La mayoría de estos artistas conoció a Marcos Mundstock, el relator de Les Luthiers, cuando eran niños, escuchando su voz grave anunciar el siguiente sketch del grupo argentino en discos de vinilo o en cassettes. Otros lo descubrieron más tarde en VHS y DVD, y unos pocos tuvieron la suerte de verlos actuar en vivo. Estos siete artistas y gestores culturales comparten sus vivencias e influencias en torno del locutor, humorista y actor que falleció este miércoles a los 77 años de edad.
Yumi Roca, comediante de stand up
«Yo conocí a Les Luthiers en 1998, cuando un amigo de universidad me prestó un cassette de ellos. Fue increíble. A lo largo de los años fui admirando su trabajo y puedo asegurar que ellos me enseñaron la importancia de estar bien preparados para la presentación. No importa tu talento si no tienes una base que te sostenga. Les Luthiers eran grandes profesionales y Mundstock trabajaba duro para que la función salga bien. Si rutina que más me gustó fue La bella y graciosa moza marchase a lavar la ropa (la mojó en el aeropuerto y cantando la lavó, la frotó sobre una piedra y la colgó de un abedul). Es una de las obras que tuve que ver muchas veces, ya que tenía que parar porque no podía frenar la risa».
Adolfo Valdivia (hijo), músico
“Yo tuve la suerte de verlos en vivo cuando fui a Buenos Aires. Da pena que ya se estén yendo los grandes. Obviamente como fanático lo conocí desde pequeño y si bien no influyó en mi carrera, siempre fue edificante ver su manejo de instrumentos, armonía y actuación. También eran obras con un humor muy fino”.
Enrique Koch, comediante
“Como la mayoría de los fanáticos de Les Luthiers, los descubrí cuando era chiquito. Siempre me encantó, ya que Mundstock era un maestro del lenguaje. Sabía cuándo romper las reglas, cuándo crear giros novedosos y cuándo utilizar La seriedad para hacer reír. Eso es algo nunca se podrá emular, aunque es importante seguir ese camino».
Christian Benítez, músico integrante de Negro y Blanco
“Todos los que amamos la obra de Les Luthiers estamos acongojados, tenemos un hueco grande en el pecho. Como muchos de mi generación, yo conocí a Les Luthiers gracias a cassettes y discos cuando éramos niños. Ya de jóvenes descubrimos su apariencia, primero en VHS y luego en DVD, además de redescubrir facetas de su humor. En 2002 un grupo de amigos viajó a Mendoza a verlos. Allí también pudimos hablar con ellos. Una vez de vuelta en La Paz, montamos muchas de sus obras y denominamos al grupo Los sobrinos de la tía Ganga (en alusión a uno de los personajes de la pieza Cartas de Color). No nos presentamos en escenarios, pero sí hicimos funciones para los amigos y es un proyecto que queremos retomar. No puedo decir cuál es la rutina de Mundstock que más me gusta, pero ahora me viene a la mente su «biólogo» con Daniel Ravinovich, El negro quiere bailar”.
Gabriel Feldman, organizador de espectáculos, que trajo el grupo a Santa Cruz en 2013
“Experimento una mezcla de sentimientos, por un lado la tristeza por su muerte; por el otro, recuerdo los momentos felices que nos hizo pasar. Yo soy muy fanático de Les Luthiers desde los 70. Yo los vi en su primer café cuando estaba en primaria. He visto el 90% de los shows. Y me queda la alegría de haber compartido con él una comida y un viaje. Era una persona muy agradable y algo reservada, no tenía ningún problema en firmar autógrafos, como lo demostró cuando lo recibimos en Viru Viru. Es muy difícil que alguien reproduzca su impronta. Cuando logré que actuarán en Bolivia tuve un problema: no pude separar el fan del empresario, pero lo tomó a bien, e incluso tuve la suerte de ir con ellos al aeropuerto tras el show, charlando con él».
Mauricio Saldías, músico y humorista integrante de Mentes Ociosas
“Siempre fui un gran admirador de Les Luthiers y principalmente de Mundstock, lo consideraba uno de los más graciosos. Me encantaba su voz gruesa y los textos que lanzaba, su sentido del humor era grandioso. Influyó en mi carrera, comenzando en que soy el narrador de las Mentes Ociosas, algo que no me hubiera animado a ser si no fuera porque lo vi a él”.
Javicho Soria, comediante
“La memoria de mi familia y de Les Luthiers están intrínsecamente unidas. Para mí, la voz de Marcos Mundstock significa reír en familia. Mi padre compraba los cassettes y los escuchábamos juntos. Cuando tenía siete años, incluso hacía montajes de sus obras con mi hermano. Puedo decir que mis primeras risas las conseguí gracias a Mundstock. Cuando me fui a vivir a Buenos Aires, lo primero que hice fue ir a un espectáculo de ellos, porque para mí Les Luthiers eran Argentina. Lamentablemente creo que con su muerte también muere el grupo, a menos que surja una nueva generación”.