrece al lector acercarse y compartir esa fascinación.
Historia. Morales nos invita a pensar y repensar ciertas ideas preconcebidas sobre nuestra cinematografía desde varias perspectivas, no obstante, la noción de historiografía y su método (aplicado al cine boliviano) deben ser revisitados y analizados, ya sea para identificar la historia como introducción de tecnologías, emergencia de temas o contenidos, tratamientos formales, modos de producción, entre otros. En este sentido, la metodología desde la teoría cinematográfica que emplea el autor opta por el reconocimiento de las ideas, las cuales se manifiestan en la forma fílmica.