La Revista

Friday 29 Mar 2024 | Actualizado a 10:35 AM

Los Emmy se anotan su mejor premio con un alegato por la diversidad

Al margen de chistes, los Emmy demostraron que la televisión tiene más reflejos que el cine a la hora de captar la realidad social, por ejemplo en cuanto a la representación de la población negra.

/ 19 de septiembre de 2016 / 19:34

Pocos meses después de los controvertidos Óscar «So White» («tan blancos») en los que no hubo actores negros nominados, los Emmy le metieron anoche un gol por la escuadra a sus hermanos del cine con una ceremonia que celebró la diversidad racial y sexual de Estados Unidos.

Aunque los titulares se los llevó «Game of Thrones», que con los 12 Emmy que ganó este domingo alcanzó los 38 en total y superó a «Frasier» como la serie más galardonada de la historia de estos premios, los reconocimientos más importantes de la industria televisiva honraron también a programas en los que las mujeres, los negros y la comunidad LGBT tienen un peso fundamental.

«En Hollywood, lo único que valoramos más que la diversidad es felicitarnos a nosotros mismos sobre cuánto valoramos la diversidad», dijo, con tono mordaz el presentador de la 68 edición de los Emmy, Jimmy Kimmel.

«Los Emmy son tan diversos este año que los Óscar están diciendo por ahí que somos uno de sus amigos más cercanos», añadió.

Al margen de chistes, los Emmy demostraron que la televisión tiene más reflejos que el cine a la hora de captar la realidad social, por ejemplo en cuanto a la representación de la población negra.

(Terrence Howard, izquierda, presenta un premio a Sterling K. Brown en el 2016 Primetime Emmy. Foto: www.emmys.com)

Courtney B. Vance (mejor actor de miniserie), Sterling K. Brown (mejor intérprete secundario de miniserie) y Regina King (mejor actriz de reparto de miniserie) se proclamaron vencedores en una gala en la que «The People v O.J. Simpson», una serie con un notable componente racial, salió por la puerta grande con nueve premios en total.

La comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) también vivió una gran velada gracias a «Transparent», la serie protagonizada por Jeffrey Tambor acerca de una mujer transexual.

«No voy a decir esto de una manera bonita, pero productores, dueños de cadenas, agentes, mentes creativas, por favor, den una oportunidad al talento transgénero, denles audiciones, denles sus historias», dijo Tambor, que se llevó por segundo año seguido el Emmy al mejor intérprete cómico.

Jill Soloway, creadora de «Transparent» y que este domingo ganó la mejor dirección por una serie cómica, también dedicó unas contundentes palabras a «detener la violencia» contra los transgénero y a «derrocar al patriarcado».

Por otro lado, la triunfadora del Emmy a la mejor actriz de serie dramática, Tatiana Maslany («Orphan Black»), dijo sentirse afortunada de participar en una producción en la que las mujeres «están en el centro».

Otro que rindió homenaje a la diferencia fue Rami Malek, el protagonista de «Mr. Robot» y ganador del Emmy al mejor actor dramático por su caracterización de un pirata informático taciturno y con problemas de ansiedad.

«Interpreto a un joven que está, como muchos de nosotros, profundamente alienado. Y desafortunadamente no estoy seguro de cuántos de nosotros querrían juntarse con un chico como Elliot. Pero estoy aquí para honrar a ‘los Elliots'», dijo Malek.

En la rueda de prensa posterior, recordó que proviene de una familia trabajadora de inmigrantes de origen egipcio.

«Solo quiero que todos, sin importar cómo crecieron o el nivel socioeconómico en el que nacieron, tengan una oportunidad, que no se vean reprimidos en esta época y en este mundo», afirmó.

Alan Yang, que obtuvo el Emmy al mejor guión cómico por «Master of None» junto a Aziz Ansari, también reivindicó sus raíces y cargó contra su escasa visibilidad en la pantalla.

«Hay 17 millones de asiático-estadounidenses en este país y hay 17 millones de italo-estadounidenses. Ellos tienen ‘The Godfather’, ‘Goodfellas’, ‘Rocky’, ‘The Sopranos’ y nosotros a ‘Long Duk Dong'», dijo en referencia al personaje de Gedde Watanabe en la película «Sixteen Candles» (1984).

Por su parte, Ansari, de origen hindú, lanzó un par de dardos al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, cuya agresiva retórica sobre los inmigrantes no pasó desapercibida en la gala.

