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Saturday 4 May 2024 | Actualizado a 03:02 AM

Un tercio de los océanos está anémico por falta de hierro

Los expertos barajan la posibilidad de que en un escenario de cambio climático, con continentes más secos y una mayor desertificación, podría producirse un aumento de vientos que logren arrastrar hierro hasta la Antártida y promover el crecimiento del fitoplancton.

/ 10 de octubre de 2016 / 12:48

Un tercio de los océanos está anémico, especialmente alrededor de la Antártida, debido a la falta de nutrientes como el hierro, lo que ha generado la presencia de grandes porciones de «desiertos» marinos.

El hierro, presente en el polvo atmosférico, actúa como un fertilizante natural de los océanos y es importante para el crecimiento del fitoplancton, que produce gran parte del oxígeno que se respira en el planeta.

Además, estos organismos microscópicos que se encuentran en la superficie marina absorben el dióxido de carbono, uno de los gases que provocan el efecto invernadero.

«Los océanos no están en condiciones óptimas en lo que se refiere al crecimiento del fitoplancton y algunas partes están desérticas. Esto no significa que no estén sanos, sino que el ecosistema podría ser más productivo y tener más vida», dijo a Efe Andrew Bowie, oceanógrafo químico de la Universidad de Tasmania.

Bowie formó parte de un equipo que este año estudió el papel de las partículas de la atmósfera que son arrastradas desde Australia continental hacia el mar, a bordo del barco «Investigator» de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO).

El trabajo se centró en el análisis de la presencia de micronutrientes como el hierro, además de otros minerales y metales como el cobre, cobalto, níquel, manganeso, que van a parar a mares cercanos a consecuencia de incendios forestales u otro tipo de emisiones.

«Algunas aguas del norte de Australia parecen tener suficiente hierro para el crecimiento del fitoplancton, pero la falta de nutrientes necesarios para el crecimiento de estos microorganismos y la baja actividad de hierro se refleja en la anemia de las aguas antárticas», acotó Bowie.

«El océano Antártico está muy lejos de Australia y Sudamérica, es realmente remoto y la principal fuente de hierro tiene que ser atmosférico y de partículas de polvo. Pero está tan lejos que no recibe la cantidad suficiente de hierro y por eso está anémico», remarcó.

Una excepción son las aguas que rodean a la isla Heard, situada en una zona sub-antártica a unos 4.000 kilómetros al suroeste de Perth, donde abunda el hierro que, según los científicos, podría proceder de volcanes submarinos.

Bowie y su equipo intentan elaborar un mapa que indique cómo estos elementos entran al océano desde el territorio continental australiano y medir, con instrumentos sofisticados, la presencia de los nutrientes en el mar, lo que el científico describe como buscar una cabeza de alfiler en 200.000 piscinas olímpicas.

La otra cara de la moneda es que una pequeña variación en la cantidad de hierro puede cambiar la situación de los océanos para mejorar rendimiento en el crecimiento del fitoplancton.

Las causas de la anemia de los océanos aún son desconocidas para los científicos, así como la correlación entre una alta presencia de hierro y la pesca.

Tampoco se vislumbra con claridad lo que podría pasar a largo plazo con el cambio climático, aunque una de las hipótesis es que podría cambiar la forma en la que el hierro se arrastra hasta esa zona.

Los expertos barajan la posibilidad de que en un escenario de cambio climático, con continentes más secos y una mayor desertificación, podría producirse un aumento de vientos que logren arrastrar hierro hasta la Antártida y promover el crecimiento del fitoplancton.

«Es muy difícil saber cómo se dará este proceso a largo plazo. Estamos estudiando cómo se transporta desde la Australia continental y quizá podamos predecir cómo cambiaría en un futuro», dijo Bowie, que espera los datos de su investigación le den algunas pistas a finales de año. (10/10/2016)

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Australia acoge la mayor muestra de los superhéroes ficticios de Marvel

La exhibición, que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre en la Galería de Arte Moderno de Queensland (QAGOMA), en Brisbane, incluye 60 atuendos originales que usaron actores como Chris Hemsworth, Anthony Hopkins o Robert Downey Jr, entre otros.

/ 7 de junio de 2017 / 13:52

Australia acoge la mayor exposición del universo imaginario de Marvel, con más de 500 objetos vinculados a legendarios superhéroes como Iron Man, Hulk o Spiderman, que han saltado de los cómics a la pantalla grande.

