La Revista

Sunday 14 Apr 2024 | Actualizado a 18:37 PM

La ‘cuarta pared’ en pandemia

¿Cómo sobrevive el teatro boliviano en los tiempos del coronavirus? ¿Es teatro o no es teatro todas las modalidades virtuales que han surgido para reinventarse? ¿Renacerá la escena nacional pospandemia?

/ 23 de agosto de 2020 / 11:18

Los teatros cerraron. Las plateas se convirtieron en desiertos. El silencio se apoderó de las tablas. No hay aplausos, no hay cuerpos, no hay públicos activos. El teatro trata de reinventarse como siempre lo hizo desde la noche de los tiempos. Se habla de arriesgar, de proponer, de experimentar.

Y las modalidades son múltiples y diversas: teatro filmado (como El Municipal en tu casa en La Paz o Tía Ñola en Santa Cruz), teatro editado, teatro por “zoom”, teatro virtual cercano a las “performances”, obras vivas en nuevos escenarios como los balcones y las habitaciones, teatro sin escenario físico como las experiencias inmersivas/íntimas por WhatsApp… Surgen las preguntas y las dudas en esta era de la incertidumbre: ¿es teatro? ¿o es otra cosa? Es una (nueva) experiencia, sin duda. ¿Pero es una experiencia teatral? ¿Es posible la deseada interactuación? ¿Puede desaparecer el teatro? Para tratar de darrespuestas y alguna certeza, escuchamos a tres grandes de nuestra escena: dos mujeres (Laura Derpic y Alice Padilha Guimarães) y un hombre, Percy Jiménez.

Derpic, con amplia trayectoria en el “off” de Buenos Aires y actualmente en La Paz, es optimista. Y no para de trabajar. La directora de teatro participa en varios proyectos. Uno de ellos se llama 40 días de Dramaturgia Clandestina. Dieciséis dramaturgos de distintos países crearon un texto para actores/actrices en diferentes espacios que simulan (con una cámara) estar en un mismo lugar. La puesta en escena pasa a ser “puesta en el espacio”. En septiembre hará una “performática virtual” sobre el aniversario del nacimiento de Beethoven en conjunto con la Universidad Católica Boliviana y la Alcaldía de La Paz.

Además da asesorías de proyectos teatrales y desde hace pocos días imparte clases en el programa de Cine de la UMSA. Además está escribiendo una obra de teatro llamada (por ahora) El amor del desamor, ganadora de la primera convocatoria municipal del Focuart paceño de este año.

Laura la tiene clara: para ella, a pesar de la intermediación de una pantalla, sí existe la experiencia teatral en la medida en la que hay un espectador/a mirando la representación que hace un actor/actriz, con una interacción en mayor o menor medida.

Alice Padilha Guimarães, del Teatro de los Andes,trabaja en varios proyectos pedagógicos y mil cosas más y prepara junto al elenco de Yotala (Sucre) una nueva obra sobre la Guerra del Chaco. Acaba de presentar el pasado domingo 16 de agosto, dentro del Festival Itinerante de Teatro Contemporáneo, Ensayo sobre la ansiedad, un monólogo/experimento/ejercicio colectivo de lenguaje teatral con lenguaje audiovisual junto a la actriz Mercedes Piti Campos Villanueva, con texto de Gabriel Salinas y cámara de Omar Alarcón.

Alice no es tan optimista como Laura. “Para mí, no es una experiencia teatral. El teatro sucede en la relación directa entre actor y espectador. Aunque sea transmitido ‘en vivo’, en el teatro virtual esa relación está mediada por una filmación. Existen elementos del teatro, ‘teatralidades’ que pueden ser compartidas pero no el teatro como tal. Pero en el momento presente, crear nuevos lenguajes, encontrar y trabajar sobre alternativas al ‘acontecimiento teatral’ es importante y necesario. Hay que mirar todas las iniciativas con generosidad, nada sucede del día para la noche. Como dice el director argentino Claudio Tocalchir: “La verdad es que no sé si es una buena o mala alternativa, por ahora es la única que tenemos”.