«Después de una reflexión minuciosa, he decidido apoyar a Trump. Y por eso recomiendo que nos libremos de todos los musulmanes e hispanos de esta ceremonia inmediatamente. Esto sería mucho más fácil si estuviéramos en los Óscar», ironizó Ansari, antes de pedir a la actriz latina America Ferrara que abandonara el teatro, pese a su «buen intento» de engañar a la gente haciéndose llamar América.

No obstante, a los Emmy les faltó la guinda ideal para su edición más diversa, ya que entre los nominados no hubo ni un solo artista latino, pese a prometedores aspirantes como el brasileño Wagner Moura («Narcos»), el mexicano Gael García Bernal («Mozart in the Jungle»), la actriz de origen puertorriqueño Gina Rodríguez («Jane the Virgin») o el guatemalteco Óscar Isaac («Show Me a Hero»). (19/09/2016)

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Apple reúne estrellas para su salto a la televisión

Steven Spielberg, Jennifer Aniston, Reese Witherspoon, Oprah Winfrey o J.J. Abrams son algunos de los nombres de relumbrón que han dado el sí a Apple para esta aventura televisiva.

/ 4 de julio de 2018 / 12:05

Revolucionó las computadoras y cambió las reglas de la telefonía móvil, pero ahora Apple se prepara para otro reto mayúsculo: entrar a lo grande en la producción de contenidos televisivos y hacerse un hueco en el extremadamente competitivo mundo de la pequeña pantalla.

La compañía de la manzana ha puesto su punto de mira en la televisión y, aunque todavía hay muchas preguntas acerca de su estrategia, la única certeza es que para su salto de Silicon Valley a Hollywood ha abierto la billetera con el objetivo de fichar a enormes estrellas.

Steven Spielberg, Jennifer Aniston, Reese Witherspoon, Oprah Winfrey o J.J. Abrams son algunos de los nombres de relumbrón que han dado el sí a Apple para esta aventura televisiva.

En ella, el gigante tecnológico se enfrentará a otros titanes como Netflix, HBO, Amazon o Disney, que también trabaja en su propio servicio de «streaming» (emisión en línea).

Una de las grandes bazas de Apple, que de momento parece muy selectiva y solo tiene en marcha una decena de proyectos, es el regreso de Aniston a la televisión, medio en el que permaneció ausente desde que alcanzara la fama mundial con «Friends».

Aniston y Reese Witherspoon protagonizarán y producirán una serie sobre los profesionales que producen un programa matinal de noticias en televisión, un género con mucha historia y tradición en EE.UU.

En racha tras el fenomenal éxito de «Big Little Lies», Witherspoon será también productora de «Are You Sleeping», una serie de suspense que liderará Octavia Spencer.

Apple contará además con un ilustre de Hollywood como Steven Spielberg, que jugará de nuevo con la nostalgia y recuperará la fantasía y el terror de la serie de los años 80 «Amazing Stories».

La trayectoria de J.J. Abrams ha sido comparada en muchas ocasiones con la de Spielberg, así que no parece extraño que ahora le siga los pasos en Apple, donde el realizador de «Star Wars: The Force Awakens» (2015) producirá una serie musical inspirada en Nueva York, «Little Voices».

Otros dos cineastas muy reconocidos formarán asimismo parte del catálogo de Apple: Damien Chazelle («La La Land», 2016) dirigirá y escribirá una serie de la que no se conoce prácticamente ningún detalle, y M. Night Shyamalan («The Sixth Sense», 1999) recurrirá a su maestría en lo paranormal y lo misterioso en un proyecto todavía sin nombre.

Una comedia sobre la poeta Emily Dickinson con Hailee Steinfeld como protagonista y una adaptación televisiva de la trilogía de ciencia ficción «Foundation» de Isaac Asimov son otras apuestas de Apple, que además podrá presumir para su incursión en la pequeña pantalla de una auténtica reina del medio como Oprah Winfrey.

Hace apenas dos semanas se conoció que Apple y la emblemática presentadora de «The Oprah Winfrey Show» han firmado un acuerdo por varios años para crear programas originales, sin que todavía se haya detallado en qué consistirá esta alianza.

En cuanto a cifras y presupuestos, The Wall Street Journal aseguró en agosto de 2017 que Apple gastará mil millones de dólares en producción televisiva a lo largo de este año, una cantidad notable pero muy lejos, por ejemplo, de los 8.000 millones que espera invertir Netflix en 2018.

