Palito Ortega: ‘Yo tuve una vida muy llena’
Ramón Palito Ortega, compositor de La felicidad y Prometimos no llorar, actuará en Bolivia después de 16 años. Su concierto será el domingo a las 19.00, como parte de la recepción social de la Fraternidad Fanáticos del Folklore en Gran Poder. El escenario estará en un garaje de la avenida Buenos Aires, frente a la estación de Mi Teleférico.
— ¿Cuánto tiempo hace que no visita Bolivia?
— Mucho tiempo, unos 16 años. Pero yo vine a Bolivia desde el momento en que comencé a grabar profesionalmente en los años 60, cuando mi música pudo sonar fuerte en Latinoamérica. Vine muchas veces, principalmente a las grandes ciudades: Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, pero también fui a lugares que nunca imaginé ir.
Me acuerdo que en una ocasión viajábamos en un avión Junkers de la Segunda Guerra Mundial, sin cabina presurizada y lleno de huecos. Cruzamos por el lago Titicaca, visitando las islas para sentir la energía de la tierra. Viví aventuras muy lindas conociendo a la gente del campo, a los trabajadores.
Me enamoré también de la música boliviana y creo que sus autoridades municipales tienen la obligación de difundirla.
— ¿Cómo fue la relación con el público boliviano?
— Siempre fue muy linda, muy amorosa. No recuerdo haber tenido nunca un problema. Yo tuve una vida muy llena, con sus altibajos y estas memorias son los puntos altos que me alegran.
— ¿Qué le llevo a saltar de los escenarios a la política?
— Estaba viviendo en Estados Unidos y había un candidato para la provincia de Tucumán, donde nací, que era un general del Ejército que había pertenecido a la etapa de represión más cruel de la Argentina. Curiosamente era el que tenía el porcentaje más elevado de intención de votos y no había ningún otro político que le hiciera frente. Y eso que éste era el comandante de la división que estaba en Tucumán. Yo no entendía cómo podía pasar esto.
Es por eso que decidí candidatear, además de querer que la gente pueda conseguir lo que yo logré en mi vida. Fue duro, muy duro, pero lo hice.
— ¿A quién canta Palito Ortega?
— A una parte del pueblo. Éste no está integrado por musicólogos, es el hombre que trabaja y tararea una melodía. El nombre lo dice: la música popular viene del pueblo. Y yo siempre tomé emociones de ellos. Por eso la mayoría de mis canciones fueron interpretadas en las canchas de fútbol, como Yo tengo fe o La sonrisa de mamá.
Yo tomé todo lo que sentía de la gente y le daba la forma de canción. Y lo lindo de la música popular es que regresa a la calle.
Argentina dio músicos extraordinarios, Piazzollas, Yupanquis… pero cada uno ocupa un lugar. Querer compararlos y juntarlos a todos no me parece inteligente. Hay que saber distinguir que hay música que llega a un sector.
— ¿Así nacen canciones como Prometimos no llorar?
— La canción se puede disparar en la mente de un compositor en cualquier momento. De hecho ese tema nace cuando decidí terminar la relación con mi prometida. Ella sufrió mucho y fue uno de los momentos más duros que viví. Y salió a luz cuando necesitaba una canción nueva, que tuvo mucho éxito. Lo mismo pasó con La felicidad, que dio la vuelta al mundo. En Alemania me presentan como “el autor de La felicidad”.
Perfil
Nombre: Ramón Bautista Ortega
Profesión: Cantante
Nació: 18-3-1941
Carrera
Ortega debutó en 1957, cuando colaboró con la banda Carlinhos. En 1962 empezó a trabajar en solitario con el pseudónimo Palito.