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El cine nacional se declara en emergencia

Son más de dos meses que el cine se encuentra paralizado en el país y aún no se avizora una solución inmediata, el sector se declaró en emergencia.

Los representantes de una veintena de asociaciones nacionales, movimientos, fundaciones, colectivos, festivales, agrupados en la Coordinadora del Audiovisual Boliviano (CAB) y las empresas exhibidoras se reunieron el jueves 14 de mayo y definieron trabajar en comisiones para elaborar propuestas y reactivar el sector.

La cita, convocada por la Agencia del Desarrollo del Cine y Audiovisual Boliviano (Adecine), abordó la declaración de emergencia, la organización de las comisiones de trabajo de propuestas, las demandas nuevas, la gestión de protocolos de bioseguridad para la producción y exhibición cinematográfica, y la aceleración del Fondo de Fomento al Cine y Audiovisual Bolivianos, “como acción inmediata de generación de empleos para el sector”, dijo la directora ejecutiva de la Adecine, Roxana Moyano.

“El cine nacional está en emergencia. Es un momento muy complicado del gremio, estamos varados. Sin embargo esta reunión ha servido para generar un fortalecimiento muy importante de unión de todos los sectores del propio gremio”, destacó el cineasta y representante de Colectivo de Cineastas Independientes de Bolivia, Kiro Russo (director de la cinta “Viejo Calavera”).

Hernán Moreno, presidente de la Cámara de Empresarios Cinematográficos de Bolivia, lamentó la actual coyuntura, generada por la emergencia sanitaria. “Los exhibidores estamos afrontando el cierre de operaciones, estamos ya dos meses cerrados. Tenemos enormes inversiones en equipos que todavía tienen que ser pagados, préstamos bancarios, gastos fijos en recursos humanos, alquileres y otros”.

La representante de Bolivia Lab, Viviana Saavedra, subrayó que ante la emergencia “todo el sector organizado, oficial y certificado de representación de alcance nacional” coordinan medidas que beneficien a todos.

Las tres comisiones, que se definieron en el encuentro, trabajarán: la articulación (comunicación y cronograma de estrenos), la legalidad (revisión del Reglamento de la Ley del Cine 1134, el Fondo de Fomento y el aprovechamiento de los beneficios fiscales para el sector) y la reactivación (generar protocolos para producción y exhibición del cine en el país, y acciones de apoyo mutuo).

La Adecine, como cabeza de sector, elaborará un informe para las autoridades del Ministerio de Culturas y Turismo, con quienes se trabajará en encontrar soluciones a los problemas planteados.

El sector además destacó que se debe reforzar la institucionalidad de Adecine y de la Coordinadora del Audiovisual Boliviano (CAB). “Como gremio también exigimos que se respete a las autoridades que elegimos de manera unánime para representarnos. Eso es fundamental para dar legitimidad al instituto del cine, a Adecine. No es positivo que en otras instancias se llame a personas individuales a reuniones, cuando tenemos representantes”, dijo Russo.

Moreno aseveró que como exhibidores también preparan medidas de bioseguridad necesarias para el regreso de las operaciones. “Es prioridad para la Cámara que los cines no sean considerados eventos masivos, ya que la infraestructura de las salas de cine permite garantizar y controlar de manera más eficiente el distanciamiento social que muchos otros sectores de la economía. La diversidad de salas y horarios permiten implementar medidas eficientes de sanitización. El procedimiento de control COVID-19 ya fue presentado a las autoridades de salud correspondiente”.

El empresariado mostró su predisposición para coordinar con el sector cinematográfico del país las medidas para mitigar el efecto de la pandemia al cine nacional.

Debido a la pandemia, 46 filmes en Bolivia quedaron varados y unas 3.000 personas ligadas a estos filmes están sin empleo.