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Friday 29 Mar 2024 | Actualizado a 05:37 AM

Denuncian a Valdivia por falta de pago a sus empleados

El director enfrenta procesos en el Conacine y en el Ministerio de Trabajo.

/ 9 de octubre de 2018 / 20:45

El director de cine Juan Carlos Valdivia tiene dos denuncias por falta de pago a sus empleados. La Razón contactó a otros cuatro trabajadores que lo señalan por incumplimiento. El director indicó que siempre tiene deudas al concluir sus filmes.

La primera denuncia data de 2014 —según documentos a los que accedió este medio—. Un cineasta (quien pidió guardar su identidad en reserva) fue contratado por CineNómada (empresa que se encuentra a cargo de Valdivia) para la elaboración de un spot publicitario. Desde entonces, el empleado no recibió ningún pago por su labor y asegura que aquél le debe $us 520. El trabajador afirma que peregrinó infructuosamente durante cuatro años en busca de solucionar el problema. “Nunca le importó pagarme sabiendo que era mi única fuente de ingresos”.

Él decidió llevar el caso ante el Ministerio de Trabajo. Así, el 7 de septiembre de este año salió una citación contra Valdivia, que le insta a presentarse ante esta cartera estatal para “responder a la demanda interpuesta por su trabajador”. El director no lo hizo. Posteriormente se emitió otra citación al cineasta, pero él volvió a ignorarla.

El 26 de septiembre, el Ministerio de Trabajo emitió un memorándum con una conminatoria de presentación de “cumplimiento obligatorio”. La fecha para su presentación era el martes 2 de octubre.

No es la única mala noticia que recibió Valdivia en este último tiempo. La segunda denuncia data del miércoles 3 de octubre, el Consejo Nacional del Cine (Conacine) recibió una carta en la cual se informa del “no cumplimiento de acuerdos, contratos, convenios o palabra empeñada por parte de productores y directores” en las cintas Ivy Maraey y Søren, además de otros dos filmes.

En el caso de Ivy Maraey hay denuncias de que las deudas datan de hace seis años. Aún no hay ninguna respuesta del Conacine a la nota enviada la semana pasada.

Hay otras personas que desistieron de cobrar sus sueldos para evitar “el maltrato que se les da”, según el documento remitido al Conacine, al que accedió La Razón.

La semana pasada, Valdivia conversó con este medio de comunicación y afirmó que hacer cine en Bolivia es una labor complicada y que siempre se acaba con deudas. “Las películas se tardan en pagar (…) Con todas las películas he terminado en números rojos y han tenido que pasar años para tener que pagar mis deudas con mi propio trabajo”.

El director de Zona Sur se quejó por la falta de ayuda económica para los cineastas. “Lo que no hay es plata y esa es la parte que desgasta, usar el sombrero y pedirle a la gente plata todo el tiempo”.

Søren. La reciente película de Valdivia (que se estrenará en noviembre) es Søren. Cuatro trabajadores del personal técnico de esta producción denunciaron ante el diario La Razón que el director no les pagó salarios.

Carla (quien solicitó mantener su nombre en reserva) indicó: “Son varios meses que no tenemos un sueldo, solo nos han adelantado $us 100 de los más de 1.500 que nos debe a cada uno. Debemos ser unas 50 personas afectadas”. Ella trabajó en la filmación durante cinco meses.

A la postura de Carla se suma la de Fernanda (quien tampoco se animó a develar su nombre). Reclama una deuda de $us 1.500 por su labor y acota que su problema superó lo laboral para convertirse en “personal”. “(Valdivia) recluta gente que nunca ha trabajado con él, jóvenes de menos de 30 años, aprovechándose laboralmente de ellos”.

Añadió que no solo se debe dinero al personal técnico, también hay deudas a los protagonistas de la película.
Además, denunció que el director humilló a actores, “a todos nosotros”. “A las mujeres nos trataba mal, hacía comentarios sexistas y misóginos todo el tiempo”.

Alejandro (otro nombre ficticio) fue parte del equipo de producción e indica que la deuda con él y con otras 25 personas de su área es de $us 500. “Siempre se excusó indicando que no tenía dinero; sin embargo, vemos que él lleva una vida ostentosa”.

Miguel (quien también utiliza nombre falso) se quejó: “Me dijeron que me pagarían $us 70 por día para reemplazar a los trabajadores que se fueron ante la falta de pago. Ahora me dicen que ya no me van a pagar por la ayuda”.

Las denuncias de los cuatro empleados de Valdivia forman parte de la nota de queja presentada al Conacine la semana pasada y no hay ninguna respuesta al respecto. Éstos analizan llevar su denuncia al Ministerio de Trabajo. Las deudas han “desprestigiado” al director. “Tenemos un desamparo total de la sociedad, no solo del Estado, sino también de la empresa privada”, dijo Valdivia. Esto le habría generado mala fama “en algunos círculos”.

Él no dudó en tildar a sus películas de “económicamente desastrosas”, pero advierte que honra sus compromisos. “Se le termina pagando a la gente, la mayoría lo entiende porque a cambio dices: ‘Tengo en mi currículo que he trabajado en esta película, he aprendido un montón de cosas y son personas que trabajan en el medio’. No siento que hay una estafa en ese sentido, pero sí hay una tardanza en pagar las cuentas”.

Según información a la que accedió este medio de comunicación, CineNómada no es la única empresa con deudas. Hay otras producciones que no han cancelado a sus trabajadores.

