Quesería artesanal de Achocalla cumple 20 años
El proyecto se llama Flor de Leche, una empresa que en la actualidad elabora 42 productos derivados de lácteos, sin descuidar el medio ambiente y llevando a cabo labores sociales, tal como fue el deseo de sus creadores.

Hace 20 años, el belga Stalisnas Gillès de Pelichy y la boliviana Valentina Yanahuaya llegaron a Achocalla, procedentes del norte paceño, con el deseo de trabajar en educación alternativa y, sin saberlo, convirtieron su sueño en una conocida quesería artesanal.
El proyecto se llama Flor de Leche, una empresa que en la actualidad elabora 42 productos derivados de lácteos, sin descuidar el medio ambiente y llevando a cabo labores sociales, tal como fue el deseo de sus creadores.
Después de haber trabajado 11 años en educación alternativa en el norte paceño, Stalisnas y Valentina eligieron los campos fértiles y el clima agradable de Achocalla como espacio para continuar su labor de apoyo a la población.
Hasta aquel entonces, sus proyectos dependían de apoyo internacional, así es que ambos decidieron generar sus propios recursos para hacer sustentable el plan.
“Así nace una quesería pequeñita, que creció no con la idea de ser una empresa grande, para que los quesos inunden los mercados, sino con la idea de ser sustentables para financiar los otros proyectos”, cuenta Isabel Ostria, encargada de Marketing de Flor de Leche.
Con el ímpetu que da el inicio de un sueño, los emprendedores se presentaron en todas las ferias productivas de La Paz y El Alto, con un cartel que decía: “Quesería sin nombre”. En busca de una denominación hallaron en Flor —la primera vaca que compraron para el negocio— el apelativo ideal, por lo que a partir de entonces se bautizaron como Flor de Leche.
Los fundadores todavía recuerdan que debían recorrer varios kilómetros para adquirir la leche. En cambio ahora 180 productores de leche llegan a la casa de paredes de adobe y puerta de madera para dejar cada día 2.700 litros que, mediante un trabajo artesanal y evitando aumentar aditivos, se transforman en quesos frescos y madurados, además de otros derivados, como queso crema, mantequilla y yogur.
El éxito de Flor de Leche se debe no solo a la elaboración de buenos productos, sino también a que los 38 empleados almuerzan juntos, tienen una guardería, reutilizan el agua y planean abrir una granja escuela, con el objetivo de mantener vivo el sueño de Stalisnas y Valentina. (10/12/2018)