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Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 19:48 PM

Seattle se convierte en la mayor ciudad de EEUU que prohíbe las pajitas de plástico

Los legisladores de Seattle habían aprobado la prohibición en 2008 pero dieron varios años a los restaurantes para encontrar sustitutos tales como cubiertos biodegradables.

/ 4 de julio de 2018 / 15:45

La ciudad estadounidense de Seattle prohibió los cubiertos y pajitas de plástico en los restaurantes y cafés, una victoria para los defensores del medio ambiente que, sin embargo, será difícil de replicar en el resto de Estados Unidos.

Después de las bolsas de plástico, la pajita, pitillo, sorbito o cañita se ha convertido en pocos años en el enemigo a vencer, por su breve tiempo de uso y las imágenes de los animales marinos que las ingieren.

Un video de 2015 de una tortuga con una pajita incrustada en la nariz tiene más de 30 millones de reproducciones en YouTube.

Espere

Seattle, situada al borde de una bahía en la costa del Pacífico, es la mayor ciudad estadounidense (725.000 habitantes) que ha impuesto la prohibición, lo que hasta ahora sólo unos pocos centros turísticos se habían atrevido. El más reciente de ellos fue Malibu el 1 de junio.

Los legisladores de Seattle habían aprobado la prohibición en 2008 pero dieron varios años a los restaurantes para encontrar sustitutos tales como cubiertos biodegradables.

A partir de esta semana, cada infracción se pagará con 250 dólares.

Aunque los usuarios de cubiertos, removedores y pajitas de plástico los desechen en contenedores de basura, estos artículos por lo general no pueden ser reciclados porque son demasiado pequeños y pasan a través de las estructuras de clasificación de las plantas de reciclaje, acabando finalmente en los vertederos, desde donde pueden, potencialmente, volar y terminar en ríos y océanos.

El movimiento para prohibirlos es global, aunque incipiente. La Comisión Europea ha propuesto prohibir los plásticos de un solo uso, como los cubiertos, los platos, los bastoncillos de algodón y, por supuesto, las pajitas, pero los Estados miembros tardarán varios años en aplicar la prohibición.

Reino Unido quiere comenzar a hacerlo este año y Estados Unidos está aún lejos de una prohibición, más allá de los bastiones defensores del medio ambiente de la costa oeste.

En el estado de Hawái, en el Pacífico, un proyecto de ley fracasó por la oposición de las asociaciones profesionales.

Actualmente, California está debatiendo una ley menos radical que prohibiría que los restaurantes ofrezcan pajitas… a menos que el cliente pida una.

En Nueva York, el alcalde está a favor de su desaparición, pero aún no se ha aprobado ninguna ley.

– Ríos asiáticos –

La batalla contra las bolsas de plástico, que se desató hace más de una década, ilustra los obstáculos que se avecinan para la pajita. Al día de hoy, de los 50 estados del país solo California y Hawái han prohibido las bolsas de plástico. Washington les hace pagar cinco centavos por cada una a los clientes.

  • Recojo de pajitas (bombillas) de los ríos. Foto: viveusa

Por el contrario, una docena de estados tienen leyes que prohíben a sus ciudades prohibirlas.

En Texas, la justicia con el apoyo del procurador general del estado, un republicano, acaba de anular un intento de prohibir que las tiendas de Austin y otras ciudades ofrezcan bolsas de plástico desechables a sus clientes.

Los industriales abogan por la flexibilidad. La Federación de Industrias Químicas ha adoptado el lema: «Si no necesitas una pajita, no la tomes».

Y la gran federación nacional de restaurantes recuerda que en ciertas circunstancias, como cuando uno conduce o en casos de algunas minusvalías, el uso de la pajita es beneficioso.

Nick Mallos, de la ONG Ocean Conservancy, dijo a la AFP que una «medida fácil» sería que los restaurantes y las empresas adopten políticas voluntarias para dar las pajitas exclusivamente cuando se les pide.

Algunos cafés ya lo están haciendo en todo el país, en algunos casos con un cartel con la imagen de una tortuga.

