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Thursday 18 Apr 2024 | Actualizado a 09:43 AM

El quokka, el marsupial de los selfis virales, amenazado de extinción

La situación de los quokka en el territorio continental australiano es preocupante, ya que desde la colonización europea a finales del siglo XVIII su población ha disminuido dramáticamente hasta los 4.000 ejemplares que se calcula que hay actualmente.

/ 20 de septiembre de 2016 / 11:24

Los quokkas son unos pequeños marsupiales cuya sonrisa ha desatado un fenómeno viral de selfies en Australia, donde se encuentran en riesgo de desaparecer debido a incendios forestales, el desarrollo humano y sus depredadores.

El quokka (Setonix brachyurus) es un herbívoro nocturno que mide poco más de 40 centímetros, tiene un pelaje color marrón grisáceo y una larga cola, y es considerado como la versión más pequeña de los ualabíes.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza sitúa en su lista de especies vulnerables a estos diminutos marsupiales, cuyas hembras tienen solamente una cría al año y viven un promedio de diez años.

El marsupial, que habita exclusivamente el suroeste de Australia, era conocido por el pueblo aborigen de Noongar como «Bangup», «Bundeuo» o «Quak-a».

Al verlo por primera vez, el explorador holandés Willen de Vlamingh lo describió como «una especie de rata tan grande como un gato», lo que le llevó a bautizar el lugar donde los avistó como Rottenest (nido de ratas).

Este lugar, la isla Rottnest situada delante de la ciudad de Perth, es el principal hábitat de los quokkas, en el que se cuentan entre 8.000 y 12.000 ejemplares.

Su abundancia en Rottnest ha convertido a estos animalitos -que no tienen miedo a los humanos y parecen sonreír todo el tiempo- en una atracción para los turistas, que se toman con ellos fotografías que han inundado las redes sociales en el país.

En cambio, la situación de los quokka en el territorio continental australiano es preocupante, ya que desde la colonización europea a finales del siglo XVIII su población ha disminuido dramáticamente hasta los 4.000 ejemplares que se calcula que hay actualmente.

El voraz incendio que arrasó con 98.000 hectáreas de bosque del sur de Australia Occidental en febrero de 2015 agravó la situación hasta llevar a la población de quokkas en Northcliffe al borde la extinción, alerta Merril Halley, encargada de la conservación de especies del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

«Creemos que habían unos 500 ejemplares antes del incendio y los estudios indican que ahora hay solo 39. En los contornos de la zona incendiada hay más ejemplares y creemos que podrían haber huido de las llamas hacia esos lugares», dijo a Efe Halley.

La terrible realidad es que los sobrevivientes del incendio pasan dificultades porque están aislados unos de otros y en pequeños espacios de hábitat en los que hay poca vegetación para alimentarse y quedan mucho más expuestos a sus depredadores.

Entre estos se cuentan los dingo (perros salvajes) que llegaron al continente austral hace unos 4.000 años, y zorros y gatos introducidos por los europeos.

También el desarrollo humano ha afectado a la población de los quokka, ya que han perdido su hábitat debido a un mayor uso de tierras agrícolas, la tala de árboles, la urbanización y el uso de espacios para actividades recreativas.

«Los incendios son un riesgo adicional, sobre todo porque son cada vez más intensos, lo que amenaza con tener un mayor impacto en los hábitat de los quokka», acotó la representante de WWF.

Los quokka de la zona continental del país oceánico son de mucha importancia «porque son genéticamente más diversos» y la potencial desaparición de este emblemático animal de Australia Occidental «tendría un gran impacto en el ecosistema».

WWF, que coloca collares y utiliza cámaras de vídeo para estudiar los movimientos de los quokka, calcula que se necesitarán unos 15 años para que la población de la zona incendiada se recupere.

El objetivo se ve obstaculizado por la amenaza constante de los depredadores y de que haya más incendios de gran voracidad en el hábitat de estos animales. (20/09/2016)

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Australia acoge la mayor muestra de los superhéroes ficticios de Marvel

La exhibición, que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre en la Galería de Arte Moderno de Queensland (QAGOMA), en Brisbane, incluye 60 atuendos originales que usaron actores como Chris Hemsworth, Anthony Hopkins o Robert Downey Jr, entre otros.

/ 7 de junio de 2017 / 13:52

Australia acoge la mayor exposición del universo imaginario de Marvel, con más de 500 objetos vinculados a legendarios superhéroes como Iron Man, Hulk o Spiderman, que han saltado de los cómics a la pantalla grande.