En un reportaje el pasado marzo, The New York Times sostuvo que Apple gastará más de esos mil millones iniciales a lo largo de este año y que su programación verá la luz entre marzo y verano de 2019.

A partir de ahí comienzan los interrogantes. ¿Qué tipo de servicio digital planea Apple para sus contenidos originales? ¿Qué precio tendrá y en qué países estará disponible? ¿Habrá algún tipo de limitación para quienes no cuenten con productos de hardware de la firma?  Y es que no parece que Apple vaya a tener una alfombra roja para su desembarco en la televisión. Netflix continúa con su masiva producción firmando proyecto tras proyecto en todo el mundo, HBO se relame ante el éxito garantizado de la última temporada de «Game of Thrones», y Amazon ha lanzado un órdago con su serie sobre «The Lord of the Rings».

La entrada de Apple también servirá como nuevo test de estrés para una oferta televisiva que no deja de crecer y que amenaza con saturar el mercado: según un estudio de la cadena FX, en 2017 se emitieron 487 series originales solo en Estados Unidos, frente a las 455 del año anterior o las 349 de 2013. (04/07/2018)

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Apple reúne estrellas para su salto a la televisión

Steven Spielberg, Jennifer Aniston, Reese Witherspoon, Oprah Winfrey o J.J. Abrams son algunos de los nombres de relumbrón que han dado el sí a Apple para esta aventura televisiva.

/ 4 de julio de 2018 / 12:05

Revolucionó las computadoras y cambió las reglas de la telefonía móvil, pero ahora Apple se prepara para otro reto mayúsculo: entrar a lo grande en la producción de contenidos televisivos y hacerse un hueco en el extremadamente competitivo mundo de la pequeña pantalla.

La compañía de la manzana ha puesto su punto de mira en la televisión y, aunque todavía hay muchas preguntas acerca de su estrategia, la única certeza es que para su salto de Silicon Valley a Hollywood ha abierto la billetera con el objetivo de fichar a enormes estrellas.

Steven Spielberg, Jennifer Aniston, Reese Witherspoon, Oprah Winfrey o J.J. Abrams son algunos de los nombres de relumbrón que han dado el sí a Apple para esta aventura televisiva.

En ella, el gigante tecnológico se enfrentará a otros titanes como Netflix, HBO, Amazon o Disney, que también trabaja en su propio servicio de «streaming» (emisión en línea).

Una de las grandes bazas de Apple, que de momento parece muy selectiva y solo tiene en marcha una decena de proyectos, es el regreso de Aniston a la televisión, medio en el que permaneció ausente desde que alcanzara la fama mundial con «Friends».

Aniston y Reese Witherspoon protagonizarán y producirán una serie sobre los profesionales que producen un programa matinal de noticias en televisión, un género con mucha historia y tradición en EE.UU.

En racha tras el fenomenal éxito de «Big Little Lies», Witherspoon será también productora de «Are You Sleeping», una serie de suspense que liderará Octavia Spencer.

Apple contará además con un ilustre de Hollywood como Steven Spielberg, que jugará de nuevo con la nostalgia y recuperará la fantasía y el terror de la serie de los años 80 «Amazing Stories».

La trayectoria de J.J. Abrams ha sido comparada en muchas ocasiones con la de Spielberg, así que no parece extraño que ahora le siga los pasos en Apple, donde el realizador de «Star Wars: The Force Awakens» (2015) producirá una serie musical inspirada en Nueva York, «Little Voices».

Otros dos cineastas muy reconocidos formarán asimismo parte del catálogo de Apple: Damien Chazelle («La La Land», 2016) dirigirá y escribirá una serie de la que no se conoce prácticamente ningún detalle, y M. Night Shyamalan («The Sixth Sense», 1999) recurrirá a su maestría en lo paranormal y lo misterioso en un proyecto todavía sin nombre.

Una comedia sobre la poeta Emily Dickinson con Hailee Steinfeld como protagonista y una adaptación televisiva de la trilogía de ciencia ficción «Foundation» de Isaac Asimov son otras apuestas de Apple, que además podrá presumir para su incursión en la pequeña pantalla de una auténtica reina del medio como Oprah Winfrey.