Este verano, Alaska Airlines reemplazará sus pequeños removedores de plástico por unos de madera. McDonald’s está estudiando la posibilidad de reemplazar el plástico por un material biodegradable.

En última instancia, sin embargo, la gran mayoría de la contaminación plástica que ensucia los océanos no proviene de ciudades como Seattle, donde la gestión de residuos es relativamente eficiente, sino de urbes asiáticas y especialmente de China, donde las infraestructuras de gestión de residuos están desbordadas.

Más del 90% del plástico de los océanos proviene de solo diez ríos, incluidos ocho asiáticos y dos africanos, según un cálculo realizado en 2017 por el Centro de Investigación Ambiental Helmholz.

«Lo mejor que se podría hacer a corto plazo sería ayudar a estos países a recolectar y gestionar mejor sus residuos», dice a la AFP Kara Lavender Law, profesora de oceanografía de la Sea Education Association.

Pero enfatiza que esto no debe impedir que los países desarrollados creen alternativas al plástico. «Necesitamos reflexionar sobre cómo usamos estos materiales, que están diseñados para no degradarse». (04/07/2018)

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Seattle se convierte en la mayor ciudad de EEUU que prohíbe las pajitas de plástico

Los legisladores de Seattle habían aprobado la prohibición en 2008 pero dieron varios años a los restaurantes para encontrar sustitutos tales como cubiertos biodegradables.

/ 4 de julio de 2018 / 15:45

La ciudad estadounidense de Seattle prohibió los cubiertos y pajitas de plástico en los restaurantes y cafés, una victoria para los defensores del medio ambiente que, sin embargo, será difícil de replicar en el resto de Estados Unidos.

Después de las bolsas de plástico, la pajita, pitillo, sorbito o cañita se ha convertido en pocos años en el enemigo a vencer, por su breve tiempo de uso y las imágenes de los animales marinos que las ingieren.

Un video de 2015 de una tortuga con una pajita incrustada en la nariz tiene más de 30 millones de reproducciones en YouTube.

Espere

Seattle, situada al borde de una bahía en la costa del Pacífico, es la mayor ciudad estadounidense (725.000 habitantes) que ha impuesto la prohibición, lo que hasta ahora sólo unos pocos centros turísticos se habían atrevido. El más reciente de ellos fue Malibu el 1 de junio.

Los legisladores de Seattle habían aprobado la prohibición en 2008 pero dieron varios años a los restaurantes para encontrar sustitutos tales como cubiertos biodegradables.

A partir de esta semana, cada infracción se pagará con 250 dólares.

Aunque los usuarios de cubiertos, removedores y pajitas de plástico los desechen en contenedores de basura, estos artículos por lo general no pueden ser reciclados porque son demasiado pequeños y pasan a través de las estructuras de clasificación de las plantas de reciclaje, acabando finalmente en los vertederos, desde donde pueden, potencialmente, volar y terminar en ríos y océanos.

El movimiento para prohibirlos es global, aunque incipiente. La Comisión Europea ha propuesto prohibir los plásticos de un solo uso, como los cubiertos, los platos, los bastoncillos de algodón y, por supuesto, las pajitas, pero los Estados miembros tardarán varios años en aplicar la prohibición.

Reino Unido quiere comenzar a hacerlo este año y Estados Unidos está aún lejos de una prohibición, más allá de los bastiones defensores del medio ambiente de la costa oeste.

En el estado de Hawái, en el Pacífico, un proyecto de ley fracasó por la oposición de las asociaciones profesionales.

Actualmente, California está debatiendo una ley menos radical que prohibiría que los restaurantes ofrezcan pajitas… a menos que el cliente pida una.

En Nueva York, el alcalde está a favor de su desaparición, pero aún no se ha aprobado ninguna ley.

– Ríos asiáticos –

La batalla contra las bolsas de plástico, que se desató hace más de una década, ilustra los obstáculos que se avecinan para la pajita. Al día de hoy, de los 50 estados del país solo California y Hawái han prohibido las bolsas de plástico. Washington les hace pagar cinco centavos por cada una a los clientes.