Percy Jiménez Vásquez, dramaturgo orureño y director del grupo Textos que migran, es el más pesimista de todos. “El teatro virtual —el nombre ya lo dice todo, no es teatro— nos reduce los grados de afecto, de vínculo con lo que pasa sobre la escena. Hasta ahora, lo que he visto son híbridos, sin mucha personalidad. Habrá que resignar el cuerpo en todo caso pues de hecho no está ahí. El cuerpo es lo que más se resiente y esto implica una degradación en el espacio político del teatro. La experiencia teatral es profundamente política pues implica cuerpo y democracia”.

Ausentes entonces los cuerpos por culpa del maldito virus, las fichas se colocan sobre la famosa y escurridiza interactuación con el público. ¿El gran desafío? Romper esa “cuarta pared” que ahora sería la pantalla. Derpic pone el acento en lograr la participación. “Ahí radica la no credulidad del espectador, creo que las propuestas más participativas podrían ser una solución”, dice Laura. Para Jiménez, la solución es dar un volantazo de 180 grados. “Para mí lo visual no es el camino, sino lo sonoro. Tal vez allí, en el radioteatro hay algo de lo que tuvimos. Tal vez sea escuchar lo que nos dé la gana, o mejor, imaginarlo que nos dé la gana”.

La Libertad de la Mirada

Alice cree posible contar con un espectador emancipado/empoderado/crítico/participativo en este nuevo “teatro” en pandemia. “La interactuación, obviamente, tiene que ser diferente de la que se da en el teatro‘real’. Cuando pensamos una obra de teatro definimos la relación que queremos establecer con el espectador, es decir, el punto de vista: si se trabaja con la ‘cuarta pared’, si se lo interpela directamente, si se le da un rol dentro de la obra, etc. Creo que en el ‘teatro virtual’ no debe ser diferente. Hay que tener en cuenta que hay un espectador y proponer la dramaturgia, el espacio, la actuación, definiendo qué relación se va a establecer y, obviamente, tener en cuenta que esa relación no es directa, sino mediada por la filmación. Por eso es fundamental elaborar también la propuesta del lenguaje audiovisual que será utilizado”.

El teatro es cuerpo, presente y viviente, es territorio y espacio. La cristalización virtual nos individualiza, nos aleja de esos cuerpos, del colectivo, de ese lugar del otro y con el otro. ¿Cómo construir ahora ese carácter comunitario que siempre tuvo el teatro desde sus orígenes? Derpic piensa que esto no se puede reconstruir en este momento: “Siento que al estar suprimido lo comunitario de alguna manera, se hacen esfuerzos e iniciativas para estar juntos y juntas desde la virtualidad pero creo que lo físico es algo que no se puede sustituir, salvo por el poder de convocatoria al cuerpo desde la imaginación”.

¿Y la libertad de la mirada, inherente a la experiencia teatral? Para Alice, “la mirada es definitivamente otra y las propuestas artísticas tienen que tener en cuenta esa nueva manera de mirar. Es imposible sustituir la mirada de la experiencia teatral. Desde mi percepción los tiempos tienen que ser otros. También un pensamiento consciente respecto al espacio que se maneja. No puedo pretender que el espectador vea el cuadradito del zoom como un escenario como tal”.

Percy Jiménez se suma: no hay libertad de mirada. “El espectador está en su casa, con miedo, miedo al otro, eso desempodera. No puede levantarse e irse, molestar con ese acto a los otros. Simplemente apaga su pantalla y ya. No afecta. No hay cuerpo que sea afectado, cruzado, predomina la individualidad, la virtualidad. Es el mundo que se viene ahora. Eso y el control. No solo sobre nosotros, sino de nosotros sobre nuestras circunstancias. Tengo miedo que estemos a las puertas de un 1984 orwelliano, donde el pasado es manipulado a placer del poderoso, donde la experiencia de vida y de teatro estén cuestionadas. No veo luz al final del túnel”.

Derpic no es tan pesimista: “la libertad de mirada es relativa, incluso en una representación teatral habitual. Todo depende de cómo esté pensada la puesta en escena y contada la historia para lograr eso. Por ejemplo, yo como directora, puedo hacer énfasis y ‘primeros planos’ en un espacio teatral, remarcando movimientos, ocultando cosas, gestos, etc. y de esa manera construir o guiarla mirada del espectador. Es como un juego de magia también, donde yo decido qué quiero que vea o no el espectador cuando viene a ver mi obra”.

