La Revista

Wednesday 13 Nov 2024 | Actualizado a 15:45 PM

Walt Disney, el creador de un espectáculo único y mágico que perdura

Casi 1.500 imágenes y ensayos de expertos como John Lasseter, Russell Merritt o J.B.Kaufman, componen "Los Archivos de Walt Disney: sus películas de animación 1921-1968", una gigantesca obra en una cuidadísima edición, que realiza un completo recorrido por la carrera de Disney.

/ 19 de diciembre de 2016 / 18:26

Cuando se acaban de cumplir los 50 años de su muerte, el trabajo de Walt Disney perdura en unas maravillosas películas que muestran la complejidad de su mente y de su arte. El legado eterno de un genio, analizado casi reverencialmente en un enorme volumen de Taschen.

Casi 1.500 imágenes y ensayos de expertos como John Lasseter, Russell Merritt o J.B.Kaufman, componen «Los Archivos de Walt Disney: sus películas de animación 1921-1968», una gigantesca obra en una cuidadísima edición, que realiza un completo recorrido por la carrera de Disney.

«Walt creó un tipo de espectáculo único con el que supo transmitir el carácter mágico y especial del mundo, y en ningún momento dejó de aprender, de cambiar y de aspirar a nuevos horizontes. Esta evolución es algo que siempre me ha fascinado de Walt Disney, y con este libro podemos recordarla del modo más maravilloso posible».

Estas palabras de Lasseter -responsable de títulos como «Toy Story» o «Cars» y director creativo de Pixar y Disney- son el prólogo de un libro que va desde «Newman’s Laugh-O-grams» (1921), el primer corto realizado por Walt Disney, hasta «The Junggle Book» (1967), el último largometraje en el que participó y que se estrenó después de su muerte.

Como señala el editor del libro, Daniel Kothenschulte, las películas Disney mostraban un «opulento pluralismo estilístico», reflejo de la apertura de Walt Disney a todos los estilos artísticos y su capacidad para «reconocer la calidad».

«Esta habilidad para aceptar los mundos artísticos más variados es la clave de la cualidad única de la animación de Disney. La genialidad de Walt le permitió descubrir la genialidad de otros», asegura Kothenschulte.

Una genialidad que recorre cada centímetro de un libro que saldrá a la venta en enero y que está lleno de preciosas fotografías de Disney desde sus primeros años como dibujante en Kansas, con sus compañeros en la primera etapa de los estudios Disney, en reuniones de trabajo o incluso en un viaje a Lima en 1941, ataviado con poncho y gorro tradicionales de los músicos andinos.

Imágenes de los rodajes, carteles de sus primeros cortos, los diseños originales de Oswald, el conejo que serviría de inspiración para crear a Mickey Mouse o los dibujos a lápiz para diseñar el mundo de Blancanieves recorren las más de 600 páginas del libro.

Junto a explicaciones de Walt Disney sobre sus trabajos, como la que da de su primer largometraje animado, «Snow White and the Seven Dwarfs» (1937), que le proporcionó su primer Óscar, especial, por la innovación del filme.

«Todo el mundo estaba convencido de que nadie aguantaría hasta el final. Pero solo había una manera de salir victoriosos, que fue lanzarse a la piscina e ir a por todas; poner toda la carne en el asador. No podíamos poner en juego el dinero, el talento ni el tiempo», afirmó.

Material sacado de los archivos de la Walt Disney Company, a los que Kothenschulte tuvo pleno acceso y que le han permitido ilustrar de forma espectacular cada capítulo del libro.

Uno de ellos está dedicado a sus películas sudamericanas, realizadas en pos de la política de buena vecindad impulsada en los años cuarenta por el Gobierno estadounidense de Franklin Delano Roosevelt.

Para realizar «Saludos amigos» y «The Three Caballeros», Disney y un amplio equipo de colaboradores viajaron a Brasil, Argentina y Chile y el resultado fue una explosión de color y música que se refleja en el libro a través de delicados dibujos a pastel que luego se convertirían en escenas como la del baile del carnaval cubano.

Una edición cuidada hasta en las contratapas con preciosos diseños esquemáticos de los siete enanitos, con los nombres y características detalladas de cada uno de ellos. (19/12/2016)

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Robert Pattinson se olvida de sí mismo y deslumbra en Cannes con ‘Good Time’

Un recorrido por las calles nocturnas de Nueva York grabado de forma muy realista, con un equipo mínimo rodando cada escena mientras los directores iban dando las indicaciones, a distancia, mediante mensajes telefónicos.