  • Recojo de pajitas (bombillas) de los ríos. Foto: viveusa

Por el contrario, una docena de estados tienen leyes que prohíben a sus ciudades prohibirlas.

En Texas, la justicia con el apoyo del procurador general del estado, un republicano, acaba de anular un intento de prohibir que las tiendas de Austin y otras ciudades ofrezcan bolsas de plástico desechables a sus clientes.

Los industriales abogan por la flexibilidad. La Federación de Industrias Químicas ha adoptado el lema: «Si no necesitas una pajita, no la tomes».

Y la gran federación nacional de restaurantes recuerda que en ciertas circunstancias, como cuando uno conduce o en casos de algunas minusvalías, el uso de la pajita es beneficioso.

Nick Mallos, de la ONG Ocean Conservancy, dijo a la AFP que una «medida fácil» sería que los restaurantes y las empresas adopten políticas voluntarias para dar las pajitas exclusivamente cuando se les pide.

Algunos cafés ya lo están haciendo en todo el país, en algunos casos con un cartel con la imagen de una tortuga.

Este verano, Alaska Airlines reemplazará sus pequeños removedores de plástico por unos de madera. McDonald’s está estudiando la posibilidad de reemplazar el plástico por un material biodegradable.

En última instancia, sin embargo, la gran mayoría de la contaminación plástica que ensucia los océanos no proviene de ciudades como Seattle, donde la gestión de residuos es relativamente eficiente, sino de urbes asiáticas y especialmente de China, donde las infraestructuras de gestión de residuos están desbordadas.

Más del 90% del plástico de los océanos proviene de solo diez ríos, incluidos ocho asiáticos y dos africanos, según un cálculo realizado en 2017 por el Centro de Investigación Ambiental Helmholz.

«Lo mejor que se podría hacer a corto plazo sería ayudar a estos países a recolectar y gestionar mejor sus residuos», dice a la AFP Kara Lavender Law, profesora de oceanografía de la Sea Education Association.

Pero enfatiza que esto no debe impedir que los países desarrollados creen alternativas al plástico. «Necesitamos reflexionar sobre cómo usamos estos materiales, que están diseñados para no degradarse». (04/07/2018)

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Refugiados, inmigrantes, clandestinos: Donald Trump persiste

La Casa Blanca envió un mensaje desafiante sobre el decreto antiinmigración suspendido por la justicia, dando a entender que Trump podría firmar en los próximos días una versión modificada.

/ 12 de febrero de 2017 / 22:50

En nombre de la seguridad de los estadounidenses y frente al bloqueo de las justicia, el presidente Donald Trump pretende continuar con su política de expulsar a clandestinos y rechazar a ciudadanos extranjeros procedentes de países considerados nidos de terroristas.

Después de que miles de personas se manifestaran en su contra en las principales ciudades de México, incluida la capital, la Casa Blanca confirmó este domingo su voluntad de acelerar la expulsión de los sin papeles.

«La represión contra los clandestinos criminales no es más que la aplicación de mi promesa de campaña», escribió el presidente estadounidense en Twitter.

«¡Los miembros de bandas, los traficantes de drogas y otros están siendo expulsados!», agregó.

Una gran operación de varios días bautizada como «Cross Check» permitió detener a cientos de clandestinos en varias ciudades grandes de Estados Unidos, en particular Los Ángeles (160 arrestos) y Nueva York (40, según una asociación).

Trump firmó un decreto a fines de enero que ordenaba a las autoridades fronterizas centrarse en las personas sin documentación legal que han delinquido o son sospechosas de haberlo hecho, una categoría mucho más amplia que la de expulsar a criminales y reincidentes, foco de la administración de Barack Obama.

  • Marcha en México contra Donald Trump. Foto: EFE

Las autoridades insistieron este sábado en el carácter rutinario de estas operaciones, aunque la Casa Blanca afirmó este domingo que se trataba de una represión reforzada contra clandestinos.