Son tres miradas, son tres esperanzas. El vocablo teatro viene del griego theatron, que significa un «lugar para mostrarse, exhibirse». Laura Derpic, Alice Padilha Guimarães y Percy Jiménez están de acuerdo en una cosa: el teatro boliviano está y estará siempre en esa búsqueda para mostrarse y preguntarse, para molestar y enfrentarse a sí mismo como país. Por eso, el teatro no desaparecerá.

El teatro boliviano pospandemia

“El movimiento teatral boliviano, pese a ser pequeño comparado con países vecinos como Chile, Argentina o Perú por ejemplo, es bastante heterogéneo. Tenemos grupos estables, hay elencos que se constituyen para un proyecto específico, tenemos el teatro popular costumbrista, hay directores y dramaturgos que hacen propuestas propias, tenemos el stand up, el teatro danza, etc. Los artistas nos manejamos en diferentes contextos, también de acuerdo a la zona del país donde estamos. Nos dimos cuenta de eso muy claramente en todos los movimientos, coordinadoras y colectivos que se generaron primero para solicitar demandas al ‘fallecido’ Ministerio de Culturas y luego porlas protestas por la eliminación de éste. Así que elteatro pospandemia será diferente para cada grupo específico”. (Alice Padilha Guimarães)

“Me imagino propuestas de muchos tipos, propuestas que jueguen con la virtualidad y lo performativo para generar interacciones con el público y éste se sienta interpelado. Esto será parte de una experiencia escénica, sin importar realmente el espacio en el que está. Creo que ahora estamos en un buen momento, porque de alguna manera se democratiza el acceso a la creación y la experimentación del que hacer teatral”. (Laura Derpic)

“Eltema económico es algo que siempre estuvo ahí y después de la pandemia más que nunca estará entre los principales problemas generales del teatro en Bolivia porque hacemos parte de la economía informal y, como la crisis será generalizada, también el presupuesto de la población para lo que no sea comida o vivienda, va a estar muy reducido. Uno de los puntos positivos es que como nunca los artistas se han organizado, más allá de las diferencias y con las diferencias, para exigir a las instituciones estatales, reconocimiento, respeto y propuestas para el sector. También hay muchas producciones para la webque, logradas o no, son un escenario ‘democrático’ y que ha inspirado búsqueda y nuevas propuestas en el hacer teatral. Otro punto es la cantidad de conversatorios, talleres, tutoriales, conferencias a los que se puede acceder fácilmente y que contribuyen para generar intercambio, conocimiento y pensamiento crítico sobre el arte y el teatro. Imagino que eso incidirá a favor del desarrollo del teatro boliviano que resurgirá pospandemia”. (Alice Padilha Guimarães)

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Luzmila Carpio: ‘Desde La Paz, mirando siempre al Illimani, estoy agradeciendo al universo por los logros’

La reconocida artista contó a La Razón que este proyecto musical comenzó en 2015 y concluyó cerca de 2017. “Todo ese tiempo lo hemos trabajado a larga distancia, porque yo ya vivía aquí, en Bolivia, y entonces para hacer toda la ecualización y elegir cuál voz poner ha sido un trabajo largo”. Explicó que la producción del material se hizo fuera del país.

La reconocida artista contó a La Razón que este proyecto musical comenzó en 2015 y concluyó cerca de 2017.

/ 14 de abril de 2024 / 17:11

“Mirando siempre al achachila Illimani, estoy agradeciendo al universo por todos estos logros que levantan a nuestro país”, afirmó Luzmila Carpio luego de saber que su álbum en quechua “Inti Watana” fue galardonado por la revista británica Songlines.

Así, la producción musical de la cantautora boliviana, de origen quechua, denominada “Inti Watana” (que en castellano significa retorno al Sol), fue reconocida con el premio Songlines Music Awards en la categoría a Mejor Álbum de la Región de las Américas 2024.

“En raras ocasiones, un álbum, un artista y una historia se combinan para producir algo muy especial. Así es aquí con Inti Watana: El retorno del Sol de la cantante, compositora y activista boliviana Luzmila Carpio: un trabajo sublime que logra el truco casi imposible de sonar a la vez tradicional pero completamente actualizado, trepidantemente experimental pero cautivador sin esfuerzo”, dice parte del texto de Songlines Music Awards, que habla sobre el material discográfico de Carpio.