Hace apenas dos semanas se conoció que Apple y la emblemática presentadora de «The Oprah Winfrey Show» han firmado un acuerdo por varios años para crear programas originales, sin que todavía se haya detallado en qué consistirá esta alianza.

En cuanto a cifras y presupuestos, The Wall Street Journal aseguró en agosto de 2017 que Apple gastará mil millones de dólares en producción televisiva a lo largo de este año, una cantidad notable pero muy lejos, por ejemplo, de los 8.000 millones que espera invertir Netflix en 2018.

En un reportaje el pasado marzo, The New York Times sostuvo que Apple gastará más de esos mil millones iniciales a lo largo de este año y que su programación verá la luz entre marzo y verano de 2019.

A partir de ahí comienzan los interrogantes. ¿Qué tipo de servicio digital planea Apple para sus contenidos originales? ¿Qué precio tendrá y en qué países estará disponible? ¿Habrá algún tipo de limitación para quienes no cuenten con productos de hardware de la firma?  Y es que no parece que Apple vaya a tener una alfombra roja para su desembarco en la televisión. Netflix continúa con su masiva producción firmando proyecto tras proyecto en todo el mundo, HBO se relame ante el éxito garantizado de la última temporada de «Game of Thrones», y Amazon ha lanzado un órdago con su serie sobre «The Lord of the Rings».

La entrada de Apple también servirá como nuevo test de estrés para una oferta televisiva que no deja de crecer y que amenaza con saturar el mercado: según un estudio de la cadena FX, en 2017 se emitieron 487 series originales solo en Estados Unidos, frente a las 455 del año anterior o las 349 de 2013. (04/07/2018)

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Los Óscar se conjuran para evitar un nuevo fiasco

Con 299 medios de comunicación acreditados para no perder detalle, los Óscar de este año llegan marcados por los numerosos escándalos sexuales en Hollywood y el impulso de los movimientos reivindicativos "Me Too" y "Time's Up".

/ 3 de marzo de 2018 / 18:27

Los Óscar de 2017 pasaron a la historia por el tremendo fiasco al anunciar el premio a la mejor película, así que los organizadores de la ceremonia de este año se han preparado a conciencia y cruzan los dedos para que no se repita este domingo un error clamoroso como aquel.

La 90 edición de los premios de la Academia de Hollywood se celebrará mañana en el Teatro Dolby de Los Ángeles (EE.UU.) a partir de las 17:00 horas (1:00 GMT del lunes) con la cinta de fantasía «The Shape of Water», del realizador mexicano Guillermo del Toro, como favorita con trece candidaturas.

Ha pasado un año pero en Hollywood todavía se escuchan los ecos de la mayor equivocación que han vivido los Óscar en su historia, cuando en 2017 se proclamó que el musical «La La Land» era la ganadora del premio a la mejor película pese a que la vencedora era, en realidad, el drama independiente «Moonlight».

Los últimos doce meses han sido especialmente largos para la auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), que es la empresa encargada de recibir, contabilizar y vigilar los resultados de los Óscar y cuyos empleados fueron los culpables del error al entregar un sobre equivocado.

PwC logró mantener su contrato con la Academia de Hollywood y ha anunciado nuevas medidas de control para evitar algo similar el domingo, como la prohibición explícita a sus supervisores de que durante la gala usen sus móviles para evitar cualquier distracción.

También regresará a la ceremonia el comediante Jimmy Kimmel, cuya brillante labor como presentador el año pasado quedó empañada por el fiasco final.

Todo apunta a que Kimmel recordará con humor lo sucedido en 2017, tal y como se ha visto en un anuncio previo de los Óscar en el que aparece abrumado y hundido todavía por la equivocación y recibiendo sesiones de terapia para superarlo.

«¡Y lo peor es que quieren que vuelva!», dice Kimmel en ese gag antes de que la cámara muestre a su psicólogo, que es nada menos que Warren Beatty, el actor que junto a Faye Dunaway pasó el mal trago de leer el ganador erróneo el año pasado.

En un nuevo giro irónico y para resarcir a dos leyendas del cine por un pecado que no cometieron, la Academia planea que Beatty y Dunaway vuelvan a presentar el domingo el Óscar a la mejor película, según informó el portal TMZ.

Fuentes de esa publicación señalan que Beatty y Dunaway aparecieron en los ensayos en el Dolby brevemente para preparar su participación  «Presentar es mucho mejor la segunda vez», dijo Dunaway sobre el escenario. Siguiendo el tono cómico, Beatty contestó a continuación: «La ganadora es ‘Gone With the Wind'».