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Denuncian a Valdivia por falta de pago a sus empleados

El director enfrenta procesos en el Conacine y en el Ministerio de Trabajo.

/ 9 de octubre de 2018 / 20:45

El director de cine Juan Carlos Valdivia tiene dos denuncias por falta de pago a sus empleados. La Razón contactó a otros cuatro trabajadores que lo señalan por incumplimiento. El director indicó que siempre tiene deudas al concluir sus filmes.

La primera denuncia data de 2014 —según documentos a los que accedió este medio—. Un cineasta (quien pidió guardar su identidad en reserva) fue contratado por CineNómada (empresa que se encuentra a cargo de Valdivia) para la elaboración de un spot publicitario. Desde entonces, el empleado no recibió ningún pago por su labor y asegura que aquél le debe $us 520. El trabajador afirma que peregrinó infructuosamente durante cuatro años en busca de solucionar el problema. “Nunca le importó pagarme sabiendo que era mi única fuente de ingresos”.

Él decidió llevar el caso ante el Ministerio de Trabajo. Así, el 7 de septiembre de este año salió una citación contra Valdivia, que le insta a presentarse ante esta cartera estatal para “responder a la demanda interpuesta por su trabajador”. El director no lo hizo. Posteriormente se emitió otra citación al cineasta, pero él volvió a ignorarla.

El 26 de septiembre, el Ministerio de Trabajo emitió un memorándum con una conminatoria de presentación de “cumplimiento obligatorio”. La fecha para su presentación era el martes 2 de octubre.

No es la única mala noticia que recibió Valdivia en este último tiempo. La segunda denuncia data del miércoles 3 de octubre, el Consejo Nacional del Cine (Conacine) recibió una carta en la cual se informa del “no cumplimiento de acuerdos, contratos, convenios o palabra empeñada por parte de productores y directores” en las cintas Ivy Maraey y Søren, además de otros dos filmes.

En el caso de Ivy Maraey hay denuncias de que las deudas datan de hace seis años. Aún no hay ninguna respuesta del Conacine a la nota enviada la semana pasada.

Hay otras personas que desistieron de cobrar sus sueldos para evitar “el maltrato que se les da”, según el documento remitido al Conacine, al que accedió La Razón.

La semana pasada, Valdivia conversó con este medio de comunicación y afirmó que hacer cine en Bolivia es una labor complicada y que siempre se acaba con deudas. “Las películas se tardan en pagar (…) Con todas las películas he terminado en números rojos y han tenido que pasar años para tener que pagar mis deudas con mi propio trabajo”.

El director de Zona Sur se quejó por la falta de ayuda económica para los cineastas. “Lo que no hay es plata y esa es la parte que desgasta, usar el sombrero y pedirle a la gente plata todo el tiempo”.

Søren. La reciente película de Valdivia (que se estrenará en noviembre) es Søren. Cuatro trabajadores del personal técnico de esta producción denunciaron ante el diario La Razón que el director no les pagó salarios.

Carla (quien solicitó mantener su nombre en reserva) indicó: “Son varios meses que no tenemos un sueldo, solo nos han adelantado $us 100 de los más de 1.500 que nos debe a cada uno. Debemos ser unas 50 personas afectadas”. Ella trabajó en la filmación durante cinco meses.

A la postura de Carla se suma la de Fernanda (quien tampoco se animó a develar su nombre). Reclama una deuda de $us 1.500 por su labor y acota que su problema superó lo laboral para convertirse en “personal”. “(Valdivia) recluta gente que nunca ha trabajado con él, jóvenes de menos de 30 años, aprovechándose laboralmente de ellos”.

Añadió que no solo se debe dinero al personal técnico, también hay deudas a los protagonistas de la película.
Además, denunció que el director humilló a actores, “a todos nosotros”. “A las mujeres nos trataba mal, hacía comentarios sexistas y misóginos todo el tiempo”.

Alejandro (otro nombre ficticio) fue parte del equipo de producción e indica que la deuda con él y con otras 25 personas de su área es de $us 500. “Siempre se excusó indicando que no tenía dinero; sin embargo, vemos que él lleva una vida ostentosa”.

Miguel (quien también utiliza nombre falso) se quejó: “Me dijeron que me pagarían $us 70 por día para reemplazar a los trabajadores que se fueron ante la falta de pago. Ahora me dicen que ya no me van a pagar por la ayuda”.

Las denuncias de los cuatro empleados de Valdivia forman parte de la nota de queja presentada al Conacine la semana pasada y no hay ninguna respuesta al respecto. Éstos analizan llevar su denuncia al Ministerio de Trabajo. Las deudas han “desprestigiado” al director. “Tenemos un desamparo total de la sociedad, no solo del Estado, sino también de la empresa privada”, dijo Valdivia. Esto le habría generado mala fama “en algunos círculos”.

Él no dudó en tildar a sus películas de “económicamente desastrosas”, pero advierte que honra sus compromisos. “Se le termina pagando a la gente, la mayoría lo entiende porque a cambio dices: ‘Tengo en mi currículo que he trabajado en esta película, he aprendido un montón de cosas y son personas que trabajan en el medio’. No siento que hay una estafa en ese sentido, pero sí hay una tardanza en pagar las cuentas”.

Según información a la que accedió este medio de comunicación, CineNómada no es la única empresa con deudas. Hay otras producciones que no han cancelado a sus trabajadores.

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