La reconocida artista contó a La Razón que este proyecto musical comenzó en 2015 y concluyó cerca de 2017. “Todo ese tiempo lo hemos trabajado a larga distancia, porque yo ya vivía aquí, en Bolivia, y entonces para hacer toda la ecualización y elegir cuál voz poner ha sido un trabajo largo”. Explicó que la producción del material se hizo fuera del país.

ÁLBUM

A punto de concluir y comenzar con el lanzamiento del álbum, comenzó la pandemia del COVID-19, por lo que se postergó la promoción. Finalmente, el 21 de junio de 2023, se hizo el lanzamiento de Inti Watana “dedicado al sol, que siempre tiene que estar en nuestros corazones. De todo eso habla Inti Watana”.

También puede leer: Con mensaje de reflexión, la Coral Infantil de Oruro estrena la morenada ‘Los niños’

“Mi madre me decía ‘cuando el sol se está entrando, dile que vuelva mañana, para iluminar nuestros campos, nuestras flores, para que ilumine nuestros corazones’. Entonces eso está en la letra y ha tenido mucho éxito y ha salido bonito”, dijo Carpio.

Hasta el momento, la producción de la revista Songlines no se comunicó con la cantautora, “por eso no sé si me darán un premio o es solo una nominación”, dijo.

En tanto, Luzmila Carpio dijo que el álbum Inti Watana está grabado en vinilo. Hace unos meses le llegaron de Estados Unidos 100 ejemplares, que están a la venta en la tienda Zurco, ubicada en la zona de Sopocachi.

“Hemos traído los discos para promocionar en mis conciertos. Lastimosamente, en la Aduana han tardado en entregarme”, contó. Luzmila Carpio Sangüeza es una cantante boliviana de música tradicional nortepotosina, reconocida por su característico canto de tiple que imitan al canto de los pájaros. Nació en la comunidad de Qala Qala, ayllu Panacachi, situada en el departamento de Potosí

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Con mensaje de reflexión, la Coral Infantil de Oruro estrena la morenada ‘Los niños’

El tema es una herencia musical que dejó el reconocido y extinto compositor orureño José “Jach’a” Flores.

Los niños de la Coral Infantil de Oruro, junto a su directora Vannia Miranda, posan en el Santuario del Socavón.

Por Rosío Flores

/ 13 de abril de 2024 / 09:49

“La noche fría llega llorando, niños abandonados, si se ganaron el pan del día, solo Dios lo sabe”, dice parte de la letra de la canción en ritmo de morenada, a través de la cual los niños de la Sociedad Coral Infantil de Oruro reflexionan sobre el trabajo infantil en Bolivia.

El tema es una herencia musical que dejó el reconocido y extinto compositor orureño José “Jach’a” Flores. Dirigidos por la directora de la coral Vannia Miranda, la canción y el videoclip contó con la colaboración del vocalista de la agrupación folklórica Llajtaymanta, Orlando Andia.  

El material, que está disponible para su visualización en plataformas digitales y en YouTube, lo presentaron el miércoles en el Hall de la Gobernación de Oruro.

Los integrantes de la coral “interpretan el tema musical conscientes en el significado de la letra”, cuenta su directora Vannia Miranda y afirma que además de su talento en el canto, también mostraron su destreza y habilidad en la actuación.

“La canción debía estrenarse para el Carnaval, en febrero de este año, pero por temas de logística se postergó y qué mejor estrenarlo en esta fecha que es el Día del Niño”, dijo Miranda.

La Sociedad Coral Infantil Oruro cumplirá este 2024, 12 años. Fue creada el 22 de noviembre de 2012. Hasta la fecha formó a cuatro generaciones de niños dedicados al canto.

Imágenes de los niños de la Sociedad Coral Infantil de Oruro 

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MORENADA

Para la producción de la morenada se contó con la participación de 27 infantes, de entre cinco y 12 años de edad, todos son parte de la coral infantil. De ellos, cinco representaron a los niños trabajadores y el resto acompañó con la coreografía de la morenada.

Cada generación de la Coral Infantil contó con al menos 30 niños, amantes de su cultura, bajo la premisa: “Sembramos cantando… Cantando crecemos”.

Con las gestiones de Miranda se logró la grabación de dos discos con villancicos navideños. Uno fue estrenado en diciembre de 2023. En ambas producciones resaltan canciones y ritmos nacionales, europeos y latinoamericanos.

