La cumbia boliviana de ‘El rehén’
Una reseña de la novela 'El rehén' de Gabriel Mamani Magne.
Gabriel Mamani en El rehén, su más reciente nouvelle, logra hábilmente conducirnos en un minibús hacia las afueras de La Paz, donde es infaltable cumbia de la buena, alcohol y, como aquí todo es chévere, también un chofer. Este chofer finge el secuestro de sus hijos para vengarse de su mujer, quien ha abandonado su hogar y se ha independizado para convertirse también en conductora de minibús. Pareciera que el destino final fuera narrarnos un falso secuestro, sin embargo, el escritor es bien trameador y decide llevarnos por distintos derroteros hasta por fin gritar: ¡servidos!
«¡Esquina bajo maestrito!» La primera parada importante se realiza en el bar. Es el alcohol ese elemento líquido a través del que nuestro novelista nos transporta de manera inconsciente a ese espacio recurrente en el imaginario boliviano: el bar, pero además a las borracheras de nuestros padres, elementos de violencia, ya por generaciones normalizadas en la sociedad boliviana. Luego el escritor acelera para llevarnos rauda y velozmente a la borrachera de los papás y describir sus frágiles masculinidades, que tras una ruptura amorosa no encuentran mejor psicólogo que la botella de cerveza, que según el Mamani es “sabia”.
Si bien en casi todos los anteriores escritos de Gabriel, los perros y sus belfos son elementos inevitables al dibujar el paisaje para sus personajes, en El rehén, la gata Chikorita, símbolo egipcio de la feminidad, adquiere protagonismo. Ella devela la relación entre la niñez y las mascotas, quienes quizás sean una suerte de tótems, ese único refugio emocional y de sanación al que se accede fácilmente a esa edad en la que notamos que los padres están resolviendo “sus temas” y nos abandonan.
Somos en realidad todos rehenes del abandono materno y paterno, y soñamos con, simplemente, salir a gritarlo al mundo, en forma de poesía, novela o reseña. En ese abandono parental suceden una serie de vicisitudes con precios altos —»¡sueltitos por favor!»— y variadas letras chicas, hábilmente maniobrados por nuestro laureado Premio Nacional de Novela.
Mamani vueltea y se estaciona presuroso para presentarnos un quiebre en los personajes paceños. Desde tiempos inmemorables hemos distinguido dos destinos marcados por roles de género: la caserita y el maestrito. La mamá, una mujer, al parangón de Lilith, se revela y desobedece esta construcción social, abandona el hogar con todo e hijos. Se empodera y se vuelve una mujer que hubiera sido digna de portar la letra escarlata en el medioevo. Considero que, sobre elegir ser mujer y no madre, es necesario escribir más. ¿Es nuestro autor feminista, quizás sin saberlo? Al menos su personaje, de manera omnipresente, lo es.
Todo el día cumbia, «bajan pasarela, jefe detrás de nosotros viene el tres cuarenta» —parafraseando a Atajo—. El ruido mental es hábilmente callado por la cumbia a todo volumen, ese género inventado para bailar mientras las letras nos cala en el alma. Entre las soluciones que hemos encontrado los latinos a nuestros problemas está el super combo del espíritu dionisiaco: alcohol + cumbia, que deriva en una tragedia griega por causa o culpa del deseo, uno de los temas favoritos de Gabriel.
La voz del niño narrador, niño que se convierte en el padre de su hermano menor cuidándolo en una especie de karma de siameses. Quizás ese sea el tránsito más duro de la niñez, quemando la etapa de la adolescencia. Ya veinte años después se resuelve al por fin adolecer sobre las hojas de papel cuando ya se es un relator con licencias de adulto.
El rehén es esa cumbia boliviana que suena lejana, pero que reconocemos al primer acorde, ese ritmo que nos muestra en su sencilla lírica un espejo de la sociedad contemporánea boliviana de manera cruda y escorpiana.
Valeria S. Arias Jaldin es paceña de Uyuni. Ñusta y egresada de Turismo de la UMSA. Historiadora a medias. Directora de Dreammakers Bolivia DMC. Feminista. Astróloga autodidacta y tarotista. Fotógrafa y catadora de atardeceres. Oveja aurinegra. Coautora del libro “Entrada Universitaria Folklorica” ( 2009, IEB) junto al Dr. Fernando Cajias, retornó a las letras gracias a la pandemia. Aspira a ser políglota, mientras aprende quechua de su abuela.
El rehén (Editorial Dum Dum) de Gabriel Mamani Magne tendrá una presentación en la FIL La Paz 2021 el viernes 24 de septiembre en la Sala Óscar Alfaro.