«Más del 50 por ciento de los objetos de la muestra jamás han sido vistos fuera de los archivos y estudios de filmación de Marvel», dijo a Efe la comisaria de «Marvel: creando el universo cinematográfico», Amanda Slack-Smith.

La exhibición, que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre en la Galería de Arte Moderno de Queensland (QAGOMA), en Brisbane, incluye 60 atuendos originales que usaron actores como Chris Hemsworth, Anthony Hopkins o Robert Downey Jr, entre otros.

«Tras filmar ‘Thor: Ragnarok’ en la Gold Coast de Queensland, no pudimos pensar en un mejor lugar que QAGOMA para montar la mayor exhibición de Marvel jamás vista», dijo el productor de Marvel Studios, Kevin Feige, en un comunicado de la Galería.

El director del museo, Chris Saines, destacó que se trata de la primera exhibición importante de Marvel en Australia y la más grande presentada en un museo de arte en el mundo.

La muestra comprende también libros, cómics, diseños, fotogramas, utilería, vestuarios, entre otros artefactos, y documentos procedentes de los estudios de Marvel y de colecciones privadas y públicas, como la de la Biblioteca del Congreso estadounidense.

  • Fotografía facilitada por Marvel, cuyo universo imaginario acoge Australia en la mayor exposición sobre el mismo, con más de 500 objetos vinculados a legendarios superhéroes. Foto: EFE

El universo de Marvel, creado en 1939 como Timely Comics, está poblado por más de 8.000 personajes que desde la década de 1960 comenzaron a reflejar situaciones más cotidianas para identificarse con sus lectores.

El hito lo marcaron entonces el editor Stan Lee y el artista Steve Ditko, que crearon al enmascarado Spiderman, quien en la vida diaria era Peter Parker, un joven tímido criado por sus ancianos tíos como cualquiera en un barrio estadounidense.

La exposición se divide en tres áreas: «El ensamblado cinematográfico», «Decodificando el universo» y «Detrás de las escenas».

«La muestra retrata los personajes legendarios de Marvel y la complejidad de sus personalidades», dijo Slack-Smith.

Para ello la exposición se centra en el Capitán América, Iron Man, Thor, la Viuda Negra y Hulk, además de Los Vengadores, el Hombre Hormiga y Los Guardianes de la Galaxia, añadió la comisaria del QAGOMA.

  • Imagen del filme Los Guardianes de la Galaxia. Foto: IGN

Quizá uno de los personajes más admirados en las pantallas cinematográficas es «Tony» Stark o Iron Man, al que Robert Downey Jr. dio vida como un personaje de conducta cuestionable, irónico y, a la vez, filántropo e inventor que lucha por la justicia.

El QAGOMA también muestra la utilería, vestuarios y diseños artísticos de la trilogía de Iron Man, además de los cómics y otros elementos vinculados a este personaje.

En el recorrido por la galería también destacan los vestuarios, utilería y vídeoclips del Capitán América: El primer Vengador, el diorama de la película de este superhéroe de 2014, así como el imponente escudo de tres metros de «Hulkbuster».

La muestra, que en su primer fin de semana atrajo más de 6.000 personas, tiene también objetos no exhibidos de la película «Thor: Ragnarok», que se estrenará este año, incluidos la cama de Hulk y el modelo del planeta Sakaar donde tiene lugar la acción.

También se recrea la habitación del trono del reino ficticio de Asgardian, que es el hogar de Thor y Loki, antes de que la rivalidad por la dinastía dividiera a la familia.

Esta sección presenta piezas como cascos y armas, incluidas las espadas de Thor, Hela y Valkiria que se utilizaron en «Thor: Ragnarok», así como el vestuario y las armas del anterior filme «Thor: The Dark World» (2013).

«La exposición supone una oportunidad única de experimentar la escala y la grandeza de estas piezas y de ver por sí mismos elementos que no estarán en las pantallas hasta dos meses después de que cierre la muestra», acotó Slack-Smith. (07/06/2017)

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La remota isla Henderson tiene la mayor densidad de basura humana del planeta

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

/ 16 de mayo de 2017 / 12:40

Las 18 toneladas de basura que cubren la deshabitada isla de Henderson convierten ese remoto territorio británico en el Pacífico Sur en el de mayor densidad de desperdicios producidos por el ser humanos del planeta.

