El músico y poeta Vadik Barrón presentará Tragaluz, su más reciente obra, que se compone de un DVD con diez canciones y un libro de 30 poesías, el jueves a las 19.30 en el Teatro Municipal de Cámara (Jenaro Sanjinés).
Las canciones —todas inéditas— y el video de Tragaluz se grabaron en una sola sesión sin público, en el Teatro de Cámara, en 2014. Entonces, Barrón estaba de paso por La Paz porque vivía en Alemania, y el material quedó en espera hasta que el año pasado el autor volvió a establecerse en Bolivia.
“Al retomar el proyecto hicimos las mezclas de sonido e imágenes y vimos que un CD, un disco de solo música, no transmitía la experiencia que se vivió durante aquella sesión”, expresa Barrón. En esa misma época el artista estaba, además, escribiendo poesía. “Cada cosa iba por su lado, pero luego, con el tiempo, me di cuenta de que tenían mucho en común y podían integrarse”.
Poesías y canciones comparten un tema general que es recurrente en la obra de Barrón: utilizar el arte como una herramienta para resolver, o al menos enfrentar, el conflicto entre lo interno y lo externo, el mundo y lo individual. De ahí el título, Tragaluz, que le pareció “una imagen, una alegoría muy interesante porque es un espacio donde se comunican esos dos mundos”.
REFLEXIÓN. Más que en ese conflicto en sí, la música y las poesías recrean las reflexiones que éste provoca al artista. “Por eso me interesaba que las canciones del disco tuvieran un formato acústico, austero y muy íntimo. Están grabadas solo con guitarra y voz, solo yo, excepto en dos canciones, que tienen un invitado: Gabo Guzmán, un guitarrista boliviano que ahora vive en Suiza, y mi hermano Álvaro, que toca la guitarra en otra canción”.
Álvaro también tocará en la presentación del jueves, que consistirá en una proyección de algunas escenas del DVD, un pequeño concierto acústico, y un recital de poesía. “En mí conviven naturalmente las dos cosas, es algo que he logrado con el tiempo. Normalmente surge una primera idea, un concepto o un sonido, una melodía o una palabra que desencadena el texto, y decido si abordarlo desde la escritura poética o como una canción. Ponerle música quizás resulte algo más complicado porque hay que tener en cuenta más factores, como las melodías y los ritmos”, dice Barrón.