Icono del sitio La Razón

Camila Velasco: ‘Siempre me fascinó el espacio’

Camila Velasco Landeau, la boliviana de 29 años que ayudó en la construcción de la SuperCam del explorador Perseverance, inscribió su nombre en esa misión que llegó a Marte, y contó a La Razón cómo logró ser parte del equipo y el rol que jugó en este hecho histórico.

Ella ya cumplió su misión como parte del equipo del rover. Su rol fue ayudar a fabricar con éxito un instrumento de altísimo rendimiento, que fue entregado a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).

—El Perseverance ya llegó a Marte, pero ¿cómo fue que empezó este viaje para usted?
—Después de diplomarme en ingeniería aeroespacial con mención en ciencias del universo, logré conseguir un contrato en el Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología (IRAP, laboratorio del CNRS) que había sido mandado por la Agencia Espacial Francesa (CNES) para fabricar el instrumento SuperCam. Ahí integré el equipo de Ensamble, Integración y Test (AIT) y durante los años que siguieron contribuí junto a todo el equipo al desarrollo de SuperCam y a las mejoras de su rendimiento.

—¿Qué la motivó a dedicarse al viaje por el espacio como ingeniera espacial?
—Siempre me fascinó la física y el espacio, pero no puedo decir que elegí de manera 100% consciente esta carrera. Se me presentó la oportunidad en el recorrido universitario en el que estaba aquí, en Francia, que comienza por dos años de clases preparatorias, un concurso clasificatorio a nivel nacional y luego tres años de escuela de ingeniería.

—¿Qué se necesita para ser parte de un equipo que manda una nave a Marte?
—Formar parte de un proyecto así en esta industria requiere de buenas bases y conocimientos científicos y técnicos. Sobre todo, se necesita trabajar con mucha metodología y organización. Se necesita comunicar clara y periódicamente. Uno tiene que estar dispuesto a sacrificar mucho tiempo libre e implicarse realmente con el proyecto. Nunca faltan los problemas y los imprevistos y uno tiene que saber conservar la sangre fría y no transmitir el estrés a sus colegas.

—¿Cuál fue su rol en el equipo del Perseverance?
—Con el equipo del AIT, en mis tres años y medio en el IRAP, desarrollamos los procedimientos de integración, ejecutamos la integración del instrumento, escribimos las secuencias de mando a distancia, dimensionamos los tests de entorno en misión en base a las especificaciones y requisitos del equipo de científicos tanto de la NASA como del CNES e IRAP.

Para todas estas actividades, se está en coordinación constante con los arquitectos (electrónico, mecánico, térmico), con los científicos (que son los usuarios, finalmente, del instrumento y quienes definen el rendimiento que debe tener), los industriales (Thales, Comat, Steel) y con los directores del proyecto tanto a nivel CNES como a nivel NASA.

—¿Qué clase de rutina y modalidad de trabajo tenían en el equipo?
—Si hay algo que no se puede decir que hay en un trabajo así, es una rutina. Ningún día se parece al precedente. Sin embargo, hay “buenas prácticas” que se intentan mantener a como dé lugar: una reunión de avance y retroalimentación de la información todas las mañanas, una metodología muy clara antes y después de cada actividad con generación de reportes precisos y documentados.