Uno de cada 100 bolivianos ve un filme nacional en el cine
La Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) emitió esta cifra en su último informe 2019.
La pantalla grande es un imán para los bolivianos; sin embargo, la apuesta principal son las producciones extranjeras. Uno de cada 100 espectadores asiste a ver una cinta nacional, según el estudio Panorama Audiovisual Iberoamericano 2019.
La Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) emitió esta cifra en su último informe 2019 (el cual es válido por las entidades cinematográficas regionales, incluida la entidad estatal Agencia del Desarrollo del Cine y el Audiovisual Bolivianos, Adecine).
El documento indica que en 2018 fueron a las salas de cine nacionales más de seis millones de personas (6.932.228 exactamente); de éstas, 90.910 acudieron a presenciar películas bolivianas.
Los datos revelan que la producción más vista aquel 2018 fue Avengers Infinity War con 654.792 entradas vendidas. En tanto que Muralla resultó la más taquillera de las cintas nacionales, con 37.311 butacas vendidas.
Muralla fue la gaviota que hizo verano, puesto que en los cinco años precedentes no hubo otra cinta nacional más vista.
Otras taquilleras del país: Las malcogidas (2017) de Denisse Arancibia vista por 27.274 personas; Averno (2018) de Marcos Loayza que vendió 26.414 tickets; Boquerón (2015) de Tonchy Antezana con 23.158 asistentes y Olvidados (2014) logró vender 23.063 entradas. Estas cifras son de la consultora en línea Ultracine.
Existe, tal y como menciona el informe de Egeda, una predilección del cine estadounidense en la región. Así, en 2018, el estreno más popular fue Avengers: Infinity War, con un total de 59,2 millones de espectadores acumulados en el conjunto de los 20 países iberoamericanos analizados. En segundo lugar, con 45 millones, Los Increíbles, y en tercer lugar Jurassic World: El reino caído con 34,2 millones de espectadores.
La cinta iberoamericana más vista fue la de Brasil, Nada a perder, con 12 millones de tickets.
Volviendo a Bolivia. En el último lustro hay una tendencia cada vez mayor a asistir al cine. Ésta va desde los 4,5 millones de espectadores en 2014 a los 6,9 millones en 2018. Pero se priorizan los filmes de otras naciones y solo algo más de 90.000 personas consumen los filmes del país (lo que representa el 1,3% por cada 100 personas), según el estudio de Egeda.
La oferta “internacional” es más variada. Así, en 2018 se estrenaron 291 películas; de éstas, 271 eran extranjeras y 20 del país.
Otro factor: las condiciones para ver el séptimo arte han sumado y mejorado con los años. Así, en 2014 había 98 salas, en 2016 fueron 109, un año después 122 y en 2018 llegaron a ser 123.
Y las multisalas se imponen. En diciembre de 2009 se inauguró el Multicine de la avenida Arce; en octubre de 2013 se estrenó el Gran Plaza de Ciudad Satélite; en agosto de 2015 en el Centro Comercial Las Brisas nació el Multcine de Santa Cruz; en tanto que su versión alteña fue abierta en septiembre del año pasado.
Estos proyectos fueron privados; sin embargo, ahora el Estado busca crear salas estatales en las capitales departamentales
¿CAMBIOS? El lunes, en la presentación de la película Mi Socio 2.0 el director Paolo Agazzi informó que este año puede ser un parteaguas para las producciones nacionales. “Se abandonaron las salas y hay que hacer que la gente vuelva, como en los años 80 y 90”.
Una de las películas emblemas de 1981 fue precisamente la primera parte de Mi Socio. Antes (1977) Chuquiago, de Antonio Eguino, también resultó un éxito de taquilla, aunque no hay datos oficiales de aquellos años.
Agazzi refirió que el Programa de Intervenciones Urbanas (PIU) dio un aporte económico para la concreción de filmes nacionales. No solo eso, con la creación de la Agencia del Desarrollo del Cine y el Audiovisual Bolivianos (Adecine) existe la opción de acceder a más dinero para el séptimo arte nacional. La idea es que más público vea filmes bolivianos y que éstos sean de mayor calidad.
Ingresos de la industria genera $us 38 MM
El estudio Panorama Audiovisual Iberoamericano 2019 de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) refiere que en 2018 los ingresos por el cine fueron de 38,3 millones de dólares.