«Más del 50 por ciento de los objetos de la muestra jamás han sido vistos fuera de los archivos y estudios de filmación de Marvel», dijo a Efe la comisaria de «Marvel: creando el universo cinematográfico», Amanda Slack-Smith.

La exhibición, que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre en la Galería de Arte Moderno de Queensland (QAGOMA), en Brisbane, incluye 60 atuendos originales que usaron actores como Chris Hemsworth, Anthony Hopkins o Robert Downey Jr, entre otros.

«Tras filmar ‘Thor: Ragnarok’ en la Gold Coast de Queensland, no pudimos pensar en un mejor lugar que QAGOMA para montar la mayor exhibición de Marvel jamás vista», dijo el productor de Marvel Studios, Kevin Feige, en un comunicado de la Galería.

El director del museo, Chris Saines, destacó que se trata de la primera exhibición importante de Marvel en Australia y la más grande presentada en un museo de arte en el mundo.

La muestra comprende también libros, cómics, diseños, fotogramas, utilería, vestuarios, entre otros artefactos, y documentos procedentes de los estudios de Marvel y de colecciones privadas y públicas, como la de la Biblioteca del Congreso estadounidense.

  • Fotografía facilitada por Marvel, cuyo universo imaginario acoge Australia en la mayor exposición sobre el mismo, con más de 500 objetos vinculados a legendarios superhéroes. Foto: EFE

El universo de Marvel, creado en 1939 como Timely Comics, está poblado por más de 8.000 personajes que desde la década de 1960 comenzaron a reflejar situaciones más cotidianas para identificarse con sus lectores.

El hito lo marcaron entonces el editor Stan Lee y el artista Steve Ditko, que crearon al enmascarado Spiderman, quien en la vida diaria era Peter Parker, un joven tímido criado por sus ancianos tíos como cualquiera en un barrio estadounidense.

La exposición se divide en tres áreas: «El ensamblado cinematográfico», «Decodificando el universo» y «Detrás de las escenas».

«La muestra retrata los personajes legendarios de Marvel y la complejidad de sus personalidades», dijo Slack-Smith.

Para ello la exposición se centra en el Capitán América, Iron Man, Thor, la Viuda Negra y Hulk, además de Los Vengadores, el Hombre Hormiga y Los Guardianes de la Galaxia, añadió la comisaria del QAGOMA.

  • Imagen del filme Los Guardianes de la Galaxia. Foto: IGN

Quizá uno de los personajes más admirados en las pantallas cinematográficas es «Tony» Stark o Iron Man, al que Robert Downey Jr. dio vida como un personaje de conducta cuestionable, irónico y, a la vez, filántropo e inventor que lucha por la justicia.

El QAGOMA también muestra la utilería, vestuarios y diseños artísticos de la trilogía de Iron Man, además de los cómics y otros elementos vinculados a este personaje.

En el recorrido por la galería también destacan los vestuarios, utilería y vídeoclips del Capitán América: El primer Vengador, el diorama de la película de este superhéroe de 2014, así como el imponente escudo de tres metros de «Hulkbuster».

La muestra, que en su primer fin de semana atrajo más de 6.000 personas, tiene también objetos no exhibidos de la película «Thor: Ragnarok», que se estrenará este año, incluidos la cama de Hulk y el modelo del planeta Sakaar donde tiene lugar la acción.

También se recrea la habitación del trono del reino ficticio de Asgardian, que es el hogar de Thor y Loki, antes de que la rivalidad por la dinastía dividiera a la familia.

Esta sección presenta piezas como cascos y armas, incluidas las espadas de Thor, Hela y Valkiria que se utilizaron en «Thor: Ragnarok», así como el vestuario y las armas del anterior filme «Thor: The Dark World» (2013).

«La exposición supone una oportunidad única de experimentar la escala y la grandeza de estas piezas y de ver por sí mismos elementos que no estarán en las pantallas hasta dos meses después de que cierre la muestra», acotó Slack-Smith. (07/06/2017)

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La remota isla Henderson tiene la mayor densidad de basura humana del planeta

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

/ 16 de mayo de 2017 / 12:40

Las 18 toneladas de basura que cubren la deshabitada isla de Henderson convierten ese remoto territorio británico en el Pacífico Sur en el de mayor densidad de desperdicios producidos por el ser humanos del planeta.

Redes y boyas de pescar, cascos, mecheros, cepillos de dientes y envases de plástico forman parte del cúmulo de desperdicios, aunque la mayoría son «objetos sin identificar de los algunos solo miden un milímetro», explicó a Efe Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania.

