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La segunda vida ecológica y artística de los coches abandonados en Croacia

Las obras de Ibrisevic y otros 22 conocidos pintores croatas están expuestas en el Instituto Francés hasta el cuatro de enero y representan una peculiar combinación de ecología, fotografía y pintura para concienciar sobre el respeto a la naturaleza.

/ 16 de diciembre de 2016 / 17:09

En más de diez años el fotógrafo Romeo Ibrisevic retiró miles de coches abandonados en parajes naturales croatas. Las instantáneas de esos vehículos se han convertido en arte gracias a la colaboración de una veintena de pintores en una exposición de Zagreb que busca sensibilizar sobre el medioambiente.

Las obras de Ibrisevic y otros 22 conocidos pintores croatas están expuestas en el Instituto Francés hasta el cuatro de enero y representan una peculiar combinación de ecología, fotografía y pintura para concienciar sobre el respeto a la naturaleza.

«Se trata de una sinergia de gente de buena voluntad. Tantos pintores diferentes nos hemos reunido en torno a una idea noble de limpiar la naturaleza en Croacia, para que mañana sea más lindo, limpio y mejor», comentó a Efe el pintor Romeo Magas.

Ibrisevic, uno de los fotógrafos croatas más conocidos, explica el proceso: sobre sus instantáneas en lienzo de los coches retirados cada artista ha añadido su visión personal y han convertido en única cada pieza.

«He fotografiado cada uno de los coches abandonados cuya extracción de la naturaleza organicé. Puse esas fotografías sobre un lienzo y, hasta ahora, veintidós pintores han agregado, cada uno sobre una fotografía diferente, algo de sus propias visiones artísticas, cada uno a su manera», explica Ibrisevic a Efe.

Además de trabajar como fotógrafo profesional, Ibrisevic dirige la asociación ecológica «Zelene stope» (Pisadas verdes), patrocinada por la compañía Renault Nissan, y ha recibido numerosos premios por su trabajo conservacionista, en la que coopera también con la compañía de reciclaje croata CIOS.

«Sabemos que no hay que desechar residuos peligrosos en la naturaleza, pero igual lo hacemos. En los últimos 13 años ‘Pisadas verdes’ ha extraído más de 15.000 coches basura de Parques de la naturaleza y Parques nacionales croatas», cuenta.

Con un entusiasmo y energía inagotables organizó numerosas campañas para limpiar residuos, movilizando en ellas a escuelas, cazadores, carteros, servicios de rescate, compañías locales e incluso al Ejército.

«Un litro de aceite de motor contamina un millón de litros de agua. Pero los coches chatarra son los más visibles. Son un símbolo de todo lo que se arroja a la naturaleza», asegura.

Los más de 15.000 coches chatarra fueron retirados de numerosos ríos, bosques, del fondo del mar Adriático, de cuevas y de islas del litoral croata.

Con su optimismo, Ibrisevic se ganó las simpatías de los pintores, que han dado un toque personal y optimista a unas fotografías sombrías porque documentan el daño humano a la naturaleza.

«Me gustó la idea, un proyecto para aumentar la conciencia de la gente y acabar con esa contaminación», explicó a Efe el pintor Miljenko Bengez, mientras en su taller ponía con su pincel colores vivaces sobre un fondo sombrío de residuos en la naturaleza.

«Me costó esfuerzo reconciliar sobre el lienzo mi enfoque optimista del entorno y la realidad depresiva de la foto», admitió.

El artista Romeo Magas incorpora la foto de un coche abandonado a su obra, con una persiana que puede subir y bajar el visitante, de modo que la chatarra aparece cuando se abre la persiana.

«El mensaje es que no sirve cerrar los ojos ante la realidad. Puedes cerrar las persianas, pero cuando las abres, la basura sigue allí», explicó Magas.

Para Ibrisevic, esta exposición es solo otro hito en su camino, «hasta que el último residuo de basura acabe allí donde debe estar: en un centro de reciclaje».

Unos 30 kilómetros al oeste de Zagreb, en el monte Zumberacka gora, en un entorno de una belleza que quita el aliento, el fotógrafo mostró a Efe su próxima «adquisición», un antiguo Fiat abandonado.

Del coche no queda nada más que un esqueleto de chatarra oxidado, cubierto de hierbas y ramas de escaramujo.

El problema es especialmente grave en las islas del Adriático.

