El secretario de Culturas de la Alcaldía de La Paz, Rodney Miranda, admitió que la fastuosa entrada del Señor Jesús del Gran Poder del pasado sábado tuvo fallas en la organización y logística, lo que causó quejas de la población hacia los responsables de llevar adelante la actividad cultural. El funcionario se comprometió a mejorar la coordinación para la próxima versión.
“Hay que hacer un mea culpa todos los que tenemos responsabilidad en esta fiesta para poder mejorar, de eso se trata. (…) Tengan por seguro que al año, desde el municipio, el compromiso está en poder dar el 200% para que la fiesta salga mucho mejor que este año”, admitió este martes en la entrevista virtual con La Razón Radio.
El sábado, la Asociación de Conjuntos Folklórico del Gran Poder de La Paz y la Alcaldía de La Paz propiciaron la entrada del Gran Poder con la participación de 60.000 folkloristas, entre danzarines y músicos agrupados en 76 fraternidades.
El desfile folklórico se prolongó entre las 07.00 del sábado y 06.20 del domingo, un lapso demasiado extendido a diferencia de las entradas anteriores. La última fraternidad partió desde el inicio a las 03.30 del domingo.
Una de las críticas más sonadas fue la de la fraterna y exfuncionaria municipal Lily Zurita, quien sugirió conformar un comité interinstitucional de la festividad con participación de la Alcaldía, la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, el Ministerio de Culturas, la Policía Boliviana, la Iglesia Católica, los patrocinios y toda institución que forme parte, tal como se hace en el Carnaval de Oruro.
“Es una crítica muy cierta la de Lily Zurita, es una realidad; no puedo tapar el sol con un dedo, pero tampoco es responsabilidad del municipio, quiero que dejemos eso claro. Nosotros, como municipio, hemos tratado de organizar este comité interinstitucional que realmente es necesario, pero nos hemos quedado solos jalando el carro”, agregó Miranda.
Las quejas no se dejaron esperar, tanto del público asistente como de los propios danzarines por las constantes paralizaciones en el flujo de las fraternidades y la generación de grandes espacios entre un conjunto y otro, lo que derivó en el retraso del ingreso de las fraternidades. “Como fraterno, es de mal gusto avanzar dos cuadras y parar, avanzar otro tramo y volver a parar: es molestoso”, reclamó el mismo Miranda.
“Lo que antes recorrías en cuatro horas, esta vez se la hizo en siete. En este momento hay muchas cabezas, lo que hace que tengamos estos desencuentros logísticos de una fiesta tan grande”, complementó.
El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, Joaquín Quispe, afirmó a La Razón antes de la entrada que las 76 fraternidades concluirían su paso hasta las 22.00. Sin embargo, el último conjunto de bailarines hizo su ingreso a las 03.30 del domingo 12 y culminó su participación a las 06.20, que evidenció la falta de coordinación conjunta de la actividad.
Asimismo, Miranda se refirió a la falta de apoyo de la Policía Boliviana en el recorrido. Dijo que después de las 18.00 ya no había resguardo policial en el recorrido de la entrada.
“Después de las seis de la tarde no contábamos con efectivos policiales, en el recorrido no teníamos presencia, en los cruces posiblemente sí. De todos modos, tenemos que corregir; lastimosamente, no hemos podido tener una reunión de coordinación con la Policía, la hemos pedido, pero en líneas generales la fiesta ha salido bien”, sostuvo Miranda.
Contrariamente, minutos antes en La Razón Radio, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, aseguró que la Policía aportó a la festividad con 3.400 efectivos divididos por turnos: en la mañana con 880 efectivos, en la tarde y noche 1.080 en cada turno y en la madrugada 300 policías para el resguardo de la ciudadanía asistente.
En otra contradicción entre partes, el viceministro afirmó que se hizo una invitación a autoridades municipales y de la asociación folklorista para la coordinación de estos temas de seguridad, pero que ningún representante edil asistió a la reunión. Entretanto, Miranda aseguró no haber recibido ningún llamado.
“No hemos sido invitados a ninguna reunión; sí estuvimos en una que convocó el Ministerio de Culturas, pero para evaluar de forma general la entrada. Sin embargo, ya no es momento de buscar a los responsables; hemos aprendido y sabemos lo que se tiene que corregir, los detalles que se tienen que cuidar, y veremos que el próximo año sea un Gran Poder mucho mejor que éste”, finalizó Miranda.
Luego de dos años de suspensión debido la pandemia, la entrada del Gran Poder estrenó su título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, declarado por la Unesco, y contó con más de 60.000 bailarines y músicos, además de 200.000 personas asistentes en el recorrido y 4 millones de forma virtual, según los registros de redes sociales de la Alcaldía de La Paz.