Redes y boyas de pescar, cascos, mecheros, cepillos de dientes y envases de plástico forman parte del cúmulo de desperdicios, aunque la mayoría son «objetos sin identificar de los algunos solo miden un milímetro», explicó a Efe Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania.

Lavers participó en el estudio que la ONG ecologista británica RSPB llevó a cabo en Henderson y que constató la presencia de 671 restos de basura por metro cuadrado en la isla, el más alto índice del globo, según la revista científica Proceedings de la National Academy of Science.

En el informe se calculó además que unos 3.570 deshechos llegan a sus costas diariamente, pese a que sus playas formen parte de a la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Despojos de Japón, China y Estados Unidos, pero también de Chile, Ecuador y Perú o de países más alejados, como Alemania, Francia, España y Reino Unido, acaban en esa isla descubierta por el portugués Pedro Fernandes de Queirós en 1606 y que forma parte del archipiélago británico de Pitcairn.

La distancia no es un impedimento para la llegada de desperdicios: el territorio, de 37 kilómetros cuadrados, se encuentra a más de 5.000 kilómetros de distancia de la masa continental más cercana y solo recibe visitas con fines científicos cada cinco o diez años.

Lavers explicó por teléfono que una posible causa de la elevada contaminación podría ser su proximidad al giro oceánico del Pacífico Sur, un sistema de corriente marina rotativa que transportaría los desechos de otras naciones hasta el lugar.

La experta pronosticó que la contaminación en Henderson y en el planeta se agravará en el futuro por el cambio climático y el calentamiento global y originará «que muchas de las corrientes que conocemos cambien en la dirección, profundidad o velocidad».

Estas modificaciones causarán cambios en la acumulación del plástico en los próximos años, «lo que puede exponer a los mismos problemas a nuevas comunidades de especies de otros lugares», precisó Lavers, que instó a los gobiernos del mundo a gestionar mejor la basura y compartir sus conocimientos con las naciones menos desarrolladas.

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

El plástico que no es reciclado flota y tiene un período de vida bastante largo, una situación que pone en peligro las más de 200 especies que habitan en los océanos, entre ellas peces, invertebrados, mamíferos y aves.

Los restos de plástico representan un peligro para muchos animales que se enredan en ellos o los ingieren, además de que también pueden acabar en las orillas de las playas formando barreras que impiden el paso de las tortugas marinas.

«Hay muchos problemas, aparte de lo visible, que es la basura en las playas del mundo, está el impacto económico en el turismo y la vida salvaje», comentó Lavers, quien también alertó que estos mismos deshechos afectan a los humanos, muchos de los cuales solo se preocupan cuando los problemas les tocan de cerca.

«El 25 por ciento de las especies marinas comen plástico, aunque el número aumenta cada vez más. Según las investigaciones, los peces o las aves ingieren plásticos que liberan toxinas en sus tejidos», señaló la experta.

«Y si uno come un pescado con estos tejidos contaminados, en realidad estamos comiendo nuestra propia basura», acotó. (16/05/2017)

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La remota isla Henderson tiene la mayor densidad de basura humana del planeta

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

/ 16 de mayo de 2017 / 12:40

Las 18 toneladas de basura que cubren la deshabitada isla de Henderson convierten ese remoto territorio británico en el Pacífico Sur en el de mayor densidad de desperdicios producidos por el ser humanos del planeta.

Redes y boyas de pescar, cascos, mecheros, cepillos de dientes y envases de plástico forman parte del cúmulo de desperdicios, aunque la mayoría son «objetos sin identificar de los algunos solo miden un milímetro», explicó a Efe Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania.

Lavers participó en el estudio que la ONG ecologista británica RSPB llevó a cabo en Henderson y que constató la presencia de 671 restos de basura por metro cuadrado en la isla, el más alto índice del globo, según la revista científica Proceedings de la National Academy of Science.

En el informe se calculó además que unos 3.570 deshechos llegan a sus costas diariamente, pese a que sus playas formen parte de a la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Despojos de Japón, China y Estados Unidos, pero también de Chile, Ecuador y Perú o de países más alejados, como Alemania, Francia, España y Reino Unido, acaban en esa isla descubierta por el portugués Pedro Fernandes de Queirós en 1606 y que forma parte del archipiélago británico de Pitcairn.

La distancia no es un impedimento para la llegada de desperdicios: el territorio, de 37 kilómetros cuadrados, se encuentra a más de 5.000 kilómetros de distancia de la masa continental más cercana y solo recibe visitas con fines científicos cada cinco o diez años.