/ 25 de mayo de 2017 / 13:53

Robert Pattinson consigue por fin hacer olvidar la saga «Twilight» («Crepúsculo») con una espectacular interpretación en «Good Time», una película en la que se transformó tanto que nadie le reconoció durante el rodaje, que se desarrolló por las calles de Nueva York.

«Iba por la calle, con una cámara rodando a mi lado y la gente hacia como que no se daba cuenta. Nadie me reconoció y ni siquiera me tomaron una foto con el teléfono», recordó este jueves el actor británico en una rueda de prensa en Cannes, donde el filme, dirigido por los hermanos Jos y Benny Safdie, participa en la competición oficial.

Más de un año de trabajo le llevó a Pattinson meterse en la piel de Connie, un personaje muy diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora. Alguien «amoral que no se interesa por nadie hasta que se ve entre la espada y la pared y se ve forzado a interesarse en algo, lo que supone una situación nueva para él».

Una historia que se desarrolla en el barrio neoyorquino de Queens, donde Connie y su hermano Nik -interpretado por uno de los realizadores, Benny Safdie- cometen un atraco a un banco que sale mal.

Espere

  • Good Time – Trailer subtitulado al Español. Video: Cartelera de Cine : Trailers y Estrenos

Nik es detenido por la policía y ahí empieza una vertiginosa noche en la que Connie intenta por todos los medios hacer que su hermano salga libre.

Un recorrido por las calles nocturnas de Nueva York grabado de forma muy realista, con un equipo mínimo rodando cada escena mientras los directores iban dando las indicaciones, a distancia, mediante mensajes telefónicos.

Sistema ante el que el actor se mostró un tanto reticente al inicio ya que no quería que el rodaje se llenara de paparazzi o de gente que se parara a mirar, algo que para su sorpresa no ocurrió.

«Intentaba ponerme en el lugar del personaje, meterme entre la gente en la calle, intentamos muchas cosas diferentes, también con el maquillaje» y «nadie se daba cuenta de nada», relató el actor.

Fue un «rodaje muy espontáneo» pero para realizarlo Pattinson se metió profundamente en el personaje. Su objetivo era «desaparecer», convertirse en una especie «de fantasma en el equipo», pasar a ser Connie, no interpretarlo.

Algo que fue posible por el guión de Josh Safdie y Ronald Bronstein, con una escritura musical que facilitaba mucho el trabajo de los actores.

Quinta película de los hermanos Safdie, dos cineastas independientes, autores de títulos como «Heaven Knows What» (2014) o «Go Get Some Rosemary» (2009) y que con «Good Time» han conseguido una excelente reacción en Cannes.

Con un estilo vibrante, la cámara encima de cada personaje y una estrafalaria galería de personajes marginales, los Safdie han construido un efectivo retrato de la capa más deprimida y abandonada de la sociedad.

Una narración vibrante y rítmica en la que la música de Iggy Pop se convierte en un personaje más de la película, como reconoció Joshua Safdie, para quien el músico «es un poeta» y uno de «los grandes artistas americanos».

Aunque reconoció divertido que solo se reunió con Iggy Pop «virtualmente», resaltó la importancia de la música para lograr un objetivo que tienen cada vez que hacen una película y que es lograr que los espectadores «se sumerjan» en la historia.

Para lograrlo también evitan dar muchos detalles biográficos de los personajes.

«Nuestro proceso de escritura es muy complicado e incluso agresivo, con cada proyecto es más retorcido. Todas nuestras películas se basan en los personajes, pero lo que buscamos es ver a esos personajes, no contar toda su vida», explicó.

Personajes que en «Good Time» casi se confunden con cualquier persona de la calle, que fue uno de los elementos que más atrajo a Pattinson de este proyecto.

De ahí la obsesión de los realizadores con hacer que los personajes fueran reales, no que se vieran las interpretaciones. Y para lograrlo, Pattinson y Benny Safdie desarrollaron una correspondencia por email en la que se escribían como si fueran Connie y Nick.

«Nos ayudó a desarrollar la extraña relación que hay entre ellos», explicó Benny Safdie. Una dependencia que Nick tiene de Connie y que es el resorte que hace comenzar la acción de una película que ha entrado fuerte en las quinielas para la Palma de Oro de Cannes. (25/05/2017)

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Robert Pattinson se olvida de sí mismo y deslumbra en Cannes con ‘Good Time’

Un recorrido por las calles nocturnas de Nueva York grabado de forma muy realista, con un equipo mínimo rodando cada escena mientras los directores iban dando las indicaciones, a distancia, mediante mensajes telefónicos.