«Bajo la orden del presidente, fueron lanzadas operaciones de control migratorio fuertemente ampliadas y más enérgicas», explicó Stephen Miller, consejero de Donald Trump, a la cadena Fox.

«Es cierto que las operaciones de ‘Cross Check’ son llevadas a cabo cada año. Pero, este año, tomamos medidas nuevas y más importantes para expulsar a los extranjeros delincuentes», precisó.

Varios demócratas pidieron cuentas al gobierno, temiendo que los clandestinos sin antecedentes penales caigan en estas redadas.

El caso de una madre de familia en Phoenix (Arizona) expulsada a México cristalizó las preocupaciones de la izquierda y también de algunos de la derecha.

«Hay mucha preocupación en Arizona entre aquellos que vinieron ilegalmente pero no cometieron un delito grave», advirtió el senador republicano de ese estado Jeff Flake, subrayando que la solución sólo podría llegar con una gran reforma del sistema de inmigración en el Congreso.

 – ¿ Nuevo decreto ? –

La Casa Blanca envió este domingo un mensaje desafiante sobre el decreto antiinmigración suspendido por la justicia, dando a entender que Trump podría firmar en los próximos días una versión modificada de la medida inicial que resista esta vez al examen de los tribunales.

La corte de apelaciones federal de San Francisco estimó este jueves pasado que el gobierno no tiene una autoridad absoluta en el tema migratorio y que los derechos de los extranjeros con visas deben ser respetados.

El decreto del 27 de enero cierra las fronteras durante tres meses a los ciudadanos de siete países y durante cuatro meses a todos los refugiados.

Además, plantea la cuestión de una eventual discriminación religiosa en violación de la Constitución de Estados Unidos, dado que los siete países sobre los cuales pesa la prohibición son todos de mayoría musulmana (Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen).

  • Marcha en México contra Donald Trump. Foto: EFE

«Los jueces se apropiaron de un poder que le pertenece claramente al presidente de Estados Unidos», deploró Miller en el canal NBC.

«Ningún extranjero proveniente de Yemen o de otro lugar tiene derecho constitucional para entrar en nuestro país», aseguró, subrayando que los siete países fueron elegidos en base a su situación de seguridad.

«Siria es una zona devastada. Libia está en ruinas. Yemen se enfrenta al resurgimiento de un gran movimiento terrorista», justificó.

Trump mencionó este viernes pasado la posibilidad de promulgar un nuevo decreto «quizás el lunes o el martes», una opción que seguía en la mesa de negociación el domingo.

La batalla puede en paralelo continuar en los tribunales, e incluso llegar a la Corte Suprema, según indicó Miller.

«Haremos todo lo que está en nuestro poder para proteger a nuestro país del terrorismo», dijo.

La línea dura defendida en las televisiones estadounidenses por el joven consejero de 31 años, arquitecto de la nueva política antiinmigración de la Casa Blanca, fue aplaudida por el mismo Trump, quien exclamó en Twitter: «íLindo trabajo!»

El tema debería figurar en la agenda del encuentro entre Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el lunes en Washington.

Tras la publicación del decreto, Trudeau se desmarcó al declarar que las fronteras de Canadá están abiertas «a quienes huyen de la persecución, el terror y la guerra». (12/02/2017)

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Primera ola de operaciones contra inmigrantes clandestinos de la era Trump

Los arrestos, que se llevaron a cabo en residencias y lugares de trabajo, provocaron la movilización de legisladores en las regiones involucradas, en particular en California y en Los Ángeles.

/ 12 de febrero de 2017 / 00:17

Las autoridades estadounidenses detuvieron y expulsaron la semana pasada a varios cientos de personas sin papeles considerados prioritarios. Estas operaciones, presentadas como rutinarias, son las primeras de la era Trump y despertaron pánico en las comunidades de inmigrantes.

Las operaciones de los agentes del Servicio de Inmigración (ICE), la agencia federal especializada en deportaciones, tuvieron como blanco los hogares de inmigrantes clandestinos en Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Austin y otras ciudades.