Lavers explicó por teléfono que una posible causa de la elevada contaminación podría ser su proximidad al giro oceánico del Pacífico Sur, un sistema de corriente marina rotativa que transportaría los desechos de otras naciones hasta el lugar.

La experta pronosticó que la contaminación en Henderson y en el planeta se agravará en el futuro por el cambio climático y el calentamiento global y originará «que muchas de las corrientes que conocemos cambien en la dirección, profundidad o velocidad».

Estas modificaciones causarán cambios en la acumulación del plástico en los próximos años, «lo que puede exponer a los mismos problemas a nuevas comunidades de especies de otros lugares», precisó Lavers, que instó a los gobiernos del mundo a gestionar mejor la basura y compartir sus conocimientos con las naciones menos desarrolladas.

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

El plástico que no es reciclado flota y tiene un período de vida bastante largo, una situación que pone en peligro las más de 200 especies que habitan en los océanos, entre ellas peces, invertebrados, mamíferos y aves.

Los restos de plástico representan un peligro para muchos animales que se enredan en ellos o los ingieren, además de que también pueden acabar en las orillas de las playas formando barreras que impiden el paso de las tortugas marinas.

«Hay muchos problemas, aparte de lo visible, que es la basura en las playas del mundo, está el impacto económico en el turismo y la vida salvaje», comentó Lavers, quien también alertó que estos mismos deshechos afectan a los humanos, muchos de los cuales solo se preocupan cuando los problemas les tocan de cerca.

«El 25 por ciento de las especies marinas comen plástico, aunque el número aumenta cada vez más. Según las investigaciones, los peces o las aves ingieren plásticos que liberan toxinas en sus tejidos», señaló la experta.

«Y si uno come un pescado con estos tejidos contaminados, en realidad estamos comiendo nuestra propia basura», acotó. (16/05/2017)

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La evidencia de vida terrestre del planeta más antigua está en Australia

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

/ 10 de mayo de 2017 / 13:44

Un grupo de científicos ha hallado la evidencia más antigua de vida terrestre, de unos 3.480 millones de años de antigüedad, en depósitos de aguas termales de Pilbara, en el noroeste de Australia.

El descubrimiento sitúa en un estadio mucho más temprano la presencia de vida microbial en tierra firme, cuya prueba más antigua hasta ahora había sido encontrada en unos depósitos sudafricanos ricos en materia orgánica de entre 2.700 a 2.900 millones de años.

«Hemos ampliado el récord de la vida en la parte terrestre del globo en unos 600 millones de años», dijo a Efe la responsable del equipo de expertos que realizó la investigación, Tara Djokic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).

La principal prueba del estudio, publicado en la revista Nature Communication, son los estromatolitos, unos microorganismos que forman una especie de estructura de capas rocosa, que la investigación localizó en los depósitos de las aguas termales de la formación Dresser, en la remota zona de Pilbara.

Los estromatolitos se conocían desde finales de 1970 pero se pensaba que éstos formaban parte de un ambiente marino con bajo nivel de aguas hasta que estudios posteriores los asociaron a las superficies volcánicas.

Fue con el estudio de Djokic y su equipo que se determinó que estos microbios antiguos formaban parte de depósitos de aguas termales formados en tierra, conclusión a la que se llegó tras detectar en ellos la presencia de geiserita.

  • Este es el lugar en el que se encontraron las pruebas. Foto: Wikimedia

Este mineral de textura porosa y rico en sílice se forma a una temperatura cercana a la ebullición y solo se encuentra en este tipo de fuentes de aguas calientes.

La antigüedad de estas pruebas es superada por la de restos de actividad microbiana detectados en antiguas fumarolas hidrotermales en el este de Canadá, formadas hace unos 3.770 millones de años, y unas estructuras geológicas en mares poco profundos de Groenlandia ocasionadas por colonias de microbios (estromatolitos) hace unos 3.700 millones de años.

En ambos casos se trata, no obstante, de vestigios localizados en fondos marinos.

Según Djokic, la investigación puede tener implicaciones en el debate sobre el origen de la vida y situar a los manantiales de aguas termales como alternativa a la hipótesis de que la vida se desarrolló en los océanos y después se adaptó en tierra firme.

«El principal punto es que se creía que la vida se originó en los océanos y se trasladó a la parte terrestre mucho después, pero vemos que la vida en esta parte de la tierra comenzó muy temprano de acuerdo a los registros geológicos», enfatizó.

