Este fin de semana ha tenido lugar el punto de inflexión más importante hasta la fecha en la ya más que consolidada relación del príncipe Enrique y la actriz Meghan Markle: su primer acto público juntos. El marco escogido para la ocasión fue un partido de polo benéfico organizado en Ascot (Inglaterra) en el que participó el nieto de Isabel II y del que la protagonista de la serie ‘Suits’ no quiso perderse ningún detalle desde la exclusiva grada repleta de celebridades situada en uno de los extremos del campo de juego.

Desde el comienzo de su idilio a mediados del año pasado, los dos enamorados solo habían podido ser fotografiados juntos por los paparazzi en escasas ocasiones y siempre desde una distancia considerable, como sucedió durante el viaje a Jamaica que realizaron en marzo para asistir al enlace de un amigo de la infancia del príncipe. Sin embargo, este domingo los dos tortolitos no tuvieron ningún reparo en abrazarse y besarse en el aparcamiento del hipódromo a pesar de que habían evitado dejarse ver juntos en el césped.

Su primera aparición oficial coincide con las informaciones que aseguran que Meghan podría acompañar al hijo menor de Carlos de Inglaterra y Lady Di a la boda de su cuñada Pippa Middleton y el empresario James Matthews, que se darán el ‘sí quiero’ el próximo 20 de mayo. Aunque en un principio la hermana de la duquesa de Cambridge había impuesto como regla a los invitados que llevaran como acompañantes a la ceremonia y al posterior convite únicamente a sus esposos o prometidos, parece que ha decidido hacer una excepción en el caso de la actriz.

Asimismo, y según ha podido saber el tabloide Daily Mail, el oficial Mark Dyer -antiguo mentor de Enrique y a quien considera un segundo padre- habría hecho muy buenas migas con Meghan, hasta el punto de que a ambos se les habría podido ver conversando de forma distendida durante el mencionado partido de polo.

«La opinión de Dyer es muy importante para Enrique. A Mark le gusta mucho Meghan. Se llevan a las mil maravillas», reveló un informante al citado medio.

Todo apunta a que la intérprete estadounidense podría convertirse en la mujer con la que Enrique siente finalmente cabeza tras varias relaciones fallidas. De hecho, este habría iniciado ya los preparativos para que su chica le acompañe el próximo año a Australia en su viaje oficial para presidir la inauguración de los Juegos

Invictus de 2018 en Sídney. Según los últimos rumores, Enrique de Inglaterra también tendría en mente convertir la famosa tiara de esmeraldas de su madre Diana de Gales en el anillo de compromiso con el que sellar su amor por la intérprete de ‘Suits’ en un futuro que parece estar cada vez más cerca.

Por su parte, Enrique ha conseguido causar muy buena impresión al padre de Meghan cuando se conocieron poco después de que iniciara su relación con su hija, mientras que la actriz ya habría logrado sin despeinarse la aprobación de la casa real británica. (08/05/2017)