/ 25 de mayo de 2017 / 13:53

Robert Pattinson consigue por fin hacer olvidar la saga «Twilight» («Crepúsculo») con una espectacular interpretación en «Good Time», una película en la que se transformó tanto que nadie le reconoció durante el rodaje, que se desarrolló por las calles de Nueva York.

«Iba por la calle, con una cámara rodando a mi lado y la gente hacia como que no se daba cuenta. Nadie me reconoció y ni siquiera me tomaron una foto con el teléfono», recordó este jueves el actor británico en una rueda de prensa en Cannes, donde el filme, dirigido por los hermanos Jos y Benny Safdie, participa en la competición oficial.

Más de un año de trabajo le llevó a Pattinson meterse en la piel de Connie, un personaje muy diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora. Alguien «amoral que no se interesa por nadie hasta que se ve entre la espada y la pared y se ve forzado a interesarse en algo, lo que supone una situación nueva para él».

Una historia que se desarrolla en el barrio neoyorquino de Queens, donde Connie y su hermano Nik -interpretado por uno de los realizadores, Benny Safdie- cometen un atraco a un banco que sale mal.

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  • Good Time – Trailer subtitulado al Español. Video: Cartelera de Cine : Trailers y Estrenos

Nik es detenido por la policía y ahí empieza una vertiginosa noche en la que Connie intenta por todos los medios hacer que su hermano salga libre.

Un recorrido por las calles nocturnas de Nueva York grabado de forma muy realista, con un equipo mínimo rodando cada escena mientras los directores iban dando las indicaciones, a distancia, mediante mensajes telefónicos.

Sistema ante el que el actor se mostró un tanto reticente al inicio ya que no quería que el rodaje se llenara de paparazzi o de gente que se parara a mirar, algo que para su sorpresa no ocurrió.

«Intentaba ponerme en el lugar del personaje, meterme entre la gente en la calle, intentamos muchas cosas diferentes, también con el maquillaje» y «nadie se daba cuenta de nada», relató el actor.

Fue un «rodaje muy espontáneo» pero para realizarlo Pattinson se metió profundamente en el personaje. Su objetivo era «desaparecer», convertirse en una especie «de fantasma en el equipo», pasar a ser Connie, no interpretarlo.

Algo que fue posible por el guión de Josh Safdie y Ronald Bronstein, con una escritura musical que facilitaba mucho el trabajo de los actores.

Quinta película de los hermanos Safdie, dos cineastas independientes, autores de títulos como «Heaven Knows What» (2014) o «Go Get Some Rosemary» (2009) y que con «Good Time» han conseguido una excelente reacción en Cannes.

Con un estilo vibrante, la cámara encima de cada personaje y una estrafalaria galería de personajes marginales, los Safdie han construido un efectivo retrato de la capa más deprimida y abandonada de la sociedad.

Una narración vibrante y rítmica en la que la música de Iggy Pop se convierte en un personaje más de la película, como reconoció Joshua Safdie, para quien el músico «es un poeta» y uno de «los grandes artistas americanos».

Aunque reconoció divertido que solo se reunió con Iggy Pop «virtualmente», resaltó la importancia de la música para lograr un objetivo que tienen cada vez que hacen una película y que es lograr que los espectadores «se sumerjan» en la historia.

Para lograrlo también evitan dar muchos detalles biográficos de los personajes.

«Nuestro proceso de escritura es muy complicado e incluso agresivo, con cada proyecto es más retorcido. Todas nuestras películas se basan en los personajes, pero lo que buscamos es ver a esos personajes, no contar toda su vida», explicó.

Personajes que en «Good Time» casi se confunden con cualquier persona de la calle, que fue uno de los elementos que más atrajo a Pattinson de este proyecto.

De ahí la obsesión de los realizadores con hacer que los personajes fueran reales, no que se vieran las interpretaciones. Y para lograrlo, Pattinson y Benny Safdie desarrollaron una correspondencia por email en la que se escribían como si fueran Connie y Nick.

«Nos ayudó a desarrollar la extraña relación que hay entre ellos», explicó Benny Safdie. Una dependencia que Nick tiene de Connie y que es el resorte que hace comenzar la acción de una película que ha entrado fuerte en las quinielas para la Palma de Oro de Cannes. (25/05/2017)

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La 31 edición de los Goya se prevé llena de monstruos e ira y un toque latino

Una edición en la que hay escasez de nombres latinoamericanos, que otros años aparecían en categorías de interpretación, y que, en esta ocasión, se limita a los cuatro títulos seleccionados para el Goya a mejor película iberoamericana.

