Hace solo una semana se hacía público que la cantante Madonna había demandado a la junta de propietarios del exclusivo bloque de apartamentos en el que reside en Nueva York por haberle prohibido a sus hijos acceder a la vivienda en su ausencia, una noticia que no parece haber sentado muy bien al exbombero Robert Linhart -cuyo nombre trascendió a la opinión pública en 2013 al haber sido condenado a tres años de libertad condicional por acosar a la artista en dos ocasiones a las puertas de su vivienda-, quien asegura que la conducta exhibida por su antiguo ‘ídolo’ le resulta muy «desagradable».

«¿Pero Madonna quién se cree que es? ¿De verdad piensa que domina el mundo y puede hacer lo que le venga en gana? Ya no estoy enamorado, estoy harto de ella y ahora que estoy libre, me voy a dedicar a viajar. Me ha parecido muy desagradable lo que ha hecho con sus vecinos», explicó al diario The New York Post.

La obsesión que Robert Linhart desarrolló hacia la ambición rubia dio comienzo hace ya varios años durante un encuentro casual en Praga (República Checa) cuando la estrella se encontraba firmando autógrafos a los fans apostados en la entrada de su hotel, momento a partir del cual el acosador se dedicó a seguirla a lo largo de su gira europea y, a su regreso a su domicilio neoyorquino, no dudó en acudir a su lujosa propiedad para exigirle una respuesta a sus declaraciones de amor.

«Supongo que al final recibí la contestación que necesitaba a través de su silencio. No quiso hablar conmigo y tengo que respetar su decisión», confesó al mismo medio tras desvelar algunos de los mensajes que aparecían escritos en las pancartas que sostenía a las afueras del edificio: «Madonna, te necesito» o «Dime sí o no. Si dices que sí, harás realidad mis sueños, y en caso contrario me marcharé para siempre», rezaban dos de ellas.

Además del que fuera miembro del departamento de bomberos de Nueva York, su abogado Peter Gleason también ha querido opinar sobre el litigio que la reina del pop mantiene con la comunidad de vecinos de la que forma parte, además de criticar la decisión judicial que llevó a su cliente a estar constantemente vigilado por las autoridades a cuenta del amor que sentía por ella.

«Mi cliente nunca debió ser arrestado, ya que solo le ofreció a Madonna la atención que ella tanto desea desde hace más de 30 años. Además, el hecho de que seas una celebridad no te da derecho alguno a saltarte las reglas (en referencia a las normas que regulan la convivencia en el bloque). Madonna se cree que el sol sale y se esconde gracias a ella», manifestó el letrado al mismo medio. (10/10/2016)