Djokic cree que su estudio «inclina la balanza» en favor del naturalista inglés Charles Darwin, quien sostenía que la vida habría comenzado en «un pequeño charco de agua templada».

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

«Los depósitos de Pilbara tienen la misma edad que la mayor parte de la corteza de Marte, lo que hace que los depósitos termales del planeta rojo sean un objetivo fascinante en nuestro intento de encontrar vida fosilizada ahí», dijo en un comunicado Van Kranendonk, cuyo centro participó en el estudio.

El fundador de UNSW, Malcolm Walter, destacó en el mismo comunicado que la región de Pilbara no solo proporciona un rico registro de vida temprana en la Tierra sino que puede ser de utilidad en el llamado planeta rojo.

«(Pilbara) es una región clave para desarrollar estrategias de exploración en Marte para intentar responder uno de los grandes enigmas de la ciencia y la filosofía: ¿apareció vida en el universo en más de un lugar?», se preguntó Walter. (10/05/2017)

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La evidencia de vida terrestre del planeta más antigua está en Australia

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

/ 10 de mayo de 2017 / 13:44

Un grupo de científicos ha hallado la evidencia más antigua de vida terrestre, de unos 3.480 millones de años de antigüedad, en depósitos de aguas termales de Pilbara, en el noroeste de Australia.

El descubrimiento sitúa en un estadio mucho más temprano la presencia de vida microbial en tierra firme, cuya prueba más antigua hasta ahora había sido encontrada en unos depósitos sudafricanos ricos en materia orgánica de entre 2.700 a 2.900 millones de años.

«Hemos ampliado el récord de la vida en la parte terrestre del globo en unos 600 millones de años», dijo a Efe la responsable del equipo de expertos que realizó la investigación, Tara Djokic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).

La principal prueba del estudio, publicado en la revista Nature Communication, son los estromatolitos, unos microorganismos que forman una especie de estructura de capas rocosa, que la investigación localizó en los depósitos de las aguas termales de la formación Dresser, en la remota zona de Pilbara.

Los estromatolitos se conocían desde finales de 1970 pero se pensaba que éstos formaban parte de un ambiente marino con bajo nivel de aguas hasta que estudios posteriores los asociaron a las superficies volcánicas.

Fue con el estudio de Djokic y su equipo que se determinó que estos microbios antiguos formaban parte de depósitos de aguas termales formados en tierra, conclusión a la que se llegó tras detectar en ellos la presencia de geiserita.

  • Este es el lugar en el que se encontraron las pruebas. Foto: Wikimedia

Este mineral de textura porosa y rico en sílice se forma a una temperatura cercana a la ebullición y solo se encuentra en este tipo de fuentes de aguas calientes.

La antigüedad de estas pruebas es superada por la de restos de actividad microbiana detectados en antiguas fumarolas hidrotermales en el este de Canadá, formadas hace unos 3.770 millones de años, y unas estructuras geológicas en mares poco profundos de Groenlandia ocasionadas por colonias de microbios (estromatolitos) hace unos 3.700 millones de años.

En ambos casos se trata, no obstante, de vestigios localizados en fondos marinos.

Según Djokic, la investigación puede tener implicaciones en el debate sobre el origen de la vida y situar a los manantiales de aguas termales como alternativa a la hipótesis de que la vida se desarrolló en los océanos y después se adaptó en tierra firme.

«El principal punto es que se creía que la vida se originó en los océanos y se trasladó a la parte terrestre mucho después, pero vemos que la vida en esta parte de la tierra comenzó muy temprano de acuerdo a los registros geológicos», enfatizó.

Djokic cree que su estudio «inclina la balanza» en favor del naturalista inglés Charles Darwin, quien sostenía que la vida habría comenzado en «un pequeño charco de agua templada».

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

«Los depósitos de Pilbara tienen la misma edad que la mayor parte de la corteza de Marte, lo que hace que los depósitos termales del planeta rojo sean un objetivo fascinante en nuestro intento de encontrar vida fosilizada ahí», dijo en un comunicado Van Kranendonk, cuyo centro participó en el estudio.

El fundador de UNSW, Malcolm Walter, destacó en el mismo comunicado que la región de Pilbara no solo proporciona un rico registro de vida temprana en la Tierra sino que puede ser de utilidad en el llamado planeta rojo.

«(Pilbara) es una región clave para desarrollar estrategias de exploración en Marte para intentar responder uno de los grandes enigmas de la ciencia y la filosofía: ¿apareció vida en el universo en más de un lugar?», se preguntó Walter. (10/05/2017)

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