/ 3 de febrero de 2017 / 20:33

Los Premios Goya tendrán mañana acento latino en las categorías de mejor filme iberoamericano -que se disputan Argentina, Venezuela, México y Colombia-, y actor revelación, al que opta el argentino Rodrigo de la Serna, en una edición que tiene a «Tarde para la ira» y «Un monstruo viene a verme» como favoritas.

Dirigida por J.A.Bayona, la historia de fantasía de «Un monstruo viene a verme» parte con el mayor número de nominaciones, 12, aunque si se miran los últimos premios de cine en España, la favorita es el thriller «Tarde para la ira», el debut en la dirección del actor Raúl Arévalo, que cuenta con 11 nominaciones.

El mismo número que «El hombre de las mil caras», una historia de un famoso caso real de corrupción en España con la que Alberto Rodríguez tratará de reeditar el éxito que logró hace dos años con «La isla mínima», que se hizo con 10 Goya.

Otras películas destacadas de esta 31 edición de los Goya son la histórica «1898. Los últimos de Filipinas», dirigida por Salvador Calvo, con nueve candidaturas; «Julieta», de Pedro Almodóvar, con siete; «Que Dios nos perdone», de Rodrigo Sorogoyen, con seis y «El olivo», de Iciar Bollaín, con cuatro.

En lo que se refiere a los premios de interpretación, la única clara favorita es Emma Suárez, como protagonista de «Julieta». Se enfrentará por el que sería su segundo Goya con Penélope Cruz, por «La reina de España; Carmen Machi («La puerta abierta») y Bárbara Lennie («María (y los demás)»)  Suárez está doblemente nominada porque también podría ganar el de mejor secundaria por «La próxima piel» en una categoría en la que tendrá como oponentes a Sigourney Weaver, por «Un monstruo viene a verme»; Candela Peña, por «Kiki, el amor se hace», y Terele Pávez, por «La puerta abierta».

En el apartado masculino, los nominados a mejor actor protagonista son Eduard Fernández («El hombre de las mil caras»), Roberto Álamo («Que Dios nos perdone» y Antonio de la Torre y Luis Callejo (ambos por «Tarde para la ira»).

Y como secundarios, Karra Elejalde, por «100 metros», Javier Gutiérrez («El olivo»), Javier Pereira («Que Dios nos perdone») y Manolo Solo («Tarde para la ira»).

Una edición en la que hay escasez de nombres latinoamericanos, que otros años aparecían en categorías de interpretación, y que, en esta ocasión, se limita a los cuatro títulos seleccionados para el Goya a mejor película iberoamericana y al argentino Rodrigo de la Serna como mejor actor revelación.

De la Serna, un actor conocido por su participación en «Diarios de motocicleta», optará a este Goya por su trabajo en «Cien años de perdón». Sus rivales son Ricardo Gómez («1898. Los últimos de Filipinas»), Carlos Santos («El hombre de las mil caras») y Raúl Jiménez (Tarde para la ira»).

En lo que se refiere al Goya a mejor película iberoamericana, las candidatas son «El ciudadano ilustre», de Mariano Cohn y Gastón Duprat; la mexicana «Las elegidas», de David Pablos; la venezolana «Desde allá», de Lorenzo Vigas, y la colombiana «Anna», de Jacques Toulemonde.

Títulos que llegan avalados con una excelente carrera a nivel internacional.

«Desde allá» consiguió en 2015 el primer León de Oro de Venecia para una película latinoamericana; «El ciudadano ilustre» proporcionó la Copa Volpi al mejor actor de la Mostra de este año a Óscar Martínez, mientras que «Las elegidas» se presentó en Cannes y arrasó en los últimos premios Ariel mexicano.

La película ganadora sustituirá en el palmarés de los Goya a la argentina «El clan», de Pablo Trapero, que se llevó el premio el año pasado.

De ganar «El ciudadano ilustre», sería el tercer año consecutivo con victoria argentina, ya que en 2015 la ganadora fue «Relatos Salvajes», de Damián Szifrón.

Además, Argentina es el país que más veces se ha hecho con el Goya de esta categoría, con 16 victorias de 24 nominaciones, seguida muy de lejos por Cuba, con 4 Goyas y Chile, con 3.

