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Manuel Seoane da la cámara a chimanes para que filmen su propio documental

Jóvenes chimanes durante un momento de filmación del documental.

Un fotógrafo busca retratar la realidad y problemáticas de una comunidad chimán, ellos quieren verse «como en la televisión». El resultado es un documental con mirada externa y filmado por los propios habitantes de Maraca’- tunsi, en la Amazonía beniana.

“El documental no sería lo que es si no hubiera tomado la decisión de dejarles a ellos filmar y que cuenten su propia historia”, dijo el fotógrafo paceño Manuel Seoane sobre Chatdÿe Tsimane (Pariente chimán), trabajo que contó con el apoyo de National Geographic Explorers Grant Program.

El audiovisual empezó a gestarse en 2019, cuando el responsable hizo un reportaje con un fondo del Centro Pulitzer sobre historias de deforestación en la Amazonía, y luego, pensó en un trabajo más amplio.

“Yo le propuse a Santos Canchi, que es el corregidor de la comunidad, hacer algo más íntegro y rescatar la vida del chimán, porque vive en armonía y equilibrio con la naturaleza. Me pareció interesante rescatar esa forma de vida que es de las pocas que quedan”, contó a LA RAZÓN.

Francisco Canchi frente a uno de los pocos árboles maderables que quedan. Foto. Manuel Seoane

Con la idea planteada, Seoane pensó en hacer un fotolibro. “Porque soy fotógrafo y me dedico a la fotografía fija, ya sea documental o reportajes”. No obstante, a los habitantes no les pareció tan interesante, principalmente por la limitante comunicacional, ya que hablan muy poco el castellano.

“Fue el propio corregidor quien pensó en hacer una película, porque vieron que mi cámara, aparte de sacar fotos, también filmaba. Lo bueno de hacer un video es que podíamos respetar que todo esté en su idioma”, explicó el realizador respecto a que, de esa manera, el proyecto resultó mucho más accesible y fácil de entender para la comunidad en general.

El proceso continuó cuando Seoane, consciente de sus limitaciones en el campo audiovisual, decidió dotar de cámaras a los propios chimanes y dejar que filmen su realidad “para que haya un proceso de devolución o retorno, porque a veces las producciones hacen cosas en las comunidades y se van. Entonces yo quise dejar esa experiencia”.

Un punto interesante fue la distribución de las cámaras que Seoane hizo, ya que otorgó una a un adulto que tenía más conocimientos tecnológicos, otra exclusivamente a mujeres, y las demás a adolescentes entre 13 y 18 años.

A partir de esa estructura y de cederles las cámaras, se construyó el documental que se exhibirá gratuitamente el miércoles 15 de junio en la Cinemateca, a las 19.00. El 22 y 23 de junio podrá verse en Efímera, y el 30 de junio, en el Centro Cultural de España.

También se presentará en Manzana Uno (lunes 20), el Centro de la Cultura Plurinacional (jueves 23) y la Casa Melchor Pinto (viernes 24), de Santa Cruz.

Seoane es fotógrafo documental de 38 años. Su trabajo sobre temas indígenas y ambientales llegó a las rondas finales del World Press Photo Contest en 2019 y 2022. Es parte del programa National Geographic Explorers y becario de Reuters y del Pulitzer Center desde 2018. Su trabajo ha sido publicado en importantes medios de comunicación del mundo.

El corregidor Santos Canchi. Foto. Manuel Seoane