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El Salvador «bloqueará» labor de pandillas en segunda fase de plan seguridad

El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, señaló hoy que la segunda fase de una serie de medidas extraordinarias para combatir la violencia se enfocará en «bloquear el accionar de las pandillas y cortar la comunicación entre cabecillas internos en cárceles y sus estructuras».

El pasado 8 de agosto, autoridades de Seguridad del país centroamericano anunciaron la implementación de una segunda fase de estas medidas, sin precisar las acciones específicas.

Este jueves el jefe de Estado salvadoreño explicó que en dicha fase «cortaremos de manera total la comunicación de algunos cabecillas de pandillas con sus estructuras para ordenar asesinatos y extorsiones, además reduciremos el hacinamiento en los penales».

Indicó que en esta fase se «profundizará la persecución de las bandas criminales, la búsqueda y captura de los 100 cabecillas de pandillas más buscados».

El mandatario también señaló que los privados de libertad que están en fase de confianza serán «incorporados a labores en beneficio de la ciudadanía», hecho que consideró como una «oportunidad para que estos se reincorporen a la sociedad cuando cumplan sus condenas».

«Estamos dando duros golpes a las estructuras criminales, estamos desarticulando y dejando fuera de acción a cabecillas de estas bandas de asesinos y ladrones, por ello es necesario continuar con este trabajo», dijo Sánchez Cerén, sin precisar el tiempo que durará esta etapa.

Las medidas extraordinarias, aprobadas por el Órgano Legislativo el pasado 1 de abril, otorgan por un año al Ejecutivo la facultad de realizar traslados expeditos de reos entre las diferentes cárceles, incluida la de máxima seguridad, y limitar el movimiento de los mismos al interior de los recintos.

La primera fase de medidas, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), fue ejecutada en un periodo de 128 días y se realizaron «diferentes acciones que permitieron reducir el número de asesinatos en el país, ya que se desplegó en todo el territorio a un buen porcentaje de policías y militares, quienes brindan seguridad».

El Salvador es asediado por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias, las cuales son acusadas por el Gobierno de mantener los altos índices de homicidios que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo. (18-08-2016)