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Arquitectura Transformer

“Para mí no hay imposibles”, dice Santos Churata Lozano. Desde adolescente le gustaba dibujar y hoy tiene más de una veintena de construcciones inspiradas en robots. Es el padre de la novísima Arquitectura Transformer. La  mayoría está en El Alto. A sus 32 años se jacta de plasmar sus ideas en espacios habitables y centros de diversión.

Es honesto, manda al diablo las escuelas clásicas y no tiene ningún referente arquitectónico. “Me gusta crear”, comenta el hombre que fue padre cuando aún estaba en colegio y tuvo que ver la forma de ganarse el pan de cada día. Hoy hace construcciones millonarias. Un  edificio Transformer puede costar entre $us 500.000 y 1 millón.

Dice que cursa el segundo año de Arquitectura y, por eso, no puede firmar sus creaciones; un profesional pone su rúbrica. Además, trabaja con 20 obreros que ven hasta el último detalle de las obras. Él hace locales de fiesta y departamentos con motivos robóticos. Ya piensa en superarse y planea una nueva  serie de edificios.