La pérdida de las poblaciones de mariposas de pradera en Europa se desacelera
Por zonas geográficas, en el norte y oeste de Europa la intensificación de la agricultura es la amenaza más importante para las mariposas de pradera mientras que en el resto, el abandono de las tierras es el factor clave en la disminución de las mariposas de pastizal.
Las poblaciones de mariposas de pradera en Europa continúan en receso aunque en 2015 se constató una «desaceleración» en la pérdida de estos insectos necesarios para determinar la salud de los ecosistemas, según el último informe anual elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Desde 1990, estas mariposas han disminuido alrededor de un 30 por ciento, ha explicado a EFE Yeray Monasterio, uno de los coautores españoles del estudio, quien ha detallado que la mayor caída en la población se produjo entre 1990 y 2005 debido, entre otras cuestiones, al abandono de las praderas consideradas su hábitat.
Durante 2015 la pérdida de poblaciones se ha mantenido, pero de una manera más estable, explicó.
Para Monasterio, la pérdida de mariposas, el segundo grupo más abundante de toda la biodiversidad con más de 150.000 especies distribuidas por todo el mundo, es el reflejo del mayor deterioro de estos ecosistemas.
En el informe internacional se tomaron como referencia a diecisiete especies de mariposas de pradera comunes a dichos países.
De esas especies, cinco continúan en declive, especialmente la Lasiommata megera, señalada en fuerte declive, siete están estables, cuatro incrementan sus poblaciones y sólo una especie muestra una tendencia incierta.
Por zonas geográficas, en el norte y oeste de Europa la intensificación de la agricultura es la amenaza más importante para las mariposas de pradera mientras que en el resto, el abandono de las tierras es el factor clave en la disminución de las mariposas de pastizal.
Este abandono viene determinado por factores socioeconómicos, ya que cuando el sector agrícola es poco productivo, y hay poca o ninguna ayuda a la Política Agrícola Común europea (PAC), los agricultores dejan sus empresas y la tierra se queda sin gestionar.
A este respecto, – subrayó – el abandono de la agricultura tradicional propicia la transformación de las praderas en bosque eliminando los hábitats de estos insectos y facilitando la creación de «parches de mariposas», poblaciones aisladas que al no tener contacto unas con otras se extinguen.
En cuanto a los daños que provoca la agricultura intensiva, el especialista aseguró que su uso «destroza» las praderas al fertilizar el suelo de manera agresiva con purines y abonos que lo calcifican, sin apenas diversificar la vegetación, creando «desiertos verdes en biodiversidad».
Otras actuaciones agrícolas como las plantaciones forestales, el sobrepastoreo y el cambio climático (algunas especies de mariposa viven en ecosistemas fríos) también inciden de manera grave en la supervivencia de estos lepidópteros. (13/10/2016)