Hugo Pozo y sus 50 años de trayectoria: ‘He decidido vivir del arte’
Nacido en La Paz (1949), Pozo también es pedagogo en la disciplina de la expresión corporal con la compañía de teatro (fundada en 1992) que lleva su nombre. Estudió teatro durante siete años con el fin de ejercer la función de actor dramático.
Foto: Álvaro Valero
El reconocido actor boliviano de teatro y cine Hugo Pozo cumplió 50 años de trayectoria artística y los celebró con presentaciones en el lugar que más le gusta: un escenario. En conversación con La Razón, habló sobre su vida y su carrera, además de hacer una crítica sobre el poco apoyo que las autoridades dan al arte.
Nacido en La Paz (1949), Pozo también es pedagogo en la disciplina de la expresión corporal con la compañía de teatro ( fundada en 1992) que lleva su nombre. Estudió teatro durante siete años con el fin de ejercer la función de actor dramático.
Pozo, quien no oculta las hendiduras en su rostro luego de un prolífico trabajo personal en favor del arte y la cultura nacional, también muestra un gran carisma en el momento de la actuación y una total autoridad en momentos de seriedad.
Durante su caminar en el arte, desde 1972, intérprete de filmes como Chuquiago, Mi Socio y American Visa, tuvo que superar, al igual que otros colegas de renombre, dificultades propias de su labor, por lo que quiso ahondar en ello.
—Además de las bienaventuranzas que regala el arte, ¿qué aspectos negativos puede mencionar en su trayectoria?
—Luego de estos 50 años de actividad que cumplí el mes de abril, yo creo que lo más negativo que puedo mencionar desde que comencé es que mis antecesores, mis maestros de esa época, siempre, pero siempre se quejaban de que nosotros (los artistas) éramos huérfanos, porque no teníamos ningún apoyo del Gobierno, de la empresa privada, alcaldías ni gobernaciones. Hasta parece gracioso, pero actualmente los actores tenemos el mismo discurso al respecto. En la denominada La Sagrada Familia del teatro, cuyos componentes eran Tito Landa, Raúl Salmón, Lucho Espinoza, Agar Delós y Rafa Mori, entre otras personalidades de la actuación, ya figuraba el reclamo.
—Cuando sale de gira al exterior, ¿qué impresión tiene respecto al trato que tienen los artistas extranjeros en comparación al que se da a los bolivianos?
—Siempre tengo una pequeña envidia de los países vecinos, por no hablar de Europa. Sus gobiernos hacen primordial a la cultura. Sus artistas son muy bien tratados y eso permite que éstos se dediquen exclusivamente a actuar para mostrar la imagen de su pueblo, porque el teatro es justamente eso.
En festivales internacionales me sorprendo al ver que en territorio extranjero hay tanto apoyo, pero en mi país, nada. Somos unos quijotes. Si nosotros no hiciéramos, no buscásemos elementos para lograr hacer, por ejemplo, una obra de teatro, no se realizaría nada.
—¿Cómo diría que se han portado con usted las distintas autoridades en este medio siglo, tanto en cine como en teatro?
—Discúlpeme, pero las autoridades son un simple “saludo a la bandera”, porque para empezar, están al frente personas que se dedican a otras actividades que no están relacionadas a cada área. No puedo creer que, por política, ingresan personas a puestos altos que no tienen ni idea de la cultura en nuestro país. Es una incongruencia increíble. ‘Ene’ cantidades de músicos, bailarines, artistas plásticos, actores, cineastas hemos intentado reunirnos con diferentes autoridades de turno, pero solo nos decían que se iban a dedicar esfuerzos para nosotros. Luego de años: nada, nada, pero nada.
—¿Hay apreciación de la cultura boliviana en otros países?
—En el extranjero se pondera mucho la cultura y el talento boliviano, cuyos representantes regresan al país con galardones luego de presentaciones o concursos bastante valorados. No quiero hablar del fútbol ni de otras cosas, pero esos sectores sí tienen demasiado apoyo del Gobierno y empresas privadas; sin embargo, los resultados son absolutamente diferentes a los que los artistas consiguen afuera.
—Aparte de dedicar su vida al arte y la cultura, ¿usted se dedica a otras actividades?
—Muchos artistas se dedican a otros rubros además de nuestra labor, ya que los ingresos económicos por presentaciones que nos llegan no son en su totalidad, y esto es algo que es bastante conocido por la ciudadanía.
En mis inicios tuve que hacer varias cosas al margen de ser actor. Después de un tiempo decidí dedicarme solamente a este oficio.
Soy profesor de idiomas, aunque no he ejercido; estudié psicología, pero no he concluido la carrera. No porque sea un burro, sino porque estaba avasallado de compromisos artísticos, no solamente en lo que respecta al teatro, sino también en el cine. Viajaba muchísimo, viajo mucho. Bueno, estaba comprometido y he decidido vivir del arte.
—A nivel personal y económico, ¿qué tan complicado le resultó dedicarse exclusivamente a la actuación?
—Muy difícil, muy complicado. Los dedos de las manos sobran para contar a los artistas que se dedican solamente al arte en Bolivia. Somos muy pocos los que nos entregamos por completo.
El artista siempre va a tener una profesión o una ocupación adicional para poder mantener, obviamente a él y su familia, porque los artistas tenemos un pequeño defecto: sabemos comer. Y no podríamos hacer eso si no trabajamos en algo adicional.
Personalmente puedo decir que yo estoy bien, porque también soy actor de cine y hago radio y televisión. Desde hace 32 años dicto clases de actuación a niños, jóvenes y adultos.
Obviamente esas cosas me hacen sentir orgulloso. Al margen de ello, soy dramaturgo, escribo obras pensando en el público y todo esto me permite vivir.
Como un padre para sus alumnos
Señalado como un “papá de arte” por sus alumnos en tablas, Hugo Pozo es un ejemplo no solamente en los escenarios, sino también como ser humano, ya que siempre brinda el hombro para apoyarlos en cualquier circunstancia.
La Razón se dio cita en uno de los ensayos de la compañía que dirige el artista y fue testigo del absoluto respeto por parte del elenco, conformado en su mayoría por jóvenes.
“Mis alumnos me preguntan ¿qué se necesita para ser un buen actor?, y yo les respondo: disciplina, puntualidad y entrega al trabajo. Quien cumple estos requisitos podrá lograr sus objetivos”, destacó el actor.
Afirmó también que las artes escénicas son demasiado amplias, porque nunca se termina de estudiarlas, para sentir el teatro, plasmarlo en la vida de uno mismo, así como en la vida de los espectadores.
Maddlen Terrazas, alumna de Pozo y actriz, afirmó que aprendió del “maestro” humanidad y responsabilidad. “Yo le digo papá, porque él siempre está para apoyarnos no solo en las clases, sino también a nivel personal”, afirmó quien acompaña a Pozo en presentaciones desde 2007.
Otro de sus estudiantes complementó que “nos entiende, nos alegra, nos regaña, nos habla, nos pone límites, nos hace reír también. Somos como una familia. Viajamos juntos, estamos juntos en todo momento”.
PERFIL
Nombre: Hugo Pozo Arias
Profesión: Actor de cine, radio y teatro, y docente.
FIGURA
Nacido en La Paz, en 1949. Aunque ha interpretado a varios personajes en su paso por el teatro, uno de sus preferidos es El Warjata, creado por él a inicios de los años 90.