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‘Hermosa venganza’: El morbo de la vida real

Pocas películas pueden salirse con la suya a la hora de volcar expectativas de manera realista. Promising Young Woman lo hace desgarradoramente bien.

Su directora y guionista Emerald Fennell toma una típica trama de venganza, además de clásicos elementos de una comedia romántica, y los utiliza en un filme muy real sobre trauma y duelo no resuelto.

Con su cinematografía, estilizada en oscuridad y colores pastel, te establece esas situaciones tan comunes en ese tipo de películas, pero te rompe todas las expectativas.

La película no es lo que esperas, pero tampoco te vuela la cabeza. Hace algo mejor: te hace pensar «esto sucede de verdad», se pone muy «no te complazco el morbo, pero te restriego cosas que pasan en la vida real».

Porque Promising Young Woman tiene como eje el duelo no resuelto, pero también habla de la masculinidad tóxica y cómo esta existe gracias a una cultura y un sistema que son más «justos» con unos en desmedro de otras.

Lo malo del filme es que tiene una estructura algo desconectada por episódica, pero igual siempre se siente genuina porque su protagonista Carey Mulligan la rompe actuando como una mujer autodestructiva que lidia con su trauma castigando psicológicamente a hombres y mujeres cómplices de ese sistema tóxico que la traumó.

El comediante Bo Burnham también destaca como el buen tipo de la historia en un filme lleno de cameos interesantes donde ningún personaje queda bien.

El final es divisivo. Puede que impactar, gustar o desagradar, pero el mensaje siempre será comprendido con claridad. La esperanza de la historia es que eso ayude a comprender mejor el terror sistémico de algunas denuncias que en Bolivia, desgraciadamente, abundan.