Lavers participó en el estudio que la ONG ecologista británica RSPB llevó a cabo en Henderson y que constató la presencia de 671 restos de basura por metro cuadrado en la isla, el más alto índice del globo, según la revista científica Proceedings de la National Academy of Science.

En el informe se calculó además que unos 3.570 deshechos llegan a sus costas diariamente, pese a que sus playas formen parte de a la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Despojos de Japón, China y Estados Unidos, pero también de Chile, Ecuador y Perú o de países más alejados, como Alemania, Francia, España y Reino Unido, acaban en esa isla descubierta por el portugués Pedro Fernandes de Queirós en 1606 y que forma parte del archipiélago británico de Pitcairn.

La distancia no es un impedimento para la llegada de desperdicios: el territorio, de 37 kilómetros cuadrados, se encuentra a más de 5.000 kilómetros de distancia de la masa continental más cercana y solo recibe visitas con fines científicos cada cinco o diez años.

Lavers explicó por teléfono que una posible causa de la elevada contaminación podría ser su proximidad al giro oceánico del Pacífico Sur, un sistema de corriente marina rotativa que transportaría los desechos de otras naciones hasta el lugar.

La experta pronosticó que la contaminación en Henderson y en el planeta se agravará en el futuro por el cambio climático y el calentamiento global y originará «que muchas de las corrientes que conocemos cambien en la dirección, profundidad o velocidad».

Estas modificaciones causarán cambios en la acumulación del plástico en los próximos años, «lo que puede exponer a los mismos problemas a nuevas comunidades de especies de otros lugares», precisó Lavers, que instó a los gobiernos del mundo a gestionar mejor la basura y compartir sus conocimientos con las naciones menos desarrolladas.

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

El plástico que no es reciclado flota y tiene un período de vida bastante largo, una situación que pone en peligro las más de 200 especies que habitan en los océanos, entre ellas peces, invertebrados, mamíferos y aves.

Los restos de plástico representan un peligro para muchos animales que se enredan en ellos o los ingieren, además de que también pueden acabar en las orillas de las playas formando barreras que impiden el paso de las tortugas marinas.

«Hay muchos problemas, aparte de lo visible, que es la basura en las playas del mundo, está el impacto económico en el turismo y la vida salvaje», comentó Lavers, quien también alertó que estos mismos deshechos afectan a los humanos, muchos de los cuales solo se preocupan cuando los problemas les tocan de cerca.

«El 25 por ciento de las especies marinas comen plástico, aunque el número aumenta cada vez más. Según las investigaciones, los peces o las aves ingieren plásticos que liberan toxinas en sus tejidos», señaló la experta.

«Y si uno come un pescado con estos tejidos contaminados, en realidad estamos comiendo nuestra propia basura», acotó. (16/05/2017)

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La remota isla Henderson tiene la mayor densidad de basura humana del planeta

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

/ 16 de mayo de 2017 / 12:40

Las 18 toneladas de basura que cubren la deshabitada isla de Henderson convierten ese remoto territorio británico en el Pacífico Sur en el de mayor densidad de desperdicios producidos por el ser humanos del planeta.

Redes y boyas de pescar, cascos, mecheros, cepillos de dientes y envases de plástico forman parte del cúmulo de desperdicios, aunque la mayoría son «objetos sin identificar de los algunos solo miden un milímetro», explicó a Efe Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania.

Lavers participó en el estudio que la ONG ecologista británica RSPB llevó a cabo en Henderson y que constató la presencia de 671 restos de basura por metro cuadrado en la isla, el más alto índice del globo, según la revista científica Proceedings de la National Academy of Science.

En el informe se calculó además que unos 3.570 deshechos llegan a sus costas diariamente, pese a que sus playas formen parte de a la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Despojos de Japón, China y Estados Unidos, pero también de Chile, Ecuador y Perú o de países más alejados, como Alemania, Francia, España y Reino Unido, acaban en esa isla descubierta por el portugués Pedro Fernandes de Queirós en 1606 y que forma parte del archipiélago británico de Pitcairn.

La distancia no es un impedimento para la llegada de desperdicios: el territorio, de 37 kilómetros cuadrados, se encuentra a más de 5.000 kilómetros de distancia de la masa continental más cercana y solo recibe visitas con fines científicos cada cinco o diez años.

Lavers explicó por teléfono que una posible causa de la elevada contaminación podría ser su proximidad al giro oceánico del Pacífico Sur, un sistema de corriente marina rotativa que transportaría los desechos de otras naciones hasta el lugar.