«En uno de los más hermosos parques naturales de la costa del mar Adriático, Telascica, en la isla de Dugi otok, hubo un vertedero de 500 automóviles incendiados. Vino una pala excavadora y solo cubrió todo», se lamenta el fotógrafo. (16/12/2016)

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La segunda vida ecológica y artística de los coches abandonados en Croacia

Las obras de Ibrisevic y otros 22 conocidos pintores croatas están expuestas en el Instituto Francés hasta el cuatro de enero y representan una peculiar combinación de ecología, fotografía y pintura para concienciar sobre el respeto a la naturaleza.

/ 16 de diciembre de 2016 / 17:09

En más de diez años el fotógrafo Romeo Ibrisevic retiró miles de coches abandonados en parajes naturales croatas. Las instantáneas de esos vehículos se han convertido en arte gracias a la colaboración de una veintena de pintores en una exposición de Zagreb que busca sensibilizar sobre el medioambiente.

Las obras de Ibrisevic y otros 22 conocidos pintores croatas están expuestas en el Instituto Francés hasta el cuatro de enero y representan una peculiar combinación de ecología, fotografía y pintura para concienciar sobre el respeto a la naturaleza.

«Se trata de una sinergia de gente de buena voluntad. Tantos pintores diferentes nos hemos reunido en torno a una idea noble de limpiar la naturaleza en Croacia, para que mañana sea más lindo, limpio y mejor», comentó a Efe el pintor Romeo Magas.

Ibrisevic, uno de los fotógrafos croatas más conocidos, explica el proceso: sobre sus instantáneas en lienzo de los coches retirados cada artista ha añadido su visión personal y han convertido en única cada pieza.

«He fotografiado cada uno de los coches abandonados cuya extracción de la naturaleza organicé. Puse esas fotografías sobre un lienzo y, hasta ahora, veintidós pintores han agregado, cada uno sobre una fotografía diferente, algo de sus propias visiones artísticas, cada uno a su manera», explica Ibrisevic a Efe.

Además de trabajar como fotógrafo profesional, Ibrisevic dirige la asociación ecológica «Zelene stope» (Pisadas verdes), patrocinada por la compañía Renault Nissan, y ha recibido numerosos premios por su trabajo conservacionista, en la que coopera también con la compañía de reciclaje croata CIOS.

«Sabemos que no hay que desechar residuos peligrosos en la naturaleza, pero igual lo hacemos. En los últimos 13 años ‘Pisadas verdes’ ha extraído más de 15.000 coches basura de Parques de la naturaleza y Parques nacionales croatas», cuenta.

Con un entusiasmo y energía inagotables organizó numerosas campañas para limpiar residuos, movilizando en ellas a escuelas, cazadores, carteros, servicios de rescate, compañías locales e incluso al Ejército.

«Un litro de aceite de motor contamina un millón de litros de agua. Pero los coches chatarra son los más visibles. Son un símbolo de todo lo que se arroja a la naturaleza», asegura.

Los más de 15.000 coches chatarra fueron retirados de numerosos ríos, bosques, del fondo del mar Adriático, de cuevas y de islas del litoral croata.

Con su optimismo, Ibrisevic se ganó las simpatías de los pintores, que han dado un toque personal y optimista a unas fotografías sombrías porque documentan el daño humano a la naturaleza.

«Me gustó la idea, un proyecto para aumentar la conciencia de la gente y acabar con esa contaminación», explicó a Efe el pintor Miljenko Bengez, mientras en su taller ponía con su pincel colores vivaces sobre un fondo sombrío de residuos en la naturaleza.

«Me costó esfuerzo reconciliar sobre el lienzo mi enfoque optimista del entorno y la realidad depresiva de la foto», admitió.

El artista Romeo Magas incorpora la foto de un coche abandonado a su obra, con una persiana que puede subir y bajar el visitante, de modo que la chatarra aparece cuando se abre la persiana.

«El mensaje es que no sirve cerrar los ojos ante la realidad. Puedes cerrar las persianas, pero cuando las abres, la basura sigue allí», explicó Magas.

Para Ibrisevic, esta exposición es solo otro hito en su camino, «hasta que el último residuo de basura acabe allí donde debe estar: en un centro de reciclaje».

Unos 30 kilómetros al oeste de Zagreb, en el monte Zumberacka gora, en un entorno de una belleza que quita el aliento, el fotógrafo mostró a Efe su próxima «adquisición», un antiguo Fiat abandonado.

Del coche no queda nada más que un esqueleto de chatarra oxidado, cubierto de hierbas y ramas de escaramujo.

El problema es especialmente grave en las islas del Adriático.

«En uno de los más hermosos parques naturales de la costa del mar Adriático, Telascica, en la isla de Dugi otok, hubo un vertedero de 500 automóviles incendiados. Vino una pala excavadora y solo cubrió todo», se lamenta el fotógrafo. (16/12/2016)

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