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Arqueólogos de La Paz advierten de que el patrimonio cultural está en peligro

La Sociedad de Arqueología de La Paz es otro sector que protesta por la desaparición del Ministerio de Culturas, pues al ser transferidas la Dirección de Patrimonio Cultural, la Unidad de Arqueología, la Dirección de Patrimonio Cultural y el Museo Nacional de Arqueología (Munarq) a la cartera de Educación, hay un “periodo de caos en la gestión” del patrimonio cultural boliviano.

Los profesionales lamentan que “sin planificación” alguna, hubieran quedado interrumpidas las “escasas tareas” diseñadas para proteger la riqueza patrimonial del país y las labores de tan importantes unidades estatales quedaron reducidas a simples “acciones administrativas de reducción de personal, transferencia de activos y enajenamiento del exiguo presupuesto” sectorial.

Protestan, además, porque el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, hubiera designado a una persona completamente ajena a esta actividad especializada, el pastor evangélico Raúl Silva, como jefe del Munarq.

El museo arqueológico se puso en peligro al haber sido intervenido, además de que se paralizaron las obras públicas que involucran el manejo del patrimonio cultural, por lo que quedó “desprotegido, desguarnecido y abandonado”.

Por las razones expuestas, los arqueólogos de La Paz se declararon en estado de emergencia y denunciaron el “terrible riesgo” en el que, en su criterio, se encuentra el patrimonio cultural boliviano por “la negligencia” que se observa en su manejo.

Carlos Lemus, presidente de la Sociedad de Arqueología de La Paz, lamentó la situación y dijo que su oficina no consiguió una reacción ni respuesta de parte del ministro Cárdenas. Este diario también intentó comunicarse sin éxito con el Ministerio de Educación.

Exigen la inmediata destitución de Silva y su reemplazo por un profesional idóneo para ocupar tan delicada función, así como plantean la aplicación de medidas administrativas y técnicas destinadas a preservar esta riqueza y una auditoría.

Demandan la reinstalación de las funciones de fiscalización de la Unidad de Arqueología y Museos y convocan a movilizarse en defensa del patrimonio cultural del Estado.

Historia

Creado en 1838 por el entonces presidente Andrés de Santa Cruz y Calahumana, en 1846, el mandatario José Ballivián y Segurola dispuso que el Museo Público funcione en el segundo piso del edificio perteneciente al Teatro Municipal de La Paz.

En 1919, José Gutiérrez Guerra alquiló la residencia del arqueólogo Arturo Posnansky, en su actual emplazamiento en la intersección de las calles Tiwanaku y Federico Zuazo, que fue adquirido en 1922 por el Estado.

El proceso de compra concluyó el 31 de enero de 1960, cuando este repositorio fue reinaugurado con el nombre de Museo Nacional de Arqueología.

Un establecimiento de 182 años de antigüedad está en peligro por las razones anotadas por los profesionales en arqueología de La Paz.

Protestas

Este es el segundo sector profesional, después del magisterio, que se pronuncia en contra de las decisiones del ministro de Educación, Cárdenas, aunque en esta ocasión, los arqueólogos esgrimen solamente razones técnicas y no políticas para enmendar una situación que se comenzó a advertir hace menos de un mes, pues la desaparición del Ministerio de Culturas fue aprobada el 4 de junio.

Junto a los sindicatos de docentes, asociaciones de padres de familia y centrales agrarias expresaron su rechazo a las políticas educativas impulsadas por Cárdenas.

Esa decisión es resistida por gestores culturales, artistas e integrantes de otros colectivos, que se sintieron agraviados cuando, mediante un corto propagandístico del Gobierno, se justificó la decisión bajo el argumento de que es necesario suprimir “gastos absurdos” del aparato estatal.

(04/07/2020)