«Los objetivos de estas operaciones no difieren de los arrestos selectivos y de rutina hechos diariamente por los equipos de búsqueda de fugitivos», dijo a la AFP la portavoz del ICE, Jennifer Elzea.

Según The Washington Post, la cantidad de arrestos suman ya varios centenares.

En Los Ángeles, el director local del ICE, David Marin, indicó a los periodistas que 160 personas fueron detenidas, de las cuales el 75% registraba pesadas condenas.

Otras que no tenían antecedentes penales fueron detenidas en la misma redada, dijo. Este pasado viernes a la noche, 37 clandestinos ya habían sido expulsados hacia México.

En un decreto firmado el 25 de enero, el presidente Donald Trump priorizó la expulsión de los inmigrantes sin papeles con antecedentes penales o acusados de delitos.

«Los artículos (de prensa) que evocan controles carreteros u operaciones al azar son falsos, y eso es peligroso e irresponsable», denunció Marin, según Los Ángeles Times, subrayando que sus servicios realizan regularmente este tipo de operaciones selectivas, como lo hicieron en julio de 2016 y agosto de 2015″.

Los arrestos, que se llevaron a cabo en residencias y lugares de trabajo, provocaron la movilización de legisladores en las regiones involucradas, en particular en California y en Los Ángeles, donde el centro de investigación Pew estima que viven un millón de sin papeles.

Se estima que la población clandestina de Estados Unidos es de 11 millones de personas.

«El cambio de política del presidente Trump traiciona nuestros valores», protestó la senadora de California Dianne Feinstein.

– Operaciones selectivas –

Las mismas operaciones se llevaron a cabo en Austin, Texas, donde viven 100.000 sin papeles. El video de la detención en medio de la calle de un hombre que estaba manejando su auto apareció en la portada de los medios locales y generó manifestaciones.

El representante demócrata local del Congreso Joaquín Castro confirmó el lanzamiento de arrestos coordinados en el sur y centro de Texas, en el marco de una operativo denominado «Operation Cross Check».

«Le pedí a las autoridades que aclaren si estos individuos son efectivamente una amenaza peligrosa y violenta para nuestras ciudades y que no están aquí para simplemente (…) aportar su contribución a nuestro Estado», señaló.

En Nueva York, ciudad que alberga la mayor cantidad de clandestinos (1,15 millones según Pew), cientos de personas manifestaron cerca de las oficinas de los servicios de inmigración.

La administración Obama llevó a cabo al menos seis operaciones similares, bautizadas «Cross Check». Una de ellas, que duró cinco días en marzo 2015, condujo al arresto de más de 2.000 clandestinos considerados como «amenazas al orden público».

Para evitar problemas a las familias establecidas que están en el país sin otra infracción que la de estar en situación irregular, Obama priorizó la expulsión de los sin papeles condenados por crímenes graves o por cometer delitos reiterados.

El decreto de Trump va más lejos y no distingue entre crimen y delito, y alcanza a todos por igual.

Un ejemplo de esta política más intransigente es la expulsión el jueves de la mexicana Guadalupe García de Rayos, de 35 años. Esta madre de familia fue condenada hace varios años por usar documentos falsos y declarada expulsable, aunque hasta ahora se había beneficiado de la indulgencia de las autoridades. Ella fue detenida luego de una convocatoria de rutina ante los servicios de inmigración en Phoenix.

Después de esta expulsión muy mediática, el ministerio de Relaciones Exteriores mexicano invitó a sus ciudadanos a «tomar precauciones y estar en contacto con el consulado más cercano para recibir la ayuda necesaria frente a una situación de este tipo». (11/02/2017)

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Clinton busca acomodarse en la campaña tras nueva investigación del FBI

El FBI descubrió miles de mensajes nuevos, cuyo contenido no fue revelado, en un ordenador portátil de la asesora de Clinton Huma Abedin y su exmarido Anthony Weiner.

/ 29 de octubre de 2016 / 19:16

Hillary Clinton se vio este sábado forzada a adaptar su postura en la campaña tras la reapertura por el FBI de la investigación sobre sus correos electrónicos, un contratiempo de último minuto que Donald Trumo busca aprovechar.