El último toque latino de la gala podría llegar en la categoría de mejor documental, donde está nominado «Frágil equilibrio», una película del español Guillermo García López, centrado en el discurso humanista del expresidente de Uruguay José Mujica.

La vertiente internacional de los Goya se completará con el premio a mejor película europea, que en esta edición se disputarán «Elle», de Paul Verhoeven; «Yo, Daniel Blake», de Ken Loach; «The son of Saul», de László Nemes; y «El editor de libros», de Michael Grandage.

La gala se celebrará en el Madrid Marriott Auditorium Hotel, con Dani Rovira como maestro de ceremonias por tercer año consecutivo, en una gala que promete austeridad y brevedad. (03/02/2017)

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Walt Disney, el creador de un espectáculo único y mágico que perdura

Casi 1.500 imágenes y ensayos de expertos como John Lasseter, Russell Merritt o J.B.Kaufman, componen "Los Archivos de Walt Disney: sus películas de animación 1921-1968", una gigantesca obra en una cuidadísima edición, que realiza un completo recorrido por la carrera de Disney.

/ 19 de diciembre de 2016 / 18:26

Cuando se acaban de cumplir los 50 años de su muerte, el trabajo de Walt Disney perdura en unas maravillosas películas que muestran la complejidad de su mente y de su arte. El legado eterno de un genio, analizado casi reverencialmente en un enorme volumen de Taschen.

Casi 1.500 imágenes y ensayos de expertos como John Lasseter, Russell Merritt o J.B.Kaufman, componen «Los Archivos de Walt Disney: sus películas de animación 1921-1968», una gigantesca obra en una cuidadísima edición, que realiza un completo recorrido por la carrera de Disney.

«Walt creó un tipo de espectáculo único con el que supo transmitir el carácter mágico y especial del mundo, y en ningún momento dejó de aprender, de cambiar y de aspirar a nuevos horizontes. Esta evolución es algo que siempre me ha fascinado de Walt Disney, y con este libro podemos recordarla del modo más maravilloso posible».

Estas palabras de Lasseter -responsable de títulos como «Toy Story» o «Cars» y director creativo de Pixar y Disney- son el prólogo de un libro que va desde «Newman’s Laugh-O-grams» (1921), el primer corto realizado por Walt Disney, hasta «The Junggle Book» (1967), el último largometraje en el que participó y que se estrenó después de su muerte.

Como señala el editor del libro, Daniel Kothenschulte, las películas Disney mostraban un «opulento pluralismo estilístico», reflejo de la apertura de Walt Disney a todos los estilos artísticos y su capacidad para «reconocer la calidad».

«Esta habilidad para aceptar los mundos artísticos más variados es la clave de la cualidad única de la animación de Disney. La genialidad de Walt le permitió descubrir la genialidad de otros», asegura Kothenschulte.

Una genialidad que recorre cada centímetro de un libro que saldrá a la venta en enero y que está lleno de preciosas fotografías de Disney desde sus primeros años como dibujante en Kansas, con sus compañeros en la primera etapa de los estudios Disney, en reuniones de trabajo o incluso en un viaje a Lima en 1941, ataviado con poncho y gorro tradicionales de los músicos andinos.

Imágenes de los rodajes, carteles de sus primeros cortos, los diseños originales de Oswald, el conejo que serviría de inspiración para crear a Mickey Mouse o los dibujos a lápiz para diseñar el mundo de Blancanieves recorren las más de 600 páginas del libro.

Junto a explicaciones de Walt Disney sobre sus trabajos, como la que da de su primer largometraje animado, «Snow White and the Seven Dwarfs» (1937), que le proporcionó su primer Óscar, especial, por la innovación del filme.

«Todo el mundo estaba convencido de que nadie aguantaría hasta el final. Pero solo había una manera de salir victoriosos, que fue lanzarse a la piscina e ir a por todas; poner toda la carne en el asador. No podíamos poner en juego el dinero, el talento ni el tiempo», afirmó.

Material sacado de los archivos de la Walt Disney Company, a los que Kothenschulte tuvo pleno acceso y que le han permitido ilustrar de forma espectacular cada capítulo del libro.

Uno de ellos está dedicado a sus películas sudamericanas, realizadas en pos de la política de buena vecindad impulsada en los años cuarenta por el Gobierno estadounidense de Franklin Delano Roosevelt.

Para realizar «Saludos amigos» y «The Three Caballeros», Disney y un amplio equipo de colaboradores viajaron a Brasil, Argentina y Chile y el resultado fue una explosión de color y música que se refleja en el libro a través de delicados dibujos a pastel que luego se convertirían en escenas como la del baile del carnaval cubano.

