Icono del sitio La Razón

El hallazgo arqueológico de Viacha está en cajas

El jueves 8 de noviembre, el Ministerio de Culturas anunció un hallazgo “único y sin precedentes”. Ciento noventa días después, aquel descubrimiento terminó apilado en 43 cajas de cartón. Los viacheños exigen saber qué pasó con el descubrimiento.

“Es un hallazgo único y sin precedentes, se está trabajando junto al municipio de Viacha y la empresa minera para el plan de mitigación y, una de las primeras medidas que adoptará el Ministerio de Culturas y Turismo es que este sitio sea excluido del área de concesión minera en resguardo y protección de este patrimonio arqueológico”, dijo la ministra de Culturas, Wilma Alanoca, el 8 de noviembre.

Entonces se anunció que la empresa Scientia había descubierto una “necrópolis post Tiwanaku” con 108 fardos funerarios.

Estos fardos son bultos que cada uno contiene un cadáver cubierto con textiles y, en algunos casos, tienen piezas de los difuntos y otras fuera del bulto.

La noticia de los vestigios, que tuvo su epicentro en Chacoma, causó revuelo mundial.

Por eso, una de las prioridades para José Luis Paz, quien era jefe de la Unidad de Arqueología y Museos (UDAM), era la conservación. “Tenemos que cerciorarnos de que todo esté completo, que todo esté en su lugar y de ahí elaborar los planes de mitigación, en el sentido de conservación”, sentenció ese jueves de noviembre.

La noticia fue portada en los periódicos del país, las agencias internacionales replicaron la información del ministerio y los canales de televisión difundieron imágenes de los arqueólogos descubridores de esta necrópolis con más de medio milenio de antigüedad. Un equipo de La Razón fue a Viacha para conocer más datos del sitio; no se encontró información respecto al hallazgo.

Solo se comunicó que las piezas no estaban allí. Para entonces, éstas ya habían dejado el sitio mucho tiempo atrás.

Cada vez que una empresa realiza movimientos de tierra debe delegar a un equipo de arqueólogos para cerciorarse de no provocar daños en el patrimonio del país. Y, la empresa Esmical S.A. (Especialistas en Minerales Calizos Sociedad Anónima) contrató a la firma Scientia para cumplir esta labor.

De esta manera, el arqueólogo Wanderson Esquerdo representó a Scientia ante la UDAM y desde fines de 2017 trabajó en los alrededores de Chacoma.

En diálogo con La Razón, Esquerdo dijo que se hizo conocer a la UDAM sobre las inspecciones en el lugar. Luego, “en junio de 2018, el Ministerio de Culturas nos aprobó el rescate del cementerio precolombino”, sentenció. “Ellos nos dieron el permiso”, repitió en tres ocasiones durante una entrevista de casi dos horas.

Según registros de la UDAM, desde que se dio el permiso hasta inicios de octubre no hubo noticias de Scientia en Chacoma. El viernes 12 de octubre esto cambió.

Aquel día, en el Museo Nacional de Arte se lanzó la Muestra Viacha hace Medio Milenio. En la información del evento en Facebook se entregaron datos del trabajo arqueológico. Según las fotos, colgadas en la red social, el encuentro estuvo repleto de visitantes. En las fotos se ven a los descubridores. Principalmente dos salen retratados, ambos de Scientia: Esquerdo y Jedu Sagárnaga.

“Inauguración de la exposición ‘Viacha hace medio milenio’, sobre una necrópolis inca en que dirigí el rescate arqueológico. Gracias Jedu Sagárnaga por la oportunidad y por las coordinaciones oportunas!”, escribió Esquerdo.

El primer medio boliviano en sacar la nota fue El Diario. Tituló Rescataron más de 100 piezas arqueológicas. La nota fue publicada un día después de la exposición en el museo, un mes y cinco días antes de que la ministra hiciera el anuncio de un hallazgo “único y sin precedentes”, y que anunciara un plan de mitigación.

Los días posteriores, El Diario fue dando más detalles. El 31 de octubre tituló Necrópolis subterránea del incario en Viacha.

Según información a la que accedió La Razón, tras la publicación de las notas y la exposición en el Museo Nacional de Arte, el ministerio pidió a Scientia que hiciese conocer lo que se encontró en Chacoma.

