Once chullpares retan al tiempo y son restaurados
Las edificaciones se encuentran en el municipio de Umala, en La Paz. En 2018 comenzó la restauración de las edificaciones presentadas el miércoles. El sitio está listo para recibir a turistas.
El tiempo no los destrozó y aún están ahí, de pie. Son 11 chullpares centenarios erigidos en el municipio de Umala (en el altiplano paceño). En 2018 comenzó la restauración de las edificaciones presentadas ayer. El sitio está listo para recibir a turistas.
Huayllani y Cóndor Amaya son dos poblados que están rodeados de paja brava, montañas e historia. Algunos de los antepasados de quienes hoy habitan este terreno árido fueron enterrados en los chullpares, que son construcciones de paja y tierra que llegan a medir hasta 11 metros de altura.
La Embajada de Suiza en Bolivia, a través de su Fondo Cultural, y las comunidades fueron parte central en esta labor de conservación y restauración. El Ministerio de Culturas también puso su cuota de aporte en esta labor.
Los trabajos de la tercera fase del proyecto empezaron el año pasado y culminaron este mes, en medio de una fiesta.
La directora general de Patrimonio Cultural, Leonor Cuevas, explicó que la zona es valiosa por la cantidad de edificaciones. Agregó que se realizó un trabajo minucioso en la zona. “La conservación de chullpares es muy compleja. Normalmente son construcciones de tierra, adobe, paja y muy rara vez de piedra, por eso se necesita de especialistas muy hábiles que puedan venir a trabajar a este lugar. Lo interesante es que se ha trabajado con las comunidades, entonces se utilizó la tecnología del lugar, pero con toda la metodología de conservación y restauración arqueológica”.
El valor del sitio también es sentimental. “Estos chullpares son un patrimonio cultural de nosotros, más allá de que estén reconocidos a nivel departamental o municipal”, explicó Wálter Rojas, alcalde del municipio Umala.
Turismo. Ayer fue un día de fiesta para los comunarios de Cóndor Amaya y Huayllani.
La labor de conservación y restauración no solo sirvió para honrar la memoria de quienes vivieron en las comarcas. El sitio monumental ya está listo para recibir a los turistas de Bolivia y el mundo. Por eso se armó una fiesta con conjuntos musicales de la región.
Así, en el evento de presentación, el viceministro de Interculturalidad, Juan Carlos Ballivián, informó: “A partir de este trabajo de investigación y conservación, el patrimonio arqueológico se convierte en un recurso turístico para la región, y que deben darse a conocer no solo en el territorio nacional, sino también a escala internacional porque es parte de nuestra historia y cultura, es parte de un legado ancestral”.
Ayer, los invitados a la ceremonia (entre ellos estaban representantes de Bolivia Suiza, Cuba, Egipto y Costa Rica) se tomaron fotografías en los chullpares. Además, una veintena de periodistas estuvo en la zona retratando este destino turístico.
“Me imagino que se van a fortalecer las políticas tanto culturales como turísticas en el municipio”, añadió Cuevas.
Y el nuevo proyecto municipal se encuentra en ese rumbo. En la zona —que está a 130 kilómetros de la ciudad de La Paz y a 23 kilómetros al suroeste de Patacamaya— se han colocado siete paneles que ofrecen datos de estos monumentos históricos.
Ayer los habitantes de la zona se comprometieron a cuidar el sitio. Estos chullpares son, después de todo, sus ancestros.
Una mujer mira el panorama, detrás están las chullpas.
Pobladores buscan presentar sus piezas en museo
La restauración de los 11 chullpares de Cóndor Amaya y Huayllani son el inicio de un anhelo de los pobladores de la región: crear un repositorio con los hallazgos.Sin embargo, según las autoridades de la zona, las piezas se encuentran en la ciudad de La Paz.
Remedios Silvestre, encargada de la Comisión de Cultura de Cóndor Amaya, dijo: “Pediremos que nos devuelvan las piezas que están en La Paz. Enviaremos una carta al ministerio”.
Según ella, el arqueólogo Jedu Sagárnaga, quien antes trabajaba en la zona, tiene en su poder las piezas del sitio y aún no las ha entregado a las comunidades.
El alcalde de Umala, Wálter Rojas, afirmó que el municipio busca la “devolución” de todos los hallazgos para crear un repositorio. “Podríamos hacer un pequeño museo”, sentenció.
En enero, La Razón publicó una nota informando que Sagárnaga se hizo cargo de los hallazgos. El profesional respondió que iba a entregar las piezas a las comunidades, una vez que se haya construido un repositorio. Afirmó que pretendía evitar un eventual hurto de estas piezas