Los dinosaurios se impusieron en medio del hielo, no del calor
Esta es la conclusión de un nuevo estudio e investigación que se publica en la revista 'Science Advances'.
Con un flujo de lava en la distancia, un dinosaurio terópodo con plumas primitivas se lleva a una víctima de mamífero durante un invierno volcánico nevado causado por erupciones masivas durante la Extinción del Triásico-Jurásico. Foto: Larry Felder.
Los primeros dinosaurios de adaptaron a las antiguas latitudes altas a las que fueron relegados en gran medida, lo que fue una clave aparente para su dominio posterior, según nueva evidencia fósil.
Antes de la extinción hace 66 millones de años por la colisión de un meteorito contra Tierra y el siguiente invierno global cuando el polvo y los escombros ahogaron la atmósfera hubo una extinción anterior, mucho más misteriosa y menos discutida: la de hace 202 millones de años, que acabó con los grandes reptiles que hasta entonces dominaban el planeta, y aparentemente despejó el camino para que los dinosaurios tomaran el relevo, pero no se sabe qué causó la llamada Extinción Triásica-Jurásica, y por qué los dinosaurios prosperaron cuando otras criaturas murieron.
Se sabe que el mundo era, en general, cálido y húmedo durante el período Triásico, que precedió a la extinción, y durante el siguiente Jurásico, que dio inicio a la era de los dinosaurios. Sin embargo, el nuevo estudio da la vuelta a la idea de los dinosaurios amantes del calor y presenta la primera prueba física de que las especies de dinosaurios del Triásico –entonces un grupo menor relegado en gran medida a las regiones polares– soportaban regularmente condiciones de congelación en ellas.
Los indicadores reveladores son huellas de dinosaurio junto con extraños fragmentos de roca que sólo podrían haber sido depositados por el hielo. Los autores del estudio afirman que durante la extinción, las olas de frío que ya se producían en los polos se extendieron a latitudes más bajas, acabando con los reptiles de sangre fría. Los dinosaurios, ya adaptados, sobrevivieron al cuello de botella evolutivo y se extendieron.
«Los dinosaurios estaban allí durante el Triásico, bajo el radar, todo el tiempo –explica en un comunicado Paul Olsen, geólogo del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), y autor principal del estudio–. La clave de su dominio final fue muy sencilla: eran animales fundamentalmente adaptados al frío. Cuando hacía frío en todas partes, ellos estaban preparados, y otros animales no».
Se cree que los dinosaurios aparecieron por primera vez durante el Período Triásico en latitudes templadas del sur, hace unos 231 millones de años, cuando la mayor parte de la tierra del planeta estaba unida en un continente gigante que los geólogos llaman Pangea. Llegaron al extremo norte hace unos 214 millones de años.
Hasta la extinción masiva de hace 202 millones de años, las regiones tropicales y subtropicales más extensas que se encontraban entre ellas estaban dominadas por los reptiles, incluidos los parientes de los cocodrilos y otras temibles criaturas.
Los primeros dinosaurios de adaptaron a las antiguas latitudes altas a las que fueron relegados en gran medida, lo que fue una clave aparente para su dominio posterior, según nueva evidencia fósil.
Antes de la extinción hace 66 millones de años por la colisión de un meteorito contra Tierra y el siguiente invierno global cuando el polvo y los escombros ahogaron la atmósfera hubo una extinción anterior, mucho más misteriosa y menos discutida: la de hace 202 millones de años, que acabó con los grandes reptiles que hasta entonces dominaban el planeta, y aparentemente despejó el camino para que los dinosaurios tomaran el relevo, pero no se sabe qué causó la llamada Extinción Triásica-Jurásica, y por qué los dinosaurios prosperaron cuando otras criaturas murieron.
Se sabe que el mundo era, en general, cálido y húmedo durante el período Triásico, que precedió a la extinción, y durante el siguiente Jurásico, que dio inicio a la era de los dinosaurios. Sin embargo, el nuevo estudio da la vuelta a la idea de los dinosaurios amantes del calor y presenta la primera prueba física de que las especies de dinosaurios del Triásico –entonces un grupo menor relegado en gran medida a las regiones polares– soportaban regularmente condiciones de congelación en ellas.
Los indicadores reveladores son huellas de dinosaurio junto con extraños fragmentos de roca que sólo podrían haber sido depositados por el hielo. Los autores del estudio afirman que durante la extinción, las olas de frío que ya se producían en los polos se extendieron a latitudes más bajas, acabando con los reptiles de sangre fría. Los dinosaurios, ya adaptados, sobrevivieron al cuello de botella evolutivo y se extendieron.
«Los dinosaurios estaban allí durante el Triásico, bajo el radar, todo el tiempo –explica en un comunicado Paul Olsen, geólogo del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), y autor principal del estudio–. La clave de su dominio final fue muy sencilla: eran animales fundamentalmente adaptados al frío. Cuando hacía frío en todas partes, ellos estaban preparados, y otros animales no».
Se cree que los dinosaurios aparecieron por primera vez durante el Período Triásico en latitudes templadas del sur, hace unos 231 millones de años, cuando la mayor parte de la tierra del planeta estaba unida en un continente gigante que los geólogos llaman Pangea. Llegaron al extremo norte hace unos 214 millones de años.
Hasta la extinción masiva de hace 202 millones de años, las regiones tropicales y subtropicales más extensas que se encontraban entre ellas estaban dominadas por los reptiles, incluidos los parientes de los cocodrilos y otras temibles criaturas.