En un efecto dominó, la cancelación del Carnaval orureño llevó a otras ciudades del país (Santa Cruz, Cochabamba, Tarija) a asumir lo propio en sus territorios, como medida de prevención contra el avance del COVID-19. La Paz decide hoy si lo aplaza.
El pasado martes llegó el anuncio: autoridades políticas y religiosas de Oruro, en diálogo con los folkloristas de esa ciudad, llegaron a la conclusión de cancelar el Carnaval, dejándola sin la tradicional entrada declarada parte del patrimonio cultural del mundo, en tributo a la Virgen del Socavón.
En los días siguientes los organizadores de esta fiesta en otras ciudades de Bolivia fueron haciendo eco a esta decisión. Así pasó con Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Cochabamba, que determinaron que lo mejor para frenar el rebrote del COVID-19 era seguir el ejemplo establecido por la capital folklórica del país.
Esto marcará a 2021 como un año sin precarnavaleras, Corso de Corsos, corsos infantiles, festejos de Compadres y de Comadres, entrada de pepinos… Todos cancelados, pues fomentan la aglomeración de personas, lo cual puede acelerar el contagio del virus.
Esto no significa que el Carnaval de este año estará sin actividades. El secretario de Cultura del Gobierno Municipal de Oruro (GAMO), Jorge Arenas, explicó que una de las propuestas para mantener viva la celebración será pedir la difusión de audiovisuales que muestren la evolución de la fiesta desde 2000 hasta 2020, a través de lo cual se verá el crecimiento de cada uno de los conjuntos folklóricos, las bandas de música, los cambios en la vestimenta y otros elementos que componen el Carnaval orureño.
Con misas virtuales y actividades en redes sociales como primeras propuestas, los gobiernos municipales de cada ciudad preparan actividades para que la población, de manera segura, pueda celebrar esta tradición boliviana.
Aparte, hoy más de 10 instituciones que integran el comité impulsor del Carnaval paceño se reunirán para decidir si la festividad se llevará a cabo o si seguirá el ejemplo de otras capitales.
“Para todos los municipios, la recomendación desde la Gobernación es que suspendan estas actividades de concentraciones masivas y eso implica lo más próximo que tenemos, el Carnaval; por ejemplo, donde hay mayor movimiento y además la gente está muy estrechamente conectada, no hay distancia y es muy difícil de controlar”, dijo ayer el gobernador paceño Félix Patzi, quien, eso sí, está de acuerdo en mantener los actos por la Alasita.
Queda pendiente ver qué otras medidas se toman en otras ciudades para contener la segunda ola del virus. Cochabamba ya adoptó el miércoles reducciones a horarios de circulación (de 05.00 a 22.00, de lunes a sábado, y de 05.00 a 18.00, los domingos) y la Alcaldía de La Paz señaló que hoy anunciarán algunas actividades virtuales para mantener viva a la festividad en la sede de gobierno.
(08/01/2021)