También durante la pandemia del COVID-19, entre 2020 y 2021, Vannia y los niños trabajaron en una anterior producción musical denominada “Que canten los niños”, del autor y compositor español José Luis Perales.

“Ha sido la primera grabación en Bolivia de un coro infantil desde la casa. Esta canción, incluso, ha llegado a manos y oídos del propio compositor, José Luis Perales. Las voluntades han marcado el camino de la Sociedad Coral Infantil Oruro”, dijo Miranda.

En esta ocasión, Joel Flores, el hijo del Jach’a Flores, agradeció a la coral de niños y a su directora por rescatar una canción con la que se evoca a su padre, quien falleció el 1 septiembre de 1988. Un paro cardiorrespiratorio acabó con su vida.

PROYECTOS

Miranda adelantó que entre los proyectos cercanos que prepara la coral de Oruro es otra interpretación musical que estará acompañada por la destacada cantautora de música boliviana Luzmila Carpio.

“Haremos otra producción con Luzmila Carpio. Creo que en un mes la presentaremos. No quiero adelantarme. Hay otros varios proyectos, tendremos un año bastante movido”, anunció Miranda.

Recientemente, Luzmila Carpio fue reconocida como ícono de la música folclórica por la revista Rolling Stone.

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Pateando al perro vuelve al escenario para conmemorar los 25 años de su primer disco

Pateando al perro es una banda de rock, icónica del rock nacional, formada en 1995 en Tarija por músicos argentinos.

La banda Pateando al perro en el set de Piedra, Papel y Tinta. Foto: Rubén Atahuichi.

/ 12 de abril de 2024 / 12:23

La banda de rock Pateando al perro conmemorará los 25 años de su primer disco llamado Disfrazados, este 12 y 13 de abril, a las 22.00, en el centro cultural “Canta y no llores”, ubicado en la zona de San Miguel de La Paz.

El grupo está compuesto actualmente por Gonzalo Gómez (primera guitarra y voz), Gastón Nigro (segunda guitarra) y Franz Fox (percusión).

Pateando al perro es una banda de rock formada en 1995 en Tarija por los músicos argentinos Marcelo Martínez (batería), Julio Jaime (bajo), Nigro (guitarra) y Gómez (guitarra y voz).

Meses después, se trasladaron a La Paz donde se convirtieron en una de las bandas más destacadas del rock and roll boliviano. Grabaron un único CD en 1999; después se disolvió la banda.

Volvieron a escena en 2008 con el baterista Franz Fox en reemplazo de Martínez, quien había retornado a Argentina. Luego, el grupo tomó algunas pausas y, ahora, volverá a los escenarios de La Paz.

En Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, Gómez contó que el grupo se reunió para conmemorar los 25 años de su primer álbum. “Estábamos descansado por un tiempo, nos hemos juntado para celebrar nuestro primer disco”.

Nigro contó que llegó desde Córdova, Argentina para deleitar al público con su música, mientras que su compañero Gómez, también argentino, ya radica en La Paz y Fox es oriundo de la ciudad de La Paz.  

Gómez aseguró que la banda tomó pausas por diversas razones, pero “nunca” se pelearon y, por el contrario, “siempre tienen una razón” para volver a tocar juntos. “Somos una banda que marcó la historia del rock nacional”.

Al ser consultado sobre el nombre de su grupo, recordó que tiene que ver con una frase que dice: “no puedes entrar al pueblo pateando al perro”. Explicó “no puedes entrar pateando al dueño del pueblo”.

“Le pusimos el nombre a la banda por esa frase”, dijo.

Develó que el nombre de su banda provocó molestia en defensores de animalistas y que, por ello, reciben algunos insultos en sus redes sociales por parte de grupos protectores. Fox aclaró que el grupo no tiene ningún problema con los perros, sino que responde a la frase expuesta por Gómez.

“No tenemos ningún problema con los perritos”, explicó Fox.

Cholahuasi

Gómez, también vocalista de la banda GoGo Blues, invitó al público paceño a deleitarse con el género del blues en el Centro Cultural Cholahuasi (ubicado en el barrio de San Pedro), cuyo lugar también estará de aniversario, el siguiente fin de semana a las 20:00.