Los arqueólogos se reunieron con la ministra y se acordó la presentación de las piezas. Uno de los más exigentes en el pedido de información fue Paz. Recordemos que él afirmó el 8 de noviembre: “Tenemos que cerciorarnos de que todo esté completo”.

Un mes y dos días después de aquella declaración, se acordó que la ministra y una comisión irían a la casa de Sagárnaga —sede de Scientia y sitio de acopio— para saber del hallazgo.

Poco antes de entrar a la casa, Scientia pidió que Paz no sea parte de la comisión. Aproximadamente a las dos de la tarde de aquel día, Paz renunció al cargo.

Ese 10 de diciembre, Esquerdo colocó en Facebook: “Jornada productiva! Nos visitó la ministra de Culturas y Turismo, Sra. Wilma Alanoca, para conocer las piezas que rescatamos en la necrópolis inca hace unos meses”.

Paz se alejó del cargo porque se empecinó en buscar respuesta a una pregunta: ¿Por qué se incumplió el capítulo 5 del Reglamento de autorizaciones para trabajos arqueológicos en obras públicas y privadas del Estado Plurinacional de Bolivia? La norma establece: “En caso de encontrarse sitios arqueológicos no identificados en el diagnóstico arqueológico, deberá comunicarse el hallazgo a la UDAM en un plazo no mayor a las 72 horas”. Además, Paz pidió un proceso legal contra los arqueólogos de Scientia.

En su lógica, según informes de la UDAM, desde que se supo del hallazgo pasaron al menos tres meses hasta que el ministerio recibió reportes de la “necrópolis post Tiwanaku”. Era importante, hasta vital para las piezas, que se hubiese dado la alarma del hallazgo para elaborar un plan de contingencia y salvar la mayor cantidad de los tesoros. La firma Scientia actuó por su cuenta.

Ninguno de los fardos funerarios sobrevivió íntegro al rescate. Uno por uno, los 108, se deshicieron en las manos de los arqueólogos. Esquerdo explicó a La Razón que era imposible el salvataje debido a la putrefacción, humedad y salinización del recinto.

Negó también que haya habido negligencia de Scientia. “Hay una contradicción porque el Reglamento habla de supervisar las obras arqueológicas, pero también dice que (los arqueólogos) deben llamar al ministerio”. Y apunta a una persona: “El director de la UDAM (Paz) era el directo responsable de no haber hecho las inspecciones sabiendo que se estaba excavando una necrópolis”.

Refiere, un par de ocasiones, que Scientia salvó por su cuenta todo lo que pudo rescatarse en el cementerio ancestral.

El jefe de la unidad de Cultura y Turismo de la Alcaldía de Viacha, Vladimir Gutiérrez, duda de  Esquerdo. “Han trabajado solos y es muy lamentable. La autorización que tenían decía que si ellos encontraban algo valioso debían dar parte inmediatamente al ministerio o a la Alcaldía… después de meses recién han presentado informes”. Anunció que se piden informes al ministerio sobre el tema.

Él se enteró —como las autoridades del ministerio y la UDAM— en septiembre de lo que había en Chacoma. Dobló la apuesta y lanzó una pregunta: “¿Quién nos asegura que ellos han entregado todo lo que han sacado? A nosotros como autoridades nos van a pedir explicaciones y nosotros debemos responder a los viacheños”.

En determinado momento, al saberse del hallazgo, en Viacha existía la idea de abrir un repositorio para guardar los tesoros. La idea se desvaneció el jueves 16 de mayo, cuando se recibieron las cajas en el segundo piso de la Federación de Juntas vecinales.

Aquella entrega es un aval de que todo está en orden, para Scientia. Es más, Esquerdo afirma que tiene el aval para seguir trabajando (no prosperó el pedido de proceso de Paz contra él).

Desde febrero, este medio buscó la voz oficial del ministerio; pero fue en vano. Quedan preguntas por hacer, y las más importante son: ¿Actuó correctamente Scientia? ¿Por qué el Ministerio se enteró tan tarde del hallazgo? La única certeza es que la idea de crear un museo se hizo polvo. (02/06/2019)