Libreros sugieren compras para alimentar librerías estatales y ventas a pedido
La Cámara Boliviana del Libro envío una carta al Gobierno con propuestas para reactivar el sector
Fortalecer las bibliotecas públicas con compra de libros nacionales por parte del Estado; modificar el funcionamiento de las mismas o permitir las ventas por pedido son algunas de las sugerencias que la Cámara Boliviana del Libro (CBL) presentó a las autoridades de Gobierno para reactivar el sector.
«Como a otras industrias la cuarentena también nos afectó. Sin embargo, no tenemos ayuda alguna. Por eso planteamos una serie de propuestas que permitirán que reanude el trabajo», indicó Ernesto Martínez, presidente de la Cámara paceña y parte del directorio nacional.
El comunicado fue enviado públicamente a distintos ministerios el jueves 23 de abril. Hasta el momento no hubo una respuesta.
Martínez acotó que uno de los puntos más importantes es que el Gobierno reconozca la importancia de las editoriales y librerías.
«Incluir las actividades de producción, edición y venta de libros entre las actividades esenciales para la sociedad y permitir que las librerías y editoriales puedan reiniciar sus actividades», reza el comunicado.
Este regreso a las ventas tiene varias aristas: una de ellas está relacionada con el sistema de bibliotecas públicas y la necesidad de modificar su configuración actual.
«Tenemos que alejarnos del concepto de que para leer un libro necesitas, obligatoriamente, comprar uno. Para ello tenemos que alimentar las bibliotecas públicas y permitir el préstamo a domicilio», agregó Martínez.
En ese sentido, se plantea crear un proyecto de compras estatales, priorizando las obras nacionales. Estas adquisiciones serían tanto para las bibliotecas públicas y las escolares.
Los libreros también solicitan que sus negocios puedan volver a funcionar.
Los representantes son conscientes de que no pueden abrirse las puertas de las librerías como antes de la emergencia sanitaria, pero sugieren alternativas como ofrecer venta de ejemplares mediante internet o entregas a domicilios.
Pero también implica una actualización del trabajo de editoriales y librerías.
Los responsables deben, en criterio de la Cámara, tener sus catálogos en Internet para llegar a la población.
Asimismo, esto implica que las editoriales tienen que acelerar la digitalización de sus títulos para la venta de eBooks.
«Somos un país predominantemente importador de libros, especialmente en los textos digitales. Es algo que debemos cambiar, incluso tras la cuarentena», puntualizó.
Otra de las necesidades del sector es el pago de alquileres de locales y obligaciones laborales.