Los Boy Scouts de EE.UU. cambiarán su nombre para integrar a niñas y niños
El programa para jóvenes de la entidad abandonará la palabra "boy" y pasará a llamarse "Scouts BSA" a partir de febrero de 2019, lo que supone un histórico cambio para la icónica asociación, que sí mantendrá el término "boy" en el nombre de la organización.
La histórica organización estadounidense de actividades juveniles «Boy Scouts» anunció hoy que suprimirá la palabra «boy» -chico, en inglés- de su programa para jóvenes con objeto de integrar en su programa a ambos sexos.
«Cuando entramos en una nueva era para nuestra organización, es importante que toda la juventud se vea en los ‘Scouts’ de todas las formas posibles», aseguró Michael Surbaugh, jefe de Boy Scouts of America, en un comunicado.
De este modo, el programa para jóvenes de la entidad abandonará la palabra «boy» y pasará a llamarse «Scouts BSA» a partir de febrero de 2019, lo que supone un histórico cambio para la icónica asociación, que sí mantendrá el término «boy» en el nombre de la organización.
«Desde febrero de 2019, el nombre de los programas para jóvenes mayores será ‘Scouts BSA'», señaló Surbaugh.
Además, la nueva campaña de reclutamiento irá dirigida ahora a chicos y chicas por primera vez en su programa más destacado, «Cub Scout».
El anuncio llegó meses después de que decidieran empezar a aceptar a chicas para las actividades del Cub Scout.
La decisión fue anunciada entonces por la organización dos meses después de que la versión femenina, Girls Scouts de Estados Unidos (GSUSA), acusara a la masculina de sumar subrepticiamente a chicas.
Desde hace más de cien años ambas organizaciones han admitido chicas o chicos cada una por su lado, por lo que las críticas de GSUSA, organización creada en 1912, rompieron la buena relación que habían venido manteniendo ambos grupos.
También en 2017, los Boy Scouts levantaron el veto al ingreso a los niños transexuales, que regía desde hacía más de un siglo, en otra decisión determinante en su historia.
La organización cuenta con 2,3 millones de niños y jóvenes de entre 7 y 21 años, además de casi un millón de voluntarios en todo Estados Unidos, según recordó en el escrito.