En un lustro, el negocio del cine ha crecido en al menos 13 millones de dólares.
Según datos de la entidad, en 2014 los ingresos eran de 25,8 millones de dólares; un año después fue 30,9; en 2016 llegó a 36,7; un año después alcanzó a 38,7; y en 2018 sus ingresos fueron de 38,3.
No solo eso, la afluencia ha aumentado de 4,5 millones de espectadores en 2014 a 6,9 millones en 2018.
En comparación con Argentina, los cines del vecino país han sumado una asistencia de 46,4 millones de espectadores y recaudaron 214,1 millones de dólares (Argentina tiene cuatro veces más la población de Bolivia).
Respecto al precio de la entrada a las salas de cine, en Bolivia el precio oscila en los 5,5 dólares, es la segunda más cara de Sudamérica. El ticket más costoso en la región es la que se cobra en Uruguay (6,2 dólares). Al contrario, los países que cobran el boleto más económico son: Venezuela ($us 0,01), Colombia ($us 2,9) y Perú ($us 3,3).
En todos los países de la región, las películas más taquilleras son las de Estados Unidos.
- Presencia. Espectadores durante la presentación de la película taquillera ‘Joker’, el año pasado. Foto: Pedro Laguna
Adecine tiene un plan de Bs 7 MM
El tablero fílmico cambió desde el 20 de diciembre de 2018, cuando se firmó la Ley del Cine y Arte Audiovisual Bolivianos 1134. La norma determinó la creación de la Agencia del Desarrollo del Cine y Audiovisual Bolivianos (Adecine).
El Estado, vía Adecine, determinó entregar Bs 7 millones para la realización de 82 proyectos.
En el pasado no sucedía de esta manera. El Estado prestaba dinero a los cineastas. Así, entre 1998 y 2006 el Consejo Nacional del Cine (Conacine) entregó a 14 productoras poco más de Bs 6 millones, cifra que llegó a Bs 16 millones, sumando intereses y moras. Esta deuda fue conciliada con el Estado; y con la actual norma se evitarán hechos similares a los ocurridos con el Conacine.
Además se determinó hacer un seguimiento a los proyectos aprobados por la agencia estatal.
La lista de los beneficiados del Fondo Concursable (los cuales fueron elegidos por un jurado internacional) debería darse a conocer la semana pasada; sin embargo, debido a problemas administrativos se postergó.
Se prevé que tras la aprobación de los ganadores del Fondo vivirá un auge cinematográfico. La directora de Adecine, Roxana Moyano, dijo a La Razón: “El alcance del Fondo de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Bolivianos 2020 se notará claramente en la producción cinematográfica nacional ya que el Fondo fue diseñado para incentivar el desarrollo del cine boliviano en todas sus fases, es decir, desde la concepción misma de la idea, pasando por la escritura del guion, la producción, posproducción, hasta la promoción y exhibición, sin descuidar la gestión cultural en torno al cine, la formación de públicos jóvenes, el potenciamiento de salas alternativas, la promoción del cine boliviano en festivales y eventos internacionales. Todo esto, sin duda, fortalece el cine nacional”.
FOMENTOS. Este Fondo no es el único para los cineastas nacionales, el Programa de Intervenciones Urbanas (PIU) también tiene compromisos con el séptimo arte nacional. Así, Mi Socio 2.0 se concluyó con esta ayuda estatal.
Existen otras entidades internacionales que continúan con el respaldo al rubro. Por ejemplo Ibermedia, que desde 2001 hasta ahora ayuda al país (ver punteo).
Moyano afirmó que con Adecine “se apuesta por la calidad de la creación cinematográfica, pero también por el potenciamiento de una actividad que da empleo y tiene muchos beneficios y busca avanzar en su consolidación como industria”.
El respaldo constante, Ibermedia
Tiempo
En 2001 Bolivia se incorporó al programa Ibermedia. Desde entonces se ha beneficiado a 86 proyectos.
2020
En esta gestión se eligió ayudar a 5 proyectos.
Deuda
El país tiene una deuda con Ibermedia, debido a que en la gestión del Conacine no se cancelaron responsabilidades económicas.
(15/03/2020)