La experta pronosticó que la contaminación en Henderson y en el planeta se agravará en el futuro por el cambio climático y el calentamiento global y originará «que muchas de las corrientes que conocemos cambien en la dirección, profundidad o velocidad».

Estas modificaciones causarán cambios en la acumulación del plástico en los próximos años, «lo que puede exponer a los mismos problemas a nuevas comunidades de especies de otros lugares», precisó Lavers, que instó a los gobiernos del mundo a gestionar mejor la basura y compartir sus conocimientos con las naciones menos desarrolladas.

Los científicos calculan que más de 300 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2014 en todo el mundo, mientras que en la década de 1950 la producción mundial no llegaba a los dos millones de toneladas.

El plástico que no es reciclado flota y tiene un período de vida bastante largo, una situación que pone en peligro las más de 200 especies que habitan en los océanos, entre ellas peces, invertebrados, mamíferos y aves.

Los restos de plástico representan un peligro para muchos animales que se enredan en ellos o los ingieren, además de que también pueden acabar en las orillas de las playas formando barreras que impiden el paso de las tortugas marinas.

«Hay muchos problemas, aparte de lo visible, que es la basura en las playas del mundo, está el impacto económico en el turismo y la vida salvaje», comentó Lavers, quien también alertó que estos mismos deshechos afectan a los humanos, muchos de los cuales solo se preocupan cuando los problemas les tocan de cerca.

«El 25 por ciento de las especies marinas comen plástico, aunque el número aumenta cada vez más. Según las investigaciones, los peces o las aves ingieren plásticos que liberan toxinas en sus tejidos», señaló la experta.

«Y si uno come un pescado con estos tejidos contaminados, en realidad estamos comiendo nuestra propia basura», acotó. (16/05/2017)

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La evidencia de vida terrestre del planeta más antigua está en Australia

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

/ 10 de mayo de 2017 / 13:44

Un grupo de científicos ha hallado la evidencia más antigua de vida terrestre, de unos 3.480 millones de años de antigüedad, en depósitos de aguas termales de Pilbara, en el noroeste de Australia.

El descubrimiento sitúa en un estadio mucho más temprano la presencia de vida microbial en tierra firme, cuya prueba más antigua hasta ahora había sido encontrada en unos depósitos sudafricanos ricos en materia orgánica de entre 2.700 a 2.900 millones de años.

«Hemos ampliado el récord de la vida en la parte terrestre del globo en unos 600 millones de años», dijo a Efe la responsable del equipo de expertos que realizó la investigación, Tara Djokic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).

La principal prueba del estudio, publicado en la revista Nature Communication, son los estromatolitos, unos microorganismos que forman una especie de estructura de capas rocosa, que la investigación localizó en los depósitos de las aguas termales de la formación Dresser, en la remota zona de Pilbara.

Los estromatolitos se conocían desde finales de 1970 pero se pensaba que éstos formaban parte de un ambiente marino con bajo nivel de aguas hasta que estudios posteriores los asociaron a las superficies volcánicas.

Fue con el estudio de Djokic y su equipo que se determinó que estos microbios antiguos formaban parte de depósitos de aguas termales formados en tierra, conclusión a la que se llegó tras detectar en ellos la presencia de geiserita.

  • Este es el lugar en el que se encontraron las pruebas. Foto: Wikimedia

Este mineral de textura porosa y rico en sílice se forma a una temperatura cercana a la ebullición y solo se encuentra en este tipo de fuentes de aguas calientes.

La antigüedad de estas pruebas es superada por la de restos de actividad microbiana detectados en antiguas fumarolas hidrotermales en el este de Canadá, formadas hace unos 3.770 millones de años, y unas estructuras geológicas en mares poco profundos de Groenlandia ocasionadas por colonias de microbios (estromatolitos) hace unos 3.700 millones de años.

En ambos casos se trata, no obstante, de vestigios localizados en fondos marinos.

Según Djokic, la investigación puede tener implicaciones en el debate sobre el origen de la vida y situar a los manantiales de aguas termales como alternativa a la hipótesis de que la vida se desarrolló en los océanos y después se adaptó en tierra firme.

«El principal punto es que se creía que la vida se originó en los océanos y se trasladó a la parte terrestre mucho después, pero vemos que la vida en esta parte de la tierra comenzó muy temprano de acuerdo a los registros geológicos», enfatizó.

Djokic cree que su estudio «inclina la balanza» en favor del naturalista inglés Charles Darwin, quien sostenía que la vida habría comenzado en «un pequeño charco de agua templada».