GoGo Blues es una banda de rock nacional con más de dos décadas de vigencia. Interpreta distintos estilos musicales, como el blues eléctrico y rock and roll. La agrupación rockera es liderada por el cordobés Gonzalo Gómez (vocalista, compositor y guitarrista).

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¿Te apasiona la cultura coreana? Se abre un concurso para un viaje todo pagado

Bolivia fue incluida en el ‘Quiz on Korea’, luego de cuatro años de ausencia. El evento se realizará este 14 de abril, en el Coliseo Universitario de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

El premio es un viaje todo pagado a Corea. Foto: Embajada de Corea.

/ 11 de abril de 2024 / 23:28

¿Eres conocedor de la cultura coreana? Luego de cuatro años de pausa, este 2024 Bolivia volverá a ser parte del ‘Quiz on Korea’; un concurso que promete un premio de un viaje todo pagado a Corea. La embajada de este país confirmó la oportunidad que pondrá a prueba los conocimientos de los participantes, en su primera fase, este domingo; para luego ir al evento mundial de septiembre.

“El ‘Quiz on Korea’ es un concurso de cultura coreana, llevado a cabo anualmente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Corea y el canal televisivo KBS, en el que concursantes de diferentes países ponen a prueba sus conocimientos sobre Corea, su cultura e idioma. Si bien el evento mundial se realiza cada año, solo ciertos países son invitados a participar; en esta ocasión, después de 4 años, Bolivia será parte nuevamente de este concurso que se realizará en la República de Corea en septiembre de este año”, informó la Embajada de Corea, mediante una nota de prensa.

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Bolivia es uno de los elegidos para ganarse esta oportunidad. Los participantes deberán demostrar sus conocimientos sobre la cultura coreana en el evento, que se realizará el domingo 14 de abril en el Coliseo Universitario de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) ubicado en la calle Federico Zuazo detrás del Monoblock Central, desde las 10.00. Quienes clasifiquen en esta etapa irán a Corea, con un viaje todo pagado, a representar al país en el evento mundial de septiembre.

CONCURSO

“El ganador del primer lugar viajará a Corea con todos los gastos pagados para representar a Bolivia en el concurso mundial que se transmitirá a través de la televisora KBS; y podrá ser parte una serie de actividades culturales y turísticas planificadas por los organizadores.”.

La embajada informó que se recibirán a 168 concursantes. Ellos, junto con todos quienes asistan al evento, podrán, además, pasar por el puesto de Hanbok (vestimenta tradicional coreana); donde habrá presentación especial de K-Pop Cover Dance.

“La Embajada de la República de Corea en Bolivia invita a toda la población interesada en la cultura coreana asistir a este gran evento y apoyar a sus concursantes favoritos”.

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Muere uno de los integrantes de Awatiñas

El grupo confirmó la partida de Eddy Beltrán, uno de los talentosos músicos que interpretaba las composiciones folklóricas.

Beltrán fue uno de los talentos de Awatiñas. Foto: Facebook Awatiñas.

/ 11 de abril de 2024 / 22:05

Awatiñas se encuentra de luto. El grupo de música folklórica lamentó este jueves la muerte de uno de sus integrantes: Eddy Beltrán, uno de los talentosos intérpretes.

“Con profundo pesar comunicamos el sensible fallecimiento de nuestro querido hermano de canto Eddy Beltrán Conde, padre, hijo, hermano y compañero de escenario quien dio su vida por nuestra música”, informó Awatiñas, mediante sus redes sociales.

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El mensaje en la página de Facebook del grupo se llenó pronto de mensajes de solidaridad. Los seguidores de la música de esta prestigiosa agrupación recordaron con cariño a Beltrán.

“Gracias por todas tus enseñanzas hermano, vuela alto, siempre vivirás en nuestros corazones, has dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Hasta que nos volvamos a encontrar, descansa en paz. Tu luz nunca se apagará, seguirá brillando en el corazón de tu grupo Awatiñas cada momento que compartimos juntos. Que encuentres paz y serenidad en tu viaje eterno”, concluye el mensaje del grupo; el cual acompañó de una fotografía en que se ve a Beltrán interpretando la zampoña, uno de los instrumentos con los que cautivó a miles de personas en sus innumerables presentaciones.

La Sociedad Boliviana del Charango se sumó también a los mensajes de pesar.

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