Icono del sitio La Razón

Los jóvenes británicos, más críticos con el príncipe Felipe que sus mayores

Para algunos británicos, el difunto príncipe Felipe era una referencia que habían conocido toda la vida. Pero para muchos jóvenes, más críticos con la monarquía que sus mayores, el patriarca de la familia real era el símbolo de una institución obsoleta.

«Me sentí muy triste cuando me enteré de la noticia», dice a la AFP Megan Stevens. Para esta estudiante de 22 años ha fallecido una figura «histórica» con la que «creció», a la que «respetaba» y sobre la que había «estudiado en la escuela».

El duque de Edimburgo, que habría cumplido 100 años en junio, estaba ya junto a Isabel II cuando fue coronada en 1952. Durante casi siete décadas, los británicos sólo han conocido a esta pareja real.

«Era una figura familiar para los jóvenes, es una verdadera referencia que desaparece», dice Isabelle Rivière, especialista en la familia real. Felipe se interesó especialmente en ayudar a los jóvenes, motivado «por su difícil infancia», durante la cual fue llevado de un lado a otro de Europa sin sus padres tras exiliarse de Grecia.

«Habiéndolo seguido mucho en sus viajes, me sorprendió mucho la atención que prestaba a los jóvenes, el tiempo que pasaba con ellos», afirma esta experta.

Este interés se plasmó en el premio Duque de Edimburgo, un programa internacional que acompaña desde 1956 a adolescentes y jóvenes adultos en sus proyectos.

Desacuerdos

Pero no todos los jóvenes comparten esta adoración. Las televisiones británicas sufrieron caídas de audiencia durante las ediciones especiales sobre la muerte de Felipe, al que «algunos adoraban y otros no querían en absoluto», según James Casey, de 22 años.

La BBC recibió decenas de miles de quejas por su excesiva cobertura del acontecimiento. Según Eir Nolsoe, analista del instituto demoscópico YouGov, los jóvenes tienen una opinión más negativa (37%) que positiva (31%) del príncipe Felipe» y los de entre 18 y 24 años son la categoría en la que «es menos popular».

¿La razón? «Felipe era un hombre muy mayor, que para algunos jóvenes podía parecer desconectado de su mundo», reconoce Rivière. Otros apuntan a su temperamento y a sus bromas con tintes racistas o sexistas como motivo de esta antipatía.

«Para algunas personas, simbolizaba la unidad, pero para otras simbolizaba cosas horribles de nuestro pasado, como la colonización», afirma Matt Wood, de 23 años.

Este último considera que la monarquía es una «institución extraña». «No creo necesariamente que deba abolirse», dice, «pero si ocurriera no me quitaría el sueño».