Una reflexiva y espiritual Jhenny Serrano explica el valor del humor en la salud
“Necesitamos entender que no somos solo carne, sino que somos espíritu, somos energía; como somos energía, vibramos, y como vibramos, atraemos cosas”, dijo a La Razón.
La artista Jenny Serrano, en la entrevista de Piedra, Papel y Tinta, con Claudia Benavente. Foto: Franklin Blanco.
Desde su entrada al estudio de Piedra, Papel y Tinta de La Razón, la buena vibra de la artista Jenny Serrano contagió a todos. Se mostró en una faceta nueva para el público, pues ella, además del humor, practica y enseña ámbitos espirituales y de energía.
Visitó La Paz para presentar ‘Espectacular’, el nuevo show a llevarse a cabo en el cine teatro 16 de Julio con todo el elenco de Champagne Show. Sin embargo, en el Viernes Cultural de La Razón, se pudo conocer a Serrano desde otras facetas: la espiritual y la reflexiva.
“Toda mi vida la dediqué al arte y le decía al Padre (Dios): ¿qué tengo que hacer para devolver todo lo que me das? Y empecé a encontrar este camino que me permite entregar lo que en su momento me faltaba; (…) cuando decido seguir con esto de las energías, puse una empresa que se llama CREE”, contó la intérprete de la Satuca.
CREE es el Centro de Reprogramación y Equilibrio Emocional, un emprendimiento de la comediante que colabora con dos tipos de apoyo: la ‘decodificación’ de los árboles transgeneracionales; y el acompañamiento en bioneuroemoción, que consiste en realizar la sanación en base a energías.
“Nosotros, como instrumentos en la Tierra, debemos guiar a otros seres que están con la conciencia dormida. Estudié Reiki (método curativo japonés transmitido con las manos al cuerpo del paciente para paliar sus dolencias y enfermedades), hice mucho camino en la parte energética, y lo hice porque quería devolver a la gente todo lo que me ha dado”, agregó.
Serrano, licenciada en Artes y que cursó hasta el séptimo semestre de Ingeniería Eléctrica en Cochabamba, estudió estas áreas de la física cuántica, y se especializó en bioneuroemoción y biodecodificación, realizando maestrías y postgrados. Son ya 20 años que está inmiscuida en este mundo.
“Necesitamos entender que no somos solo carne, sino que somos espíritu, somos energía; como somos energía, vibramos, y como vibramos, atraemos cosas. La vibración se mide; si vibras bajo, vas a atraer siempre tristeza y enfermedades, porque las emociones se ‘psicosomatizan’ y se vuelven enfermedad en el cuerpo”, explicó la humorista.
Según Serrano, las vibraciones tienen un valor y reflejan el estado de ánimo; por ejemplo, la vergüenza tiene una vibración de 25, pena 30, ira 100, coraje 200 y alegría o felicidad 540 puntos.
“El quiebre o puente se da en el coraje; si se vibra ahí, se va para arriba; el coraje significa ‘basta, ya no más’. Yo no soy esa pobrecita, esa que fracasada, esa persona a la que lastiman; tú dices ‘basta’ y desde ahí para arriba empieza la vibración positiva y se atrae cosas buenas a tu vida”, complementó Serrano.
Serrano, de vuelta en La Paz para presentaciones entre el viernes y el domingo, contó además su larga trayectoria en el humor. Afirmó que a lo largo de sus 40 años supo gestionar su lenguaje del humor para no caer en la vulgaridad: «Tengo mucho cuidado con usar la sátira, hay una delgada línea con lo vulgar», dijo.
Muy positiva de carácter, consideró que no hay espacio para la tristeza y que el sufrimiento “es opcional”. Y “hay tiempo para todo”, la idea es organizarse mejor.
Serrano contó además detalles de su intimidad familiar y develó que ella es “un tornado y un torbellino” en casa.