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Autoridades del Gobierno y de Oruro definirán si se suspende o no el Carnaval 2022

La ministra de Culturas, Sabina Orellana, anunció que una reunión de autoridades nacionales, departamentales y locales definirá próximamente la suspensión o no del Canaval de Oruro 2022, acechada por el incremento de contagios de COVID-19.

“En su debido momento, después de una reunión que vamos a tener con nuestras autoridades departamentales de Oruro, decidiremos suspender o no el Carnaval de Oruro”, dijo la autoridad en conferencia de prensa.

Orellana, que informó que el Servicio Departamental de Salud (Sedes) debe pronunciarse sobre la evolución de contagios, afirmó que incluso es posible suspender la entrada folklórica, prevista para el 19 de febrero de 2022. Por el momento se mantiene la decisión de celebrar la Peregrinación al Santuario del Socavón.

Por decisión de la Alcaldía de Oruro y el Sedes, el primer convite, que inicialmente estaba previsto para el domingo 5 de diciembre, fue suspendido debido a la emergencia sanitaria. “Por ahora se ha suspendido el convite, no está suspendido así el Carnaval”, dijo Orellana.

Consultada sobre si es posible que la celebración sea suspendida debido al incremento de casos de COVID-19, respondió: “Por supuesto que sí, porque primero hay que precautelar la vida”.

Hubo una pulseta entre la Asociación de Conjuntos del Folkore de Oruro (ACFO), que organiza el evento anual, y la Federación Departamental de Bandas de Músicos Profesionales de Oruro (Fedbampo) con las autoridades locales contra la decisión. Al final, la suspensión fue aceptada, con la idea de retomar el convite para enero de 2022.

Uno de los factores gravitantes para la demanda de realización del Carnaval de Oruro es la economía. Alrededor del evento se mueve mucho capital, desde negocios particulares a emprendimientos hoteleros, gastronomía, turismo e industria manufacturera.

La contratación de bandas de música, de conjuntos musicales para las fiestas de las 52 fraternidades, el alquiler y confección de indumentario de los danzarines o la misma venta de bebidas implica un fuerte movimiento económico.