El candidato republicano a la Casa Blanca, rezagado en las encuestas, no ha dudado en usar la polémica que envuelve a su rival para convencer a sus votantes de que los comicios del 8 de noviembre no están perdidos.

«Es el mayor escándalo desde el Watergate y todo el mundo espera que por fin se haga justicia», afirmó el magnate durante un mitin en Cedar Rapids (Iowa, norte) la noche de este viernes.

El republicano viaja este sábado a Colorado y Arizona, mientras que Clinton participará en un concierto que dará Jennifer López en Miami.

Aunque Clinton disfruta de una amplia ventaja en la mayoría de sondeos, algunas encuestas marcaron un acercamiento entre ambos candidatos.

Según un sondeo de ABC/The Washington Post publicado este sábado, Clinton recibe 47% de las adhesiones contra 45% para Trump. El mismo estudio le adjudicó una ventaja de 12 puntos hace una semana.

El cambio de tendencia ocurrió precisamente el viernes, cuando el FBI anunció la reapertura de las pesquisas sobre el uso que hizo la exjefa de la diplomacia estadounidense de un servidor privado para enviar correos electrónicos entre 2009 y 2013, en lugar de ceñirse al protocolo de seguridad del Departamento de Estado.

El director del FBI, James Comey, afirmó que se había descubierto «la existencia de correos que parecen ser pertinentes» a la primera investigación que se cerró en julio.

Entonces, Comey decidió no presentar cargos contra Clinton, pero afirmó que tanto ella como sus asesores habían sido «extremadamente descuidados» en el tratamiento de información reservada.

– Críticas al FBI –

El FBI descubrió miles de mensajes nuevos, cuyo contenido no fue revelado, en un ordenador portátil de la asesora de Clinton Huma Abedin y su exmarido Anthony Weiner.

Abedin formaba parte de su círculo más cercano en el Departamento de Estado y hace poco se separó de su esposo, envuelto en una investigación por enviar mensajes con contenido sexual a una menor.

La campaña demócrata denunció la maniobra del FBI a escasos 10 días para las elecciones y exigió a su director aclarar el contenido de los correos para acallar rumores.

«Al presentar información de manera selectiva, (Comey) abrió el camino a las distorsiones y exageraciones partidarias para causar el máximo daño político», afirmó este sábado John Podesta, el presidente del equipo de campaña de Clinton.

Varios medios estadounidenses reportaron que Comey también fue criticado por responsables del Departamento de Justicia, del cual depende el FBI, y que le habían advertido que no rompiera con la tradición de no comentar casos públicamente durante las campañas elecciones, para no interferir con ellas.

El director del FBI se justificó en un e-mail que fue divulgado por el diario The Washington Post: «Por supuesto, no solemos informar al Congreso sobre casos que están en curso, pero en este caso siento la obligación de hacerlo ya que en los últimos meses dije en repetidas ocasiones que la investigación había concluido».

La candidata demócrata aseguró a la prensa la noche de este viernes en Des Moines (Iowa) que estaba «convencida, independientemente de lo que digan, que no harán cambiar la decisión (del FBI) de julio».

Reclamó de todas formas que los investigadores ofrezcan más información «inmediatamente».

Pero el tiempo que se necesita para examinar los correos electrónicos hace poco probable que el FBI tenga una respuesta de aquí al 8 de noviembre.

¿Cambiará esto el curso de las elecciones?  Clinton considera que los ciudadanos «se formaron una idea sobre los e-mails hace tiempo».

«Sería mejor si hicieran público el contenido de los e-mails. Tengo confianza en Hillary», declaró el vicepresidente Joe Biden a la cadena CNN este sábado.

Para el bando republicano, la reapertura de la investigación no es más que un nuevo capítulo en la serie de mentiras que ha contado el matrimonio Clinton.

«Lo hemos visto durante 30 años. Así será Clinton como presidenta», afirmó el portavoz y estratega Sean Spicer, tambén en declaraciones a CNN. (29/10/2016)

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