«Sería realmente loco si algo (como el error) sucediera (este año), pero somos conscientes de que momentos inesperados pueden pasar en un show en directo», señaló a la revista People Jennifer Todd, productora de los Óscar junto a Michael De Luca.

Para anunciar los ganadores, la Academia contará con estrellas como Jane Fonda, Nicole Kidman, Matthew McConaughey, Rita Moreno, Eugenio Derbez, Lupita Nyong’o, Gal Gadot, Mark Hamill, Óscar Isaac, Lin-Manuel Miranda, Emily Blunt, Gina Rodríguez, Viola Davis, Emma Stone o la chilena Daniela Vega, protagonista de la cinta de Chile nominada al Óscar «Una mujer fantástica».

México tendrá un gran protagonismo en la gala, no solo gracias a las trece nominaciones de «The Shape of Water» y las dos candidaturas de la cinta animada «Coco» de Disney, que está inspirada en el Día de Muertos.

Dado que una de las nominaciones de «Coco» es al Óscar a mejor canción por «Remember Me», una composición firmada por Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, los mexicanos Natalia Lafourcade y Gael García Bernal junto al cantante estadounidense de ascendencia mexicana Miguel se encargarán de interpretar en directo este tema.

Por otro lado, los amantes de la moda y de la alfombra roja en los Óscar miran con cierto temor al cielo, ya que en los últimos días la lluvia y las temperaturas frías, si se comparan con lo agradable que suele ser el tiempo en Los Ángeles, han sido las protagonistas.

La organización, como ya es habitual, ha colocado una carpa de plástico para proteger los 275 metros alfombra roja de las posibles precipitaciones antes de los Óscar.

Con 299 medios de comunicación acreditados para no perder detalle, los Óscar de este año llegan marcados por los numerosos escándalos sexuales en Hollywood y el impulso de los movimientos reivindicativos «Me Too» y «Time’s Up», por lo que se espera que los artistas alcen su voz apoyando a las víctimas y mostrando su respaldo a la igualdad entre mujeres y hombres. (03/03/2018)

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De Chuck Berry a Jerry Lewis, las estrellas que se apagaron en 2017

El 2017 se despide y con él también algunas personalidades, músicos y reconocidos que abandonaron la tierra y dejaron dolor y luto a sus familias, amigos y fans.

/ 26 de diciembre de 2017 / 19:10

De imprescindibles pioneros como Chuck Berry a auténticos genios de la comedia como Jerry Lewis, el cine y la música vieron también cómo en 2017 fallecieron estrellas de la talla de Fats Domino, Tom Petty, Roger Moore, Jonathan Demme o Jeanne Moreau.

Resulta difícil medir el impacto y la huella en el rock and roll de Chuck Berry, uno de los primeros mitos de este estilo de música efervescente y juvenil que cambió de raíz la música popular en el siglo XX.

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Autor de temas inolvidables como «Johnny B. Goode» o «Maybellene», Chuck Berry falleció a los 90 años en su domicilio a las afueras de San Luis (EE.UU.).

Como también es imposible cuantificar el peso que para la comedia disparatada de muecas, tropiezos, equívocos y disfraces tuvo Jerry Lewis, uno de los máximos exponentes de este estilo, que murió a los 91 años.

Actor, director, productor, guionista y artista total, Lewis formó una pareja memorable del humor junto a Dean Martin y dejó para la posteridad filmes «The Bellboy» (1960) o «The Nutty Professor» (1963).

En un registro completamente diferente, el de la elegancia y la finura de todo un agente 007, el cine lloró también la pérdida a los 89 años del británico Roger Moore, protagonista de «Live and Let Die» (1973) y «The Spy Who Loved Me» (1977) y el actor que más veces se puso en la piel de James Bond.

Otro ilustre y respetado intérprete inglés como John Hurt, conocido por largometrajes como «Alien» (1979) o «The Elephant Man» (1980), sucumbió al cáncer a los 77 años.

Era un actor de culto, al igual que Jeanne Moreau, musa de la «Nouvelle Vague» y mito del cine francés, una enigmática actriz y cantante Jeanne Moreau que trabajó casi hasta el final de sus 89 años y que está en la historia del cine por haber participado en joyas del séptimo arte como «Jules et Jim» (1962).

