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Se fue Enrique Arnal, artista de lo boliviano

Aunque vivió en muchas naciones, Enrique Arnal jamás olvidó Bolivia; el país estuvo siempre en su memoria e inspiraba su trabajo. El creador murió ayer a sus 84 años, en Francia.

“Era un artista proteico, desarrollaba un estilo y luego lo abandonaba. Dueño de un ímpetu pictórico inigualable, transitaba con soltura por la pintura figurativa y recalaba en el abstraccionismo sin perder su impronta”, explicó Édgar Arandia, pintor y antropólogo.

Entre sus cuadros más emblemáticos están El aparapita, una serie de toros y montañas andinas. Expuso en diferentes países del mundo. “Su serie de toros es magnífica, pues convivió con uno en su casa. Fue un gran animador de la plástica boliviana y siempre alentó a los jóvenes. Generoso y gran amigo”.

Arnal nació en las minas de Catavi (Potosí) y estudió en la Ciudad Internacional de Las Artes de París, Francia. “Estuvo preso durante la dictadura de Banzer porque era amigo del uruguayo Eduardo Galeano y de Marcelo Quiroga Santa Cruz. Esas amistades le costaron la cárcel”, recordó Arandia.

Sus últimos años los pasó en EEUU, donde vivía con su esposa, una diplomática boliviana. Según informaron personas allegadas al pintor —a través de las redes sociales—, hace unos meses se recuperaba de una operación de las cataratas.