Su vida actoral comenzó con un papel pequeño en la obra Condeuyo, la calle del pecado: era una sandwichera que vendía sus productos en esa vía. El día de la función acudió con su anafe de verdad y, en el escenario, comenzó a cocinar los chorizos, impactando al público, director y compañeros.
«Yo quiero despedirme del teatro como comencé: de sandwichera de la esquina. Será una obra para los niños y jóvenes en las que ésta vendedora ofrece consejos y cuenta las experiencias vividas”, dijo Ríos en una entrevista a La Razón, en noviembre de 2017.
En 1969 Ríos era policía y trabajaba en Identificaciones. Un día, cuando Raúl Salmón acudió a renovar su carnet, aprovechó para comentarle que quería actuar.
Vivió sus primeros años en Potosí, luego pasó a Cochabamba, donde estudió en el internado de las «Madres Adoratrices». Trabajó por 24 años en la División Operativa de Criminalística de la Policía. Posteriormente se desempeñó, desde 1998, como directora del Sistema de Teatros Municipales de La Paz. Se estrenó en las tablas con la obra ‘Condeuyo, la calle del pecado’ dirigida por Raúl Salmón, según reseña del biógrafo Elías Blanco.
Trabajó en comedias musicales bajo la dirección de Tito Landa en obras como «Los Jaraneros», «La ocasión hace al ladrón» o «La Rosita». Posteriormente estaría a órdenes de directores como David Santalla en ‘Toribio Satanás’, Hugo Pozo en ‘La Sanguchera de la Esquina’, ‘La Rebelión de las Cholas’ o ‘Zambo Salbito’, Ninón Dávalos en ‘Bajo el Panorama del Puente’ o Juan Barrera en ‘Rupertita, la Maestra Mayor’.
Tuvo papeles en «Cuestión de Fe», «El Gran Escape» (producción brasileña), «Corazón de Jesús’», «American Visa» y «No le digas». También participó en la miniserie «Fuego Cruzado» de Rodrigo Ayala. Ha sido reconocida con una infinidad de premios por parte de instituciones nacionales. (19/08/2018)