Una edición cuidada hasta en las contratapas con preciosos diseños esquemáticos de los siete enanitos, con los nombres y características detalladas de cada uno de ellos. (19/12/2016)

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‘Hotel California’, cuarenta años de un tema genial, polémico ¿y satánico?

La misteriosa letra de "Hotel California" se interpretó como una metáfora de los excesos de la vida de los artistas, también como una mirada crepuscular al sueño americano, pero hubo quien incluso señaló que incluía mensajes satánicos.

/ 8 de diciembre de 2016 / 13:11

Para muchos es una de las mejores canciones de la historia del rock y para otros es un tema de tintes satánicos. Pero cuarenta años después de su lanzamiento, lo que está claro es que «Hotel California» de los Eagles marcó el acta de defunción del pop de los setenta.

El 8 de diciembre de 1976 salió al mercado el que era el quinto álbum de una banda formada cinco años antes en Los Ángeles y que desde su primer éxito conoció un gran éxito con su mezcla de country, rock, folk y soul, pero que llegó a la cumbre con «Hotel California».

Ese disco y en especial el tema que le daba título y que comenzó a esbozar el guitarrista Don Felder y luego dieron forma Don Henley y Glenn Frey, alcanzó tal repercusión que todo lo que Eagles habían hecho antes de su lanzamiento, dejó prácticamente de existir.

Fue el «cenit» de su carrera, en palabras de Frey, que en una entrevista con la BBC en el año 1992 reconoció también que el éxito del disco, del que se vendieron más de 30 millones de copias en todo el mundo, destruyó al grupo.

«Marcó la reputación del grupo y marcó su destino», dijo el líder de un grupo que se vio sobrepasado por el éxito. «Dejó de ser divertido. Ya no confiábamos en el instinto de los otros y hubo notables desacuerdos. Además Henley y yo teníamos problemas con las drogas, lo que no ayudaba», reconoció Frey al diario The Independent.

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  • Eagles – Hotel California – ( Alta Calidad ) HD. Video: Largarife2

Tras «Hotel California» el problema era sobre qué escribir y eso fue lo que condujo a la separación del grupo en 1980, aunque se volverían a juntar en 1994 y, con algunas interrupciones más breves, se mantuvieron unidos hasta la muerte de Frey en enero de este año.

Pero nunca superaron el éxito de un disco y un tema que muchos cantantes y grupos posteriores reconocieron como una inspiración y del que hicieron versiones músicos tan dispares como Bob Marley, los Gipsy Kings, Marilyn Manson, Nancy Sinatra o Marc Anthony.

Todavía hoy, los acordes de «Hotel California» se escuchan más de 200 veces al mes en las radios británicas, según datos de la BBC, y su famoso solo de guitarra ha sido considerado en varias ocasiones como el mejor de la historia de la música.

La canción que abría el álbum alimentó además toda clase de leyendas e historias sobre el famoso hotel al que se refería, desde que estaba situado en Baja California (México) hasta que se refería a un centro psiquiátrico de Los Ángeles.

La misteriosa letra de «Hotel California» se interpretó como una metáfora de los excesos de la vida de los artistas, también como una mirada crepuscular al sueño americano, pero hubo quien incluso señaló que incluía mensajes satánicos.

Versos como «This could be Heaven or this could be Hell» («Esto puede ser el cielo o puede ser el infierno») o «You can check out anytime you like but you can never leave.» («Puedes cancelar tu reserva cuando quieras, pero no puedes marcharte nunca») son, según algunas opiniones, frases que no se refieren a un simple hotel ni a una crítica social.

Pero Henley aseguró en una entrevista con la revista Rolling Stone que los miembros del grupo procedían de la clase media y que para ellos «Hotel California» era su visión de la vida de clase alta de Los Ángeles.

Era en realidad, aseguró, una metáfora «sobre los excesos de la cultura estadounidense» y del «difícil equilibrio que existe entre arte y comercio».

Más allá de interpretaciones, el álbum se llevó el Grammy de 1977 a mejor disco del año y la larguísima canción, de seis minutos y medio, se ha convertido en un himno musical, en un clásico que perdura en el tiempo.

Y eso pese a que Jethro Tull asegurara en alguna ocasión que «Hotel California» es en realidad un tema inspirado en su canción «We used to know», del álbum «Stand Up», de 1969. (08/12/2016)

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