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

«Los depósitos de Pilbara tienen la misma edad que la mayor parte de la corteza de Marte, lo que hace que los depósitos termales del planeta rojo sean un objetivo fascinante en nuestro intento de encontrar vida fosilizada ahí», dijo en un comunicado Van Kranendonk, cuyo centro participó en el estudio.

El fundador de UNSW, Malcolm Walter, destacó en el mismo comunicado que la región de Pilbara no solo proporciona un rico registro de vida temprana en la Tierra sino que puede ser de utilidad en el llamado planeta rojo.

«(Pilbara) es una región clave para desarrollar estrategias de exploración en Marte para intentar responder uno de los grandes enigmas de la ciencia y la filosofía: ¿apareció vida en el universo en más de un lugar?», se preguntó Walter. (10/05/2017)

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La evidencia de vida terrestre del planeta más antigua está en Australia

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

/ 10 de mayo de 2017 / 13:44

Un grupo de científicos ha hallado la evidencia más antigua de vida terrestre, de unos 3.480 millones de años de antigüedad, en depósitos de aguas termales de Pilbara, en el noroeste de Australia.

El descubrimiento sitúa en un estadio mucho más temprano la presencia de vida microbial en tierra firme, cuya prueba más antigua hasta ahora había sido encontrada en unos depósitos sudafricanos ricos en materia orgánica de entre 2.700 a 2.900 millones de años.

«Hemos ampliado el récord de la vida en la parte terrestre del globo en unos 600 millones de años», dijo a Efe la responsable del equipo de expertos que realizó la investigación, Tara Djokic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).

La principal prueba del estudio, publicado en la revista Nature Communication, son los estromatolitos, unos microorganismos que forman una especie de estructura de capas rocosa, que la investigación localizó en los depósitos de las aguas termales de la formación Dresser, en la remota zona de Pilbara.

Los estromatolitos se conocían desde finales de 1970 pero se pensaba que éstos formaban parte de un ambiente marino con bajo nivel de aguas hasta que estudios posteriores los asociaron a las superficies volcánicas.

Fue con el estudio de Djokic y su equipo que se determinó que estos microbios antiguos formaban parte de depósitos de aguas termales formados en tierra, conclusión a la que se llegó tras detectar en ellos la presencia de geiserita.

  • Este es el lugar en el que se encontraron las pruebas. Foto: Wikimedia

Este mineral de textura porosa y rico en sílice se forma a una temperatura cercana a la ebullición y solo se encuentra en este tipo de fuentes de aguas calientes.

La antigüedad de estas pruebas es superada por la de restos de actividad microbiana detectados en antiguas fumarolas hidrotermales en el este de Canadá, formadas hace unos 3.770 millones de años, y unas estructuras geológicas en mares poco profundos de Groenlandia ocasionadas por colonias de microbios (estromatolitos) hace unos 3.700 millones de años.

En ambos casos se trata, no obstante, de vestigios localizados en fondos marinos.

Según Djokic, la investigación puede tener implicaciones en el debate sobre el origen de la vida y situar a los manantiales de aguas termales como alternativa a la hipótesis de que la vida se desarrolló en los océanos y después se adaptó en tierra firme.

«El principal punto es que se creía que la vida se originó en los océanos y se trasladó a la parte terrestre mucho después, pero vemos que la vida en esta parte de la tierra comenzó muy temprano de acuerdo a los registros geológicos», enfatizó.

Djokic cree que su estudio «inclina la balanza» en favor del naturalista inglés Charles Darwin, quien sostenía que la vida habría comenzado en «un pequeño charco de agua templada».

Los resultados del trabajo podrían incluso orientar las investigaciones sobre la posible presencia de vida en Marte, según señaló el director del Centro de Astrobiología y Ciencias de la Tierra de la UNSW, Martin Van Kranendonk.

«Los depósitos de Pilbara tienen la misma edad que la mayor parte de la corteza de Marte, lo que hace que los depósitos termales del planeta rojo sean un objetivo fascinante en nuestro intento de encontrar vida fosilizada ahí», dijo en un comunicado Van Kranendonk, cuyo centro participó en el estudio.

El fundador de UNSW, Malcolm Walter, destacó en el mismo comunicado que la región de Pilbara no solo proporciona un rico registro de vida temprana en la Tierra sino que puede ser de utilidad en el llamado planeta rojo.

«(Pilbara) es una región clave para desarrollar estrategias de exploración en Marte para intentar responder uno de los grandes enigmas de la ciencia y la filosofía: ¿apareció vida en el universo en más de un lugar?», se preguntó Walter. (10/05/2017)

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