Y la televisión estadounidense despidió a todo un icono femenino como Mary Tyler Moore, que falleció a los 80 años y que con «The Mary Tyler Moore Show» se convirtió en un emblema de la mujer moderna e independiente.

Más joven, con 73 años, nos dejó Jonathan Demme, director de «The Silence of the Lambs» (1991) una de las tres películas -junto a «It Happened One Night» (1934) y «One Flew Over the Cuckoo’s Nest» (1975)- que han ganado los cinco Óscar considerados más importantes: mejor película, director, actor, actriz y guion.

De mirada afilada e imponente presencia como la de un «cowboy», el actor y escritor Sam Shepard, guionista de «Paris, Texas» (1984) e intérprete de «The Right Stuff» (1983), también murió a los 73 años.

Espere

Mientras que el cine de terror dijo adiós a dos brillantes maestros del género como George A. Romero («Night of the Living Dead», 1968) y Tobe Hooper («The Texas Chain Saw Massacre», 1974; y «Poltergeist», 1982).

Martin Landau, ganador del Óscar por la cinta «Ed Wood» (1994) fue otro de los rostros conocidos que se fueron en 2017, un año que despidió a otros artistas de la pequeña y la gran pantalla como Harry Dean Stanton, Miguel Ferrer, Emmanuelle Riva, Anita Pallenberg, Bill Paxton, Frank Vincent o Michael Nyqvist.

Y el mundo latinoamericano sufrió una gran pérdida, la del actor argentino Federico Luppi, un nombre no exento de polémica por sus declaraciones a tumba abierta y presencia elegante en medio siglo de películas, con títulos como «Un lugar en el mundo» (1992), «Sol de otoño» (1996), «Martín (Hache)» (1998) o «Cronos» (2006)  A los melómanos de medio mundo les rompió el corazón el inesperado fallecimiento a los 66 años de Tom Petty, un enorme exponente del rock estadounidense más intenso y apasionado y el autor de himnos como «American Girl» y «Free Fallin».

Los fans del sonido atormentado del grunge tuvieron que despedir a Chris Cornell, cantante de Soundgarden o Audioslave, que se suicidó a los 52 años en Detroit (EE.UU.).

Amigo íntimo de Cornell y líder de la banda superventas de «nu metal» Linkin Park, el vocalista Chester Bennington también se quitó la vida a los 41 años en Los Ángeles.

De un estilo totalmente diferente, maestro del piano más juguetón de los inicios del rock, Fats Domino, firmante de canciones para la eternidad como «Blueberry Hill», murió a los 89 años en su amada y natal Nueva Orleans.

No faltaron los motivos para que los fans del rock echaran alguna lágrima ya que 2017 despidió a los conocidos guitarristas Gregg Allman, de Allman Brothers Band; Malcolm Young, de AC/DC; J. Geils, de The J. Geils Band, y Walter Becker, de Steely Dan.

Así como al dios del rock francés, Johnny Hallyday, las figuras del country Glen Campbell y Don Williams, el «crooner» Al Jarreau, el talento del soul Charles Bradley, el rapero Prodigy -del dúo Mobb Deep-, y la estrella del pop juvenil de los años 70 David Cassidy. (26/12/2017)

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Alejandro Sanz, rey de los Grammy Latino: ‘Somos lo que soñamos’

Fue una noche especial de muchos nervios y gran expectación, no sólo para Alejandro Sanz, de principio a fin con una sonrisa emocionada a punto de llorar, sino también para los artistas invitados.

/ 16 de noviembre de 2017 / 15:57

Con un homenaje estelar lleno de cariño y de pasión por unos amigos que van mucho más allá de ser sus colegas musicales, Alejandro Sanz recibió este miércoles el premio Persona del Año en una gala en el marco de los Grammy Latino en la que la estrella española reivindicó el valor de los sueños y la rebeldía.

«No olviden que somos lo que soñamos», dijo Alejandro Sanz en una ceremonia celebrada en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas, organizada por la Academia Latina de la Grabación y que tenía como único objetivo coronarle como una figura indispensable y emblemática de la música hispana.

A Alejandro Sanz le sobran los motivos en el currículum para recibir un galardón a toda su trayectoria, encumbrado como un triunfador en las dos orillas del Atlántico y como un artista multipremiado y súperventas que ha sido referente para incontables cantantes iberoamericanos.

