Icono del sitio La Razón

Cineastas piden respeto a la institucionalidad y protocolos de bioseguridad

La Coordinadora Boliviana del Audiovisual Boliviano (CAB), que aglutina a unas 20 asociaciones de cine de todo el país, demandó este jueves respeto a la institucionalidad de la Agencia del Desarrollo del Cine y Audiovisuales Bolivianos (Adecine) y de su presidenta Roxana Moyano, además de protocolos de bioseguridad para los cines.

“Pedimos que se respete la institucionalidad de la Adecine y a su directora Roxana Moyano, porque es el ente que nos respalda y pedimos a las autoridades que la incluyan en todo lo que tiene ver con la cinematografía en Bolivia”, señaló el actor y productor Leonel Fransezze, vocero de la CAB.

Más adelante recordó que Moyano fue elegida de una terna como directora de la Adecine en 2019 y que es la única entidad en el país que negocia con la Cancillería las cuotas Ibermedia que benefician al cine.

Posición de los cineastas

Fransezze recordó también que si bien el Ministerio de Culturas asumió recientemente que tiene una deuda de Bs 7 MM con Adecine, cuyo plazo para su pago vencía el 12 de marzo, hasta ahora no se aplica el mismo en favor de este sector. La deuda ya existía antes de la pandemia.

Protocolos para las salas

Por su parte, la directora ejecutiva de la Fundación Cinemateca Boliviana, Mela Márquez, pidió también al Gobierno definir los protocolos de bioseguridad para los cines.

“La situación del cine en Bolivia es muy grave, ya antes de la COVID-19 el sector audiovisual estaba golpeado y ante esta pandemia debemos ya tener protocolos de bioseguridad. Estamos esperando aquello, porque tampoco sabemos cuándo se abrirán las salas de cine”, detalló Márquez.

Fransezze va más allá. “Mientras vuelven los restaurantes con el delivery y el transporte del público también retorna, el sector del cine debe esperar. ¿Cuándo se va a volver a rodar? ¿Cuándo van a volver las personas al cine? Y cuando regresen al cine, seguramente será con un cupo limitado del 30%, 40% y 50%, somos el sector más castigado por la COVID-19 junto al turismo”, graficó.

El actor y productor destacó el efecto multiplicador que el cine tiene en la contratación de directores, actores, vestuaristas, hoteles, transporte, gastronomía y otros. Según datos de Adecine publicados el año pasado, la cadena productiva cinematográfica genera 5.000 empleos directos y más de 60.000 indirectos en todo el país.

“Necesitamos que el Estado pueda crear algunos fondos económicos no recuperables para cuidar al sector audiovisual que es un sector que crea memoria”, dijo Márquez.

Reynaldo Lima, miembro del Consejo de Adecine, indicó que ese sector se declaró en emergencia porque los trabajadores de este sector no perciben un ingreso fijo, sino que viven de la prestación de servicios.