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Después de cuatro años como espacio cultural, UTÓPICA cierra sus puertas

El centro cultural UTÓPICA cerró sus puertas después de funcionar cuatro años como espacio escénico, café cultural y lugar de presentaciones artísticas. Estaba ubicado en la zona de Achumani y era el emprendimiento del comunicador, gestor e integrante de Telartes Bolivia, Juan Espinoza y la bailarina Silvia Fernández.

El proyecto nació de una pregunta: “¿Te imaginas lo que lograríamos si sembramos de espacios culturales el país?” Para ambos directores del centro, UTÓPICA se gesta “en el deseo y los sueños de nuestros gestores y hacedores de proyectos artísticos, de compartir la producción”.

Según el gestor cultural, un espacio cultural es “el sueño de las y los artistas colectivos, el lugar donde idear, trabajar, plasmar los deseos y las producciones, pero fundamentalmente es el lugar de los encuentros con la otredad y sus necesidades, frustraciones y alegrías”.

UTÓPICA fue un espacio de otredad, sostiene Espinoza. “Un centro cultural es por excelencia el ámbito de la identidad y de los paradigmas. Es un lugar para pensar en los otros. Las culturas y las artes, en todas sus expresiones, son siempre interpelación, crisis, elementos de reacción; por ello son revolución”.

El nombre surgió de una frase de Eduardo Galeano, cuenta Espinoza: “la utopía está en el horizonte, camino dos pasos y ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá”. La utopía, dice, “sirve para caminar, y en eso pensamos al abrir el local”.

En UTÓPICA se presentaron desde festivales internacionales, conciertos, exposiciones, hasta tertulias, danzas y actuaciones más íntimas. El lugar contó con más de 100 eventos a lo largo de estos años.

Actualmente, sostiene Espinoza, “estamos en una pausa, estamos cerrando el espacio por un tiempo. Lo utópico no es un espacio, no son cosas ni objetos, es una idea y por ello mismo no se disipa; al contrario, se condensa”.

(23/11/2020)