Pero en su discurso de agradecimiento, Sanz miró por el retrovisor y se acordó de ese pequeño que fantaseaba con la música: «Cuando era un niño tuve un sueño, después una guitarra, un acorde, un verso, un miedo, una necesidad, una canción y me puse a cantar».

«La música sin un sueño no es música: sólo es una ecuación más. Debemos soñar en alto, debemos soñar despiertos», señaló Sanz, al destacar la valentía de mirar más allá de lo que sugiere el destino.

«Un sueño me trajo hasta aquí y hoy aquel niño que fui, donde quiera que esté, les da las gracias a todos ustedes», señaló el cantante antes de culminar su noche perfecta con «Corazón partío».

En declaraciones a Efe sobre la alfombra roja, Sanz explicó lo extraordinario de un reconocimiento dado por sus colegas: «Todos los premios son importantes, pero esta noche vienen tus compañeros a celebrarte (…). Son gente que tiene tu misma profesión, tu misma pasión».

Fue una noche especial de muchos nervios y gran expectación, no sólo para Alejandro Sanz, de principio a fin con una sonrisa emocionada a punto de llorar, sino también para los artistas invitados, muchos de ellos fans suyos y que iban a actuar con su ídolo en primera fila y ante el desafío de reinterpretar sus temas.

Espere

  • Video: AFPES

Quizá por ello Natalia Lafourcade, acompañada por Manuel Medrano en «No es lo mismo», tuvo que comenzar de nuevo el tema tras trastabillarse con la letra.

«No puedo, estoy muy nerviosa», dijo la mexicana, quien tras el apuro se fundió en un enorme abrazo con el homenajeado antes de retomar con éxito el tema.

Toda una leyenda como el dominicano Juan Luis Guerra aseguró que Sanz era su compositor preferido y se disculpó por no dominar el flamenco antes de afrontar una versión de «Desde cuando» en clave de bachata que comenzó con aire delicado y acabó como toda una fiesta.

Al también andaluz David Bisbal le tocó hacerse cargo de la apasionada «El alma al aire» y ni pudo ni quiso reprimir las lágrimas: «Siempre que canto las canciones de Alejandro me transporta a mi niñez, mi infancia, y siempre me recuerda a aquel niño que cantaba frente al espejo».

Y para las raíces flamencas de Sanz pocas mejores que su amiga íntima Niña Pastori, quien dijo estar «más que orgullosa y feliz» de estar «al ladito» del Alejandro de su vida y de su corazón.

Tras un recuerdo al maestro de la guitarra Paco de Lucía, muy cercano a Sanz, un grupo de artistas liderados por El Carpeta y Siudy Garrido transformaron fugazmente el escenario del hotel de la ciudad del juego en un auténtico tablao flamenco.

Pero la velada estuvo, sobre todo, protagonizada por baladas intensas, de amores al borde del precipicio y de gritos desgarrados al aire, gracias a artistas de todas las latitudes como la chilena Mon Laferte con una imponente «Mi soledad y yo», la española Rosalía de la mano de «Cuando nadie me ve» o el mexicano Alejandro Fernández con la clásica «Y si fuera ella».

«Uno dice maestro mucho, pero en realidad has sido un maestro para muchos. He aprendido, hemos aprendido, muchas cosas que no se aprenden en un salón de clase gracias a tu pluma y a tu corazón», dijo Luis Fonsi, quien se atrevió con un éxito del calibre de «Amiga mía».

Juanes y Camila Cabello unieron fuerzas en «Quisiera ser» para dar forma uno de los duetos estrella de la noche, mientras que el puertorriqueño Residente aportó la energía y desparpajo de su rap, junto a Nick Jonas y Anitta, en «Looking for Paradise».

En la antesala de la ceremonia se percibió la ilusión de muchos de los invitados como Mon Laferte, que confesó a Efe sus nervios antes de la gala, o Niña Pastori, quien ensalzó el corazón y el alma que Sanz pone en su obra.

Y para quienes no pudieron acudir a Las Vegas quedó el recurso de emergencia de felicitar a su amigo a través de un vídeo, como hicieron, entre muchos otros, Lin-Manuel Miranda, Miguel Bosé, Pablo Alborán, Ed Sheeran, Ricky Martin, Rafael Nadal, Laura Pausini, Marc Anthony o Plácido Domingo. (16/11/2017)

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