Warner Bros lanzó el 22 de octubre un remake de la cinta Las brujas con Anne Hathaway como protagonista y Robert Zemeckis como director. Ante la mala recepción y la polémica generada por la caracterización de los personajes, la productora hizo un descargo y pidió disculpas escritas el miércoles.
Una de las importantes apuestas de la compañía para esta gestión fue la versión actual de la clásica película noventera de brujas. Sin embargo, los espectadores señalaron varios errores en la representación de los personajes.
El personaje de la Gran Bruja, interpretado por Hathaway, es caracterizada como un ser aterrador por su falta de dedos en la cinta. La atleta Amy Marren, al respecto, posteó la siguiente pregunta en su cuenta de Twitter: “¿Se pensó en cómo esta representación de las extremidades afectaría a la comunidad con extremidades diferentes?”
Las repercusiones
En reacción al comentario de la nadadora, la cuenta oficial de los Juegos Paralímpicos añadió su opinión, indicando que “la diferencia de extremidades no da miedo. Hay que celebrar las diferencias y normalizar la discapacidad”.
En el documento que compartió Warner Bros, el equipo asegura que “al adaptar una historia original, trabajamos con diseñadores y artistas que inventaron una nueva interpretación de las garras de gato que se describen en el libro. Nunca fue nuestra intención que los espectadores sintieran que estas criaturas fantásticas y no humanas se hicieron para representarles”.
Ambas cintas, la de 1990 y la recientemente estrenada se basan en la novela Las brujas de 1983 del Roald Dahl. La productora, en su comunicado, indicó que al igual que el libro del escritor de literatura infantil y juvenil, “la película habla del poder, de la amabilidad y de la amistad. Nuestra esperanza es que las familias y los niños puedan disfrutarla y abracen su tema empoderador y lleno de amor”.