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Antiguo rito masculino en Senegal choca con los tiempos modernos

Jóvenes con ropa tradicional cantan y bailan en un antiguo rito que marca el fin de un proceso anual de iniciación para jóvenes en Kabrousse, Senegal. Foto: AFP.

Jóvenes con ropa tradicional cantan y bailan en un antiguo rito que marca el fin de un proceso anual de iniciación para jóvenes en Kabrousse, Senegal. Foto: AFP.

Los bailarines son ahora un estallido de color que gira en medio de un ruido ensordecedor y palpitante de un antiguo rito. En medio de ellos, un joven senegalés se levanta.

Con un collar de cuentas y vistiendo una camisa roja ajustada con pañuelos multicolores colgados a su cintura, extiende los brazos y lanza un largo grito al cielo.

Este es un momento importante para Cedric Djikila Diatta, de 21 años, en su camino a alcanzar la codiciada condición de hombre adulto.

Según las tradiciones del pueblo diola en la región de Casamance, en el sur de Senegal, Cedric ingresó en el período de «juventud», la etapa intermediaria entre la adolescencia y la adultez.

Para preparar la siguiente etapa, que podría tardar unos seis años, él y otros jóvenes de la misma edad han pasado juntos el último mes.

Han estado trabajando en los arrozales y escuchando a los mayores contar ritos secretos de iniciación e inculcar los valores de hospitalidad y disciplina.

«Una vez que has sido iniciado, cambias de estatus», señaló Cedric. «Eres libre de viajar, casarte, tomar decisiones que afectan a toda la comunidad».

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Combate

Una parte de la transición a la adultez es la noción del guerrero: «La vida es una lucha», dice Cedric. «Siempre tienes que luchar».

Y aquí es donde entra la danza: está diseñada para fortalecerlos espiritualmente para el combate, que en la cultura diola se transmite a través de la lucha libre, el deporte nacional de Senegal.

Entre el eco de los tambores por la aldea de Kabrousse, los jóvenes iniciados saltan de lado a lado, sus brazaletes de metal rozando entre sí.

Algunos van con el pecho al descubierto, otros visten túnicas, plumas o amuletos mágicos. Los hombre que se van a casar en el transcurso del próximo año visten como mujeres.

Los bailarines giran, algunos blandiendo espadas o bastones, o incluso serpientes falsas, como parte del antiguo rito.

La noche comienza a caer y una suave luz, filtrada por el follaje esmeralda de dos grandes árboles, cubre a los bailarines.

Llegan mujeres jóvenes con su maquillaje y cabellos perfectos, se ubican alrededor de los hombres moviendo las caderas mientras cantan en apoyo a sus campeones.

Luego frotan un polvo sobre los cuerpos masculinos.

También hay niños y ancianos. Las madres miran amorosas a sus hijos al borde de ser hombres.

«¡Es tan guapo!», exclama la madre de Cedric, Angele Antessey Diatta, con una sonrisa de orgullo en el rostro.

Antiguo rito amenazado

La fiesta que marca el fin de estos ritos coincide con el inicio de la temporada de lluvias cada año a finales de septiembre.

Baja Casamance es parte de la región más austral de Senegal y está casi separada del resto del territorio por el pequeño país de Gambia.

Los ritos, enseñanzas y secretos transmitidos de generación en generación varían de una aldea a otra, explicó el antropólogo Abdou Ndukur Kacc Ndao.

«Pero estas prácticas hoy día están amenazadas», acotó. «En cien, doscientos años, es posible que ya no existan».

Las mezclas entre grupos étnicos y la migración a otras regiones dentro y fuera del país.

Cedric elogió las tradiciones, pero también tiene horizontes distantes en la mira.

Mostró su pequeña casa, que no tiene muebles, inodoro o agua.

Dejó la escuela a los 12 años para ayudar a sus padres en el campo. Su padre enfermó y dos de sus hermanos murieron por enfermedades que no fueron tratadas.

Se formó como cocinero y trabajó en un hotel de Cabo Skirring, partiendo al trabajo a las 04H30 y regresando por la tarde para trabajar en los arrozales.

Dijo que ganaba 80.000 CFA (unos 120 dólares) por mes.

Su sueño es trabajar en el Club Med, una villa vacacional francesa en Cabo Skirring.

«Cuando te contratan allí haces contactos que te permiten ir a vivir a otro sitio», aseguró.