Cinco colegialas de entre 14 y 17 años decidieron incursionar en la música folklórica y crearon el grupo Amaya. Esta semana representaron a Cochabamba en el tercer encuentro de voces Mujeres Encanto Boliviano.
"En unos años veo al grupo recorriendo todo el país y saliendo al exterior con nuestra música folklórica. Todo lo que vivimos es una bonita experiencia”, dijo la primera voz y charanguista de la agrupación, Luana Ramos (17) que junto a las otras integrantes visitaron La Razón antes de su presentación a un evento del Círculo de Comunicadores de Música Folclórica y Culturas Bolivianas (Cicombol).
Sergio Ramiro Minaya, el profesor de música del colegio Cuarto Centenario de Tiquipaya, en Cochabamba, en el que estudian las cinco jovencitas, contó que la primera presentación del grupo fue en un concurso intercolegial. “Eran la única agrupación femenina, obtuvieron el segundo lugar interpretando la pieza musical Kory Pankarita de Zulma Yugar”, recordó el maestro.
Contó que tras esa presentación, decidieron fundar Amaya en 2018. “Desde esa fecha ya cantaron en varios festivales y ferias; son un orgullo para nosotros porque ellas trabajan a diario antes de subir a los escenarios”.
El representante y charanguista José Ramos, dijo que para el recital en el tercer encuentro de voces femeninas, el grupo Amaya interpretó una de las canciones que él compuso para su hija, Luana. “Ella canta conmigo desde los siete años, a los 12 años ya grabamos tres discos”, rememoró.
“Cochabambinita soy, linda vallunita, con mi sombrerito, con mi pollerita, linda cochalita”, señala parte de la letra de la cueca que interpretaron las cinco colegialas.
Aprendizaje
Ramos ponderó la experiencia que ganaron al cantar en ese encuentro nacional, ya que compartieron escenario con las solistas Nardy Barrón (La Paz), Cinthya Choque (Tarija), Rosario Peredo (Oruro); además de las denominadas artistas de la Época de Oro, Norma Villegas y María Isabel; y los grupos Pachamama, Esencia y Comunidad Jaylli Uma de La Paz.
“Es importante apoyar el arte y más aun teniendo en cuenta que son pocas las agrupaciones femeninas”, remarcó el representante del grupo Amaya.
Con una sonrisa y nerviosa, Ricely Azurduy (16), primera vientista, comentó que es su pasión la música folklórica. “Tocar vientos no es fácil, requiere de mucha práctica, hay técnicas de soplido. Quiero continuar y llegar lejos, ser embajadoras del folklore, será poco a poco”.
“Puedo expresar mis sentimientos, cuando tengo problemas me refugio en la música, toco desde quinto de primaria en una banda, es algo que siempre me ha gustado. Quisiera recorrer el país con el grupo”, sostuvo Sonia Beltrán (16), segunda vientista
Mayté Alejandra Cuba (15), que está encargada de la percusión, dijo que le gustaría vivir de la música profesionalmente. “Es hermoso expresar nuestros sentimientos con la música”.
“Empecé a tocar desde los 12 años en el colegio, amo la música y digan lo que digan no me afectará en nada”, afirmó Daniela Quiroz (14), tercera vientista.
Ramos adelantó que tras el éxito que ha tenido el grupo ya trabajan en la producción de su primer material discográfico. (07/07/2019)