El director boliviano Kiro Russo y su segundo filme El Gran Movimiento siguen dando de qué hablar en el mundo, esta vez como uno de los 18 títulos que optarán al Premio Zabaltegi-Tabakalera de la sección competitiva más abierta del Festival de San Sebastián
Este premio, cuyas postulaciones no tienen limitaciones de estilo o tiempo, incluye para su versión 2021 a 13 largometrajes, un mediometraje y cuatro cortos entre los que figuran, además de Russo, directores y directoras como Joanna Hogg, Radu Jude y el premiado argentino Gaspar Noé (Irreversible, Love).
El Gran Movimiento es “una película que se aproxima a la identidad de la ciudad altiplánica a través de dos personajes: Elder, un joven minero, y Max, un vagabundo en una sinfonía de la ciudad en las alturas, la enfermedad de un trabajador, la pesadilla y su redención”, dice la sinopsis del film.
Filmada íntegramente en celuloide —formato Super 16 mm—, en diferentes locaciones de La Paz entre abril y noviembre de 2019, tendrá su estreno en la sección Orizzonti del próximo Festival de Venecia, del 1 al 11 de septiembre, e inmediatamente después pasará al Festival de San Sebastián, del 17 al 25 de septiembre.
Ya antes Russo recibió honores en San Sebastián. Con su corto Nueva vida (2015) ganó el Primer Premio y el Premio Orona de la sección Nest y ahora participará en Zabaltegi-Tabakalera cinco años después de mostrar en Horizontes Latinos su debut en el largometraje, Viejo calavera (2016).
“Es una película sobre la ciudad de La Paz, pero también sobre el espacio urbano. Es una película muy arquitectónica, muy espacial, que habla del paso del tiempo en la ciudad, en las calles, en todo el espacio de la urbe”, es la definición que dio Russo sobre su filme a La Razón.