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Guillermo Arriaga: ‘Guion es una palabra peyorativa; hago obras’

Guillermo Arriaga —escritor, director y productor mexicano con más de dos décadas de experiencia— escribe y dirige cine de autor. Participó en el coloquio sobre cine latinoamericano en la Feria Internacional del Libro de La Paz, en el que compartió una charla con los bolivianos Juan Álvarez, Sebastián Morales y Alejandro Barrientos.

Después, decepcionó a quienes llegaron a la charla porque muchos esperaban escucharlo varios minutos antes de la cita, buscando una fórmula para escribir guiones exitosos. El creador de la trama de cintas como Amores Perros o The burning plain dejó en claro que no tiene una receta o método. “Lo único que tengo cuando escribo es una vaga idea de las experiencias que quiero narrar y que salen poco a poco”, afirmó. Y en esta charla con La Razón, recomendó que no es bueno que la inversión para hacer películas provenga del Estado, sino de la iniciativa privada.

— ¿Cómo funciona su forma de escribir?

— William Faulkner decía que él no entendía cómo un campesino escribía esas novelas, que seguramente alguien se las dictaba. Igual me pasa a mí. Yo entro como en un trance… Ya después, corregirla es un trabajo más consciente. Lo divertido es que las escribo como lector, entonces me sorprendo de lo que le pasa a los personajes. Siempre voy a creer que lo que escribo es muy malo y pienso que en algún momento se van a dar cuenta de eso, pero por fortuna aún no sucedió.

— ¿Qué piensa del guion como escritura literaria?

— Guion es una palabra peyorativa, yo no le digo así porque es simplemente hacer una guía para que alguien haga la verdadera obra. Yo hago obras, no guiones. Hago dramaturgia que no escribo al servicio de nadie. Estoy haciendo mi propia historia y si al director le gusta, pues bien, la compartimos. Es tan literatura como lo es el teatro, como la dramaturgia.

— En el panel comentaban que en Bolivia la industria del cine está naciendo, ¿qué errores deberían evitarse?

— No es sano que sean los funcionarios de una administración pública los que decidan qué películas se deben hacer. En México hubo un momento en los años 70 cuando se estatizó el cine y fue un desastre, porque eran los amigos del funcionario de turno los que podían hacer películas. Aquí la inversión tiene que venir de parte de la iniciativa privada, a la que se le condonan impuestos por invertir en una película.

Es una relación más indirecta y hay comités —de los que he sido parte— que invitan a gente a analizar los proyectos. Y por ley no se puede repetir. Eso me parece sano y que seamos responsables. Cuando tenemos dinero público hay que ser conscientes de que con esos recursos se pueden construir escuelas y que hay que tener mucho rigor con eso.

— ¿Qué lo motivó a aceptar la invitación para venir a Bolivia?

— Nunca había venido a Bolivia. Es de los pocos países latinoamericanos que me faltaba. Y siempre tuve curiosidad porque mi hermana colaboró con dos bolivianos y parte de mi servicio social lo realicé con uno de ellos. Sus nombres son José Valdivia y Mario Arrieta, que eran antropólogos y guerrilleros. Conozco bien a Juan Carlos Valdivia, a Liliana Colanzi y Edmundo Paz Soldán, así que siempre quise venir a su tierra. 

Perfil

Nombre: Guillermo Arriaga

Profesión: Cineasta

Nacimiento: Ciudad de México, México, marzo de 1958

Cineasta

El escritor y cineasta mexicano recibió múltiples nominaciones, una de ellas a los Premios Oscar. Ganó en 2005 el Premio a Mejor Guion en el Festival de Cannes por la cinta Los tres entierros de Melquiades Estrada.  También ha publicado siete novelas.