El número uno mundial de los teléfonos inteligentes, el surcoreano Samsung Electronics, dijo este martes que prevé una fuerte caída de sus beneficios en el cuarto trimestre del año por primera vez en dos años por la dura competencia china y la caída del precio de los chips de memoria.

El primer fabricante mundial de teléfonos y chips de memoria obtuvo en los últimos años resultados récord a pesar de problemas como la retirada del mercado de uno de sus teléfonos estrella y la condena a prisión del heredero del imperio.

El beneficio operativo del último trimestre de 2018 (octubre-diciembre) debería situarse en unos 10,8 billones de wones (9.600 millones de dólares), es decir, un 28% menos que un año antes, indicó el grupo en un comunicado, alegando una «demanda más débil de la prevista».

La cifra dista mucho de los 13,5 billones de wones que esperaban los analistas, según el gabinete surcoreano FnGuide.

Por su parte la facturación del trimestre debería bajar más de un 10%, hasta 59 billones de wones.

Las malas previsiones de Samsung llegan a pocos días de la advertencia de su gran rival estadounidense Apple, que advirtió que sus ingresos trimestrales caerían en el primer trimestre de 2019 a causa de la «subida de tensiones comerciales» entre China y Estados Unidos.

Un día después, las acciones de Apple cayeron casi un 10% en Nueva York y arrastraron las bolsas a la baja.

A pesar de la reducción de los márgenes en su sector de móviles, Samsung Electronics había logrado hasta ahora mantener sus beneficios gracias a sus chips de memoria, que sirven para sus propios teléfonos pero también para los de la competencia, como Apple.

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Pero en los próximos meses el panorama es sombrío por «la débil demanda en el sector de los chips y la exacerbada competencia en el sector de los teléfonos», explicó el grupo.

Samsung Electronics no publicará sus resultados definitivos hasta final de mes.

Para 2018 la compañía espera un resultado operativo de 58,9 billones de wones, un aumento del 10% en un año, así como un aumento del 1,6% de su facturación, hasta 245,5 billones de wones.

Con un 20% de cuota de mercado, Samsung Electronics domina el mercado mundial de los teléfonos inteligentes pero se enfrenta a rivales chinos como Huawei, que arrebató a Apple su segundo lugar en el podio mundial.

«Samsung pierde terreno frente a Huawei, Xiaomi y otros rivales chinos en los grandes mercados chino e indio», indica Neil Mawston, un analista de Strategy Analytics.

Samsung llegó a tener el 20% del mercado de teléfonos chino, el mayor del mundo, pero sus ventas cayeron a menos del 1% en el tercer trimestre. Samsung anunció el mes pasado el cierre de su fábrica china de Tianjin.

La reputación del grupo quedó muy dañada en 2016 con el caso del Galaxy Note 7, cuyas baterías explotaban en algunos casos y que tuvo que ser retirado de la venta con un coste de miles de millones de dólares.

Por otra parte el vicepresidente de Samsung Electronics y heredero de Samsung Group, Lee Jae-yong, se vio inmerso en un escándalo de corrupción que implicaba a la entonces presidenta Park Geun-hye y estuvo